El precio del agua

Veinte años después, Arturo regresa al pueblo de sus veranos infantiles tras haber sufrido una pérdida trágica e irreparable.

Espera aliviar su pena trabajando en un proyecto ilusionante en el lugar en el que fue feliz. Pero las cosas han cambiado y las personas también, nada es lo que parece y el trabajo de Arturo es una pantalla para ocultar planes espurios en los que están involucradas personas tan poderosas como execrables.

Arturo se ve envuelto en una vorágine de violencia y muerte que culmina con un asesinato atroz del que él parece ser el único sospechoso.

La naturaleza desencadenada se cobra su tributo y arrastra la podredumbre acumulada durante años.

¿Volverá Arturo a una soledad sin perspectivas ni esperanzas?

¿Habrá una última pirueta del destino que le permita rehacer su vida?

Hoy día cualquiera con un ordenador (y me incluyo) se cree capacitado para escribir un libro, y está en su derecho. Otra cosa es que escriba algo legible o que pueda interesar mínimamente al público lector. Lo que pasa es que el público lector está sometido a la presión mediática de los grandes grupos editoriales, que “preseleccionan” lo que deben leer. Me gustaría pensar que lo que yo escribo merecería más atención, pero se ve que voy para “escritor maldito”, si esta entrevista no empieza a remediarlo. De todos modos creo que se publica mucho más de lo que en realidad se lee y que el negocio editorial es bastante inestable.

Entrevistamos al autor en la revista

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