Las nueve musas
Coronavirus

La ópera en el mundo del coronavirus

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Puede entenderse que en medio de una emergencia sanitaria, con miles de muertos a nuestro alrededor, la cultura no signifique una prioridad, lo cual es cuestionable dado que el uso de las redes no sólo se ha centrado en el contacto con nuestros familiares, amigos o relaciones de trabajo, sino una parte esencial ha sido el esparcimiento y entretenimiento que significa la creación artística: vistas virtuales la museos, películas, series, música y por supuesto, literatura, virtual o no, la verdad es que más de dos meses de encierro sería imposible de sobrevivir sin ninguna de estas posibilidades de ocio y distracción.

óperaAún así,  desgraciadamente la actitud de los gobiernos frente a al cultura nunca ha sido darle un lugar prioritario, y en el ámbito latinoamericano, por desgracia, ni hoy ni nunca, sea la época que sea. Al parecer la cultura sigue sin tener un lugar en los planes de recuperación de muchos países de nuestro entorno hispo americano.

En este artículo hablaremos de dos casos muy concretos: México y Chile. Dos países cuya situación económica es de las mejores de Latinoamérica y sus respectivas tradiciones operísticas tienen un camino largo y actualmente son financiadas por el estado.

Hay muchas cosas en común entre ambos países: tenemos por ejemplo, el hecho de que se cuenta con una única casa de ópera oficial, con grupos artísticos de coro y orquesta pagados por el estado de la misma manera que los demás trabajadores, es decir sin especificaciones especiales debido a su ejercicio y que su producción es bastante poca, normalmente muy en la línea  tradicional y consumida sobre todo por una clase media cada vez menos numerosa.

Ambos países han dado al mundo grandes cantantes de ópera, aunque su producción operística no es comparable, si lo es la inversión que hace el estado en ella.

En el caso mexicano, como siempre, hay factores de desigualdad que asombran. A pesar de que el sector cultural tiene una participación de 3.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México,[1] (lo que significa que durante 2018, el sector cultural generó un monto de 702 mil 132 millones de pesos[2]) cuenta con una inversión ese mismo año de 12 mil 906 millones ese mismo año, presupuesto que se ha reducido en los dos años siguientes de manera significativa.

Por su parte las cifras chilenas no son menos injustas Según esta información proveniente del último catastro realizado por el Ministerio de la Cultura, el sector aporta un 2,8% al PIB del país. Sin embargo Hacienda sólo invierte un 0,4% de su presupuesto anual en Cultura.

Todo esto sin tomar en cuenta la aportación de la cultura a la mejora del tejido social, lo que significa en la calidad de vida de los ciudadanos o en la educación.

ocio y distracciónPareciera que estos dos gobiernos hacen un gran negocio con ésta pequeña inversión, sin embargo es este apoyo tan escueto el que impide la generalización del acceso cultural a todos los sectores de la sociedad de ambos países.

Y dentro de este sector, tan injustamente tratado por las haciendas chilena y mexicana ¿Qué consecuencias ha tenido la pandemia y el paro de actividades? Devastador por supuesto.

No tanto dentro de los grupos artísticos oficiales -coros y orquestas estatales- o dentro de la academia artística –profesores de facultades de arte, conservatorios o escuelas nacionales- quienes reciben un salario mensual como trabajadores del estado (alrededor del 20% de los profesionales), o los becarios del Fondo nacional para la cultura y las artes -quienes también son un porcentaje bastante bajo de la población artística del país- como en lo que se refiere a los artistas autónomos, libres e independientes que viven de cantar, dirigir, iluminar, componer, investigar o tocar instrumentos, es decir a la mayor parte de los artistas escénicos y operísticos de cada uno de nuestros países.

Comenzando por  las estrellas de la ópera que invirtieron tiempo y trabajo aprendiendo y ensayando óperas que no van a cantar, además de perder sus salarios, que en algunos casos son cientos de miles de dólares, porque les han cancelado todos los contratos del resto del año y algunos incluso del 2021. Es evidente que en esa misma situación están todas las estrellas operísticas del ámbito mundial y no sólo las mexicanas, pero impacta pensar que incluso ellos han tenido que enfrentarse a un año entero sin ingresos.

Si continuamos con los artistas profesionales que viven de lo que ganan con conciertos, recitales y presentaciones, profesores particulares y todos los que se relacionan con eventos líricos, tenemos un sector en una crisis que ha llegado a plantearse incluso la venta de sus instrumentos o el cambio de sector productivo, por la imperiosa necesidad de dinero en efectivo.

En cuanto a las agrupaciones, que a pesar de ser oficiales no han planteado un apoyo a sus trabajadores de manera justa y lega, estamos viendo casos como el del coro polifónico del Estado de México, cuyos cantantes no son sujetos de contratación sino becarios, con lo cual se suspenden sus derechos laborales y que gracias a esta pandemia simplemente los despidieron sin razones ni explicaciones.

Los integrantes de esta agrupación se enteran por un comunicado de prensa que sus salarios no se les van a pagar porque se destinarán a los esfuerzos del sector salud para paliar la pandemia. Con todo cerrado ¿qué piensan que pueden hacer los cantantes con esta situación? ¿Cómo van a sobrevivir durante meses de encierro sin ingresos?¿A quién acudir si es el propio estado quien te está quitando la fuente de ingresos?[3]

Así es que el 80% de los artistas escénicos y los músicos dedicados a la ópera en México están en una situación de indefensión, precariedad y si, por supuesto,

emergencia sanitariaCANTO Y COVID-19 EN CHILE

Desde sus inicios la ópera en Chile ha atraído a entusiastas de todas las clases sociales y también ha dado origen a artistas chilenos con carreras meritorias tanto en el país como en el extranjero, sobre todo en las últimas décadas.

