En este artículo voy a tratar de lo que diferencia a la “prosa” del “poema”, y digo poema y no poesía, ya que “prosa” y “poema” son formatos de escritura, mientras que “poesía” es un género literario normalmente lírico, épico o dramático.
Un género literario tiene que ver con el contenido del texto, por ejemplo: novela negra, romántica, de aventuras, de ciencia ficción, lírica, épica, humor, sátira, artículos técnicos, entrevistas periodísticas, autoayuda etc. Por otra parte, un formato de escritura se basa en cómo se escribe (en qué estructura de escritura) un texto determinado del género que sea. Así llamamos “prosa” a los textos corridos separados por signos de puntuación y párrafos sintácticos, y “poemas” a los textos cortados en versos. Estos cortes versales, que suelen corresponderse con estructuras sintácticas (salvo que haya encabalgamientos) dan lugar a “versos” que tienen un ritmo generado por la distribución de las tonicidades y el número de silabas fonéticas de los mismos; en otras ocasiones ese corte versal lo realiza el autor para resaltar su mensaje, prescindiendo del citado ritmo poético en versos que se denominan libres.
Esta clasificación se complica ya que la palabra “poesía” tiene un significado polisémico que a veces la identifica con “poema” y otras veces no se plasma en un texto escrito. Es verdad que la mayor parte de la poesía se escribe en poemas formados por versos, pero hay textos de prosa poética que se consideran poesía, aunque no estén partidos en versos y están publicados en libros de poemas. Sin llegar a lo escrito por Bécquer: “¿Qué es poesía? (…) Poesía eres tú”, se denomina poesía a objetos que suscitan profundos sentimientos líricos, como por ejemplo poemas visuales con más imágenes que textos.
Volviendo a lo habitual, la poesía se suele escribir en versos, aunque si te trata de versos libres están en una zona de frontera entre los poemas y la prosa poética. Del verso libre ya he tratado en dos artículos en “Las nueve musas”: El verso blanco y el verso libre y El versolibrismo más allá de la métrica poética.
Como consecuencia de lo anterior, hay una cierta confusión entre “poesía” y “poema”, y no siempre queda clara la distinción entre “verso” y “prosa”. Vayamos al Diccionario de la Real Academia para ver si nos ayuda a aclarar estos conceptos:
Poesía: 1. Manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso o en prosa. / 2. Cada uno de los géneros en que se dividen las obras literarias. Poesía épica, lírica, dramática. / 3. Por antonomasia, poesía lírica. / 4. Poema, composición en verso. / 5. Poema lírico en verso. / 6. Idealidad, lirismo, cualidad que suscita un sentimiento hondo de belleza, manifiesta o no por medio del lenguaje. /7. Arte de componer obras poéticas en verso o en prosa.
Prosa: Forma de expresión habitual, oral o escrita, no sujeta a las reglas del verso.
Verso: Palabra o conjunto de palabras sujetas a medida y cadencia, o solo a cadencia. Usado también en sentido colectivo, por contraposición a prosa. Comedia en verso.
Verso libre: (Métrica) Verso que no está sujeto a rima ni a metro fijo y determinado.
En resumen: Respecto a “poesía” hay muchas acepciones, dada la citada polisemia de la palabra (por ejemplo, en la 4 le da el significado de poema), pero en general la RAE la califica como género poético, sobre todo de contenido lírico.
Respecto a “verso”, “prosa” y “verso libre” el diccionario es mucho más conciso con las definiciones de las palabras.
Yo intento ser cuidadoso diferenciando “poesía” de “poema”. Reservo “poema” para las obras concretas poéticas escritas en verso, y a veces añado “poemas métricos” para que quede claro que se trata de versos sujetos a medida y cadencia, como ya apunta la R.A.E. Respecto a la “poesía”, intento reservar la palabra para los géneros literarios líricos que, como dice la RAE, “manifiestan por medio de la palabra la belleza o el sentimiento estético”, o también para géneros dramáticos o épicos. Si estos textos están escritos en versos los denomino, asimismo, “poemas”. Por ello, prefiero llamar “poemas”, y no “poesías”, a las composiciones en verso del género humorístico, satírico, de denuncia o de otros géneros no relacionados con los anteriores.
Volvamos al título de este artículo, ¿qué diferencia al poema de la prosa? Está claro que es el formato de la escritura, porque los poemas se escriben en versos (en general sujetos a medida y cadencia) y la prosa es la escritura normal en la que nos guiamos por las normas gramaticales. En cambio, como he citado, el contenido del texto no es el condicionante y un texto lírico puede estar escrito como un poema lírico o como prosa poética.
Veamos dos ejemplos del poemario de Juan Ramón Jiménez “Diario de un poeta recién casado” (1916), titulados “El amor en el mar” y “Soledad”
El amor en el mar
¡Va a nacer también aquí y ahora! Vedlo. Nácares líquidos. Las sedas, las caricias, las gracias todas, hechas olas de espuma. ¡Ya!… ¡Allí!… ¿No?… ¿Será culpa del fraile?
¡Da ganas de llorar que el barco, ¡el oso este!, pese así, negro y sucio, sobre el agua, esa espalda de ternura! ¡A ver! ¡Que quiten de aquí el barco, que va a nacer Venus! -¿Y dónde lo ponemos? ¿Y dónde lo ponemos?
