Luis Wells nace en Buenos Aires en 1939, estudia y se recibe de Profesor de dibujo, grabado e ilustración en la Escuela Nacional de Artes Prilidiano Pueyrredon la ciudad de Buenos Aires.

Fue distinguido con numerosos premios, entre ellos: Premio Excellence on Design(Nueva York,1970) ; Konex a las 100 mejores figuras de la Historia de las Artes Visuales Argentinas(1982); Gran Premio de honor de la Bienal de Valparaíso (1989), premio Konex (1994); Premio a la Trayectoria Asociación Argentina de Críticos de Arte (1996); Gran Premio de Honor Salón Nacional de pintura (1997).
Considerado unos de los introductores del movimiento informalista en Argentina, junto a Alberto Greco, Mario Pucciarelli, Enrique Barilari, Kenneth Kemble y otros, que en 1959 hicieron su primera exposición en Buenos Aires. En aquél momento estaban en auge las vanguardias que pregonaban la ruptura con arte figurativo y representacional para dar lugar a expresiones abstractas con preponderancia de lo matérico y desechos, como latas oxidadas, troncos y maderas envejecidas. Este arte de ruptura desemboca en la desmaterialización del arte.
En esta muestra Wells utilizó collages con latas, arpilleras y leños como en el caso de Objeto de Cobre y Madera y también en Tributo a Simak donde privilegia la madera de cajones de verdura, maderas de muebles viejos con graffiti, pinturas y troncos encastrados o en Viejas Potrancas que asoció la madera con papel de diario pegado sobre ella y pedazos de hierro. Estas obras son objetos -relieves cuyo volumen está dado por lo pedazos de tronco, cartón o madera que sobre salen del plano del cuadro para resaltar la cualidades del material empleado en la composición.
En 1965 gana el premio especial del jurado Premio Torcuato Di Tella, otorgado por el Instituto del mismo nombre por su obra Denotación Espacial consistente en la decoración de un techo, que consta de diversos paneles con franjas paralela coloreadas en ondulación, en general los techos de Wells están elaborados con sinuosidades y aristas coloreadas que emergen del plano, esto le transmite volumen y así aparece el techo como una escultura dentro el espacio de la habitación.

Wells considera que la ornamentación de los techos “no es nada nuevo, es una vieja idea, ya se hacían en el Renacimiento, el mejor ejemplo es la Capilla Sixtina, es un plano de la habitación que se deja sin usar, al recuperarlo lo vuelvo contemporáneo” con la incorporación del volumen realza el cielo raso y le da la preponderancia que no tiene habitualmente, destacando las luces y sombras provocada por las ondulaciones del volumen.
En el mismo año viaja a Londres con una beca del British Council, en la capital inglesa trabaja en el Royal College of Art. En esa institución se perfecciono en escultura, técnica que ya aplicaba en sus primeras expresiones en la realización de sus objetos-relieve.
Luego de permanecer un año en Inglaterra, donde no se sentía cómodo y donde “había hecho todo lo que tenía que hacer”, decidió trasladarse a Estados Unidos, porque estaba interesado en observar lo que allí se hacía.
Cuando llegó a Nueva York en 1967, se encontró con que todo “era muy duro y difícil para los latinos”, ya que esta ciudad rivalizaba con Paris por ser el centro del arte mundial y de las manifestaciones artísticas del momento; por esta razón sólo exponían norteamericanos, ni europeos y mucho menos latinoamericanos podían hacerlo.

Como reacción Wells unido a otros artistas latinoamericanos que residían en Nueva York, (los argentinos Liliana Porter, Cesar Paternosto, Miguel Ocampo, Fernando Maza, Luis Felipe Noé…; el uruguayo Luis Camnitzer; los brasileños Ana María Maiolino y Rubens Gerchman; los colombianos Omar Rayo, Fernando Botero y Leonel Góngora; el guatemalteco Rodolfo Abularach y el mexicano Arnold Belkin, entre otros) decidieron en 1969 fundar el Museo Imaginario Latinoamericano de Nueva York que se integraba con “los talleres de cada uno de nosotros” .Solo existió la Galería Bonino, Argentina, que inauguró un espacio en Nueva York e hizo algunas muestras de artistas latinos, pero luego se dedicó solo a artistas norteamericanos. El Museo tuvo importancia simbólica.
Allí permanece por 9 años hasta que en 1975 regresa definitivamente a la Argentina y se establece en Buenos Aires.
En la ciudad de Córdoba hay algunas esculturas de Luis Wells. La Serpiente, de la serie Toys enclavada en la Avenida Rafael Núñez, es una obra de 5, 50 metros de alto realizado por solicitud de Luis Colombo, dueño del Ristorante Italiano, que quería una escultura como modo de señalización del lugar de emplazamiento de su restaurant. La Serpiente fue elaborada en forma geométrica con varios paneles de hierro ensamblados en forma de triángulo y pintados de colores primarios y complementarios, donde el color es el elemento dominante .En una de sus caras destaca los azules y sus complementario violeta, celeste, verde y en la otra fase los rojos, amarillos, ocre, en algunos cierra la composición el negro. En la obra emerge en un ziz zaz que se eleva hacia arriba en blanco y gris, imitando la cabeza de la serpiente.

También la ciudad de Córdoba tiene una escultura homenaje al músico Herbert Diehl ubicada en el Parque de las Teja en la entrada de la ciudad Universitaria.
En la rotonda, a la entrada de la ciudad de Embalse de Rio Tercero en la provincia de Córdoba, está en ejecución una nueva obra del artista.
Actualmente sigue interviniendo techos para familias particulares de las ciudades de Buenos Aires y Córdoba, a la manera de un Miguel Ángel vernáculo
Cabecera: Collage de las latas, 1959 – De Jeronimomv – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0
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