¡Apolo, amigo solamente de la diosa, que vas mientras tocan aquí el rosario, con tu ramo grana –blanco en la aurora, de oro al mediodía-, a tu casa del poniente! ¡Apolo, amigo solamente mío; Venus murió sin nacer, por culpa de la Trasatlántica!
Soledad
En ti estás todo, mar, y sin embargo,
¡qué sin ti estás, qué sólo,
qué lejos, siempre, de ti mismo!
Abierto en mil heridas, cada instante,
cual mi frente,
tus olas van como mis pensamientos,
y vienen, van y vienen,
besándose, apartándose,
con un eterno conocerse,
mar, y desconocerse.
Eres tú, y no lo sabes,
tu corazón te late y no lo siente…
¡Qué plenitud de soledad, mar sólo!
- Jiménez, Juan Ramón (Autor)
Son dos realizaciones poéticas, o sea dos poesías, la primera como texto corrido en prosa y la segunda como poema de versos blancos que combina versos de 5, 7, 9 y 11 sílabas de ritmos acentuales armónicos. Esto, junto a la coincidencia de los finales versales con estructuras sintácticas (lo que facilita las pausas versales), justifica que este texto se parta en versos como un poema.
No obstante, hay algunos poetas contemporáneos que parten los textos en versos que no se sostienen ni por motivos sintácticos ni armónicos, ni tampoco por la descripción de las supuestas imágenes poéticas que contienen estos textos. Esto es algo que desmerece al verso, aunque pretenda ser “verso libre”, ya que el verso libre no sujeto a una cadencia rítmica debe tener, además de un contenido calificable como poético, un sostén sintáctico que no corte los “sirremas” gramaticales.
Antonio Quilis, uno de los mejores tratadistas métricos, define el “sirrema” como “la agrupación de dos o más palabras que constituyen unidad gramatical perfecta, unidad tonal, unidad de sentido, y que además forman la unidad sintáctica intermedia entre la palabra y la frase.” La ruptura del “sirrema” entre dos versos consecutivos es algo muy difícil y solo es posible en algunos “encabalgamientos”, con un sostén de rima o metro silábico, pero no es posible si se trata de un “verso libre”.
Quilis cita los “sirremas” típicos del español: sustantivo y adjetivo: la casa blanca; sustantivo + complemento de nombre: la casa de Juan; verbo + adverbio: vive bien; tiempos verbales compuestos: él había vivido; perífrasis verbales: tenía que venir; palabras con complemento preposicional: salir con Juan; y pronombre átono, preposición, conjunción con su elemento siguiente: lo siguió; por casa; aunque vino.
Pongo como ejemplo algunos cortes versales de Carlos Pardo; buen poeta, pero que a veces corta sus versos por donde no toca.
Aunque mi predisposición
era la de quien ora al cuchicheo
de la grava, me distraían dos
souvenirs
y recordé un hogar minimalista (…)
(…) Cambio de tema. No
te conocí.
Para mí queda claro que: “era la de quien ora al cuchicheo /de la grava, me distraían dos / souvenirs” y “Cambio de tema. No / te conocí.”, se trata de versos mal cortados. ¿Qué sentido tiene separar “dos” de “souvenirs”, o “No” de “te conocí”?
Otro ejemplo de otro poeta conocido, Javier Rodríguez Marcos:
Recuerda el paraíso. Era un lugar sin agua
caliente. Una cortina
partía en dos la casa (el horno de carbón
a este lado —sin funcionar—
y al otro aquel televisor en blanco y negro)
Este primer corte versal creo que no aporta nada, sino todo lo contrario: “Recuerda el paraíso. Era un lugar sin agua / caliente. Una cortina”. ¿Qué sentido tiene cortar en dos versos el sustantivo “agua” y el adjetivo “caliente”? Si lo que quiere el poeta es escribir versos con ritmo métrico, les tiene que dar alguna consistencia sintáctica, que aquí no la hay, y además un buen recitado debería eliminar la pausa versal.
Conclusión: prosa y poema son formatos de escritura. La “prosa” regida por las normas sintácticas y el “poema” por las normas métricas y la división en versos. De estas normas pueden escaparse los “versos libres”, pero siempre que los sustenten imágenes poéticas y estructuras sintácticas. La “poesía” es un género literario asociado a lo lírico (o épico y dramático), pero hay una cierta polisemia de la palabra que la asimila a “poema”. Todos los poemas líricos son poesías, pero hay poemas humorísticos o de denuncia que no todo el mundo considera poesía. La prosa abarca géneros muy variados y los influidos por el “lirismo” se consideran “prosa poética”, pero no poemas. Por último, los poemas deben estar divididos en “versos” que son más que renglones de escritura, ya que deben tener como mínimo una cierto ritmo o cadencia, salvo que sean “versos libres” soportados por imágenes poéticas y por una estructura sintáctica.
No sé si habrán parecido claras a todos estas explicaciones, ya que son términos que a veces en la práctica se utilizan mal, se solapan o se confunden. Por eso, quedo a la disposición de los lectores para todas las aclaraciones o dudas que se presenten.
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