Desde su fundación la producción operística se ha encargado casi exclusivamente al Teatro Municipal de Santiago, el que ha vivido bonanzas, escasez y cuyo modelo de negocio ha sido la producción de temporadas con la actuación de artistas extranjeros de renombre toda vez que el presupuesto lo ha permitido, relegando a un segundísimo plano a los y las artistas nacionales.

A esta fecha del siglo XXI no tenemos una política seria en favor de una ópera propiamente nacional, ni de nuestros artistas y trabajadores. Después de la dictadura tanto la institucionalidad como la infraestructura cultural han crecido. Hoy existe una red donde se suman el Teatro Municipal de Santiago, nuevos teatros regionales,  temporadas universitarias de conciertos, eventos y bolos que dan trabajo a músicos y cantantes. Sin embargo es de público conocimiento que el sector artístico presenta una de las tazas de empleabilidad más bajas.

Los cantantes líricos han sido uno de los afectados más invisibles pues suele calificarse a la ópera como la más glamorosa de las artes, sin embargo las oportunidades de ganar roles cada temporada son escasas pues se ofrecen pocas plazas, la competencia es mucha y además la desigualdad salarial en favor de cantantes extranjeros y en detrimento de los nacionales ha sido un secreto a voces históricamente escandaloso.

Lo que era un problema antes del COVID-19 hoy es una responsabilidad que requiere una respuesta urgente del gobierno, toda vez que gran parte del presupuesto con que se produce ópera proviene del Estado.

Hasta hace poco tiempo el gremio de cantantes permanecía apartado del resto de la fauna escénica, pero en 2018 un grupo de profesionales se organizaron a raíz de que la ópera fue excluida de la nueva Ley de Artes Escénicas y crearon ACLICH, Asociación de Cantantes Líricos de Chile. [i] La organización se hizo escuchar en el Senado con lo cual no sólo logró evitar esta exclusión, sino que generó sinergias con otros gremios y hoy está a la cabeza de la vocería del sector.

El 01 de mayo 2020 ACLICH lanzó una campaña en Twitter solicitando una respuesta efectiva del gobierno frente a la pandemia.

 “ALERTA DE Twittazo #CulturaBienPublico 10 hrs – Viernes 1 de Mayo

¡HOY defendemos juntos nuestra cultura y patrimonio, sus trabajadores y organizaciones!

La constitución no garantiza el derecho a la cultura, sometiéndola a un estado subsidiario y concursable, pero ¿cómo sobreviven sus trabajadores si Hacienda, Desarrollo Social y Economía les dan la espalda?

La labor de l@s trabajador@s de las artes, las culturas y el patrimonio debe ser reconocido y valorado mediante financiamiento estable a la creación artística y espacios culturales. Hoy el 54,5% ha sufrido la cancelación de sus actividades.” (Imagen 1)

La temporada de conciertos ya estaba mermada por causa del levantamiento social de octubre de 2019 y ahora está totalmente detenida. Consultados varias y varios artistas sobre cómo les está impactando la crisis COVID-19, a continuación las impresiones de tres, quienes trabajan en el ámbito académico, en la ópera  y en el mundo independiente.

CLAUDIA PEREIRA, SOPRANO

La profesora Claudia Pereira es una de las sopranos más requeridas en el país.

“Soy una de las privilegiadas que tiene ingresos estables como académica de dos universidades. No he visto afectado mi sueldo como profesora, pero sí lo previsto por conciertos cancelados sin fecha de reprogramación. Esta situación es grave porque la gran mayoría de los cantantes en Chile viven de conciertos y bolos. El proceso docente tendrá  posibilidades de recuperar el tiempo perdido porque seguimos avanzando por teletrabajo. Se aplazará actividades como egresos y titulaciones, pero no más allá de unos meses, sin embargo hay alumnos que han preferido repetir el semestre para continuarlo de manera presencial. En un primer momento se pensó que la enseñanza presencial podría retomarse en junio, hoy se habla incluso de septiembre. Todo es incierto, estamos viviendo apuestas en el aire. En Chile no se ha alcanzado el pico de contagios y resulta difícil aventurar a qué situación vamos a llegar. Por lo mismo pienso que el mayor perjuicio se verá en el proceso de reactivación de conciertos y actividad coral, dadas las características físicas de los espacios de ensayo y presentación y es  obvio que no se puede reagendar todo lo que se ha cancelado hasta ahora. Esto supondrá una baja aún mayor en las oportunidades de trabajo para los solistas, porque el mercado laboral para los cantantes ya era limitado antes del COVID-19 porque suele haber muchos más postulantes que plazas de trabajo.”

MADELENE VASQUEZ, SOPRANO

Es Jefa de Cuerda de sopranos en el Coro del Teatro Municipal, canta como solista en eventos, matrimonios, conciertos para municipalidades y bolos.

“Si viviera como independiente estaría debajo de un puente, porque todos los compromisos fueron cancelados indefinidamente. Soy de las afortunadas que tiene un sueldo y además tuve la suerte de pre cobrar parte de los contratos que ya había formado, con lo cual dispongo de recursos a pesar de que las actividades están por realizarse, pero empatizo totalmente con los colegas que están en la incertidumbre. A raíz de la pandemia la temporada del Teatro Municipal se detuvo, se detuvo el trabajo vocal y de preparación de repertorio. Esto golpea emocionalmente porque corta la visión de horizonte para el resto del año. El Teatro cerró con la expectativa de volver el 01 de junio pero no se sabe qué ocurrirá después de esa fecha por la velocidad en que las condiciones van cambiando. Los sueldos del coro están garantizados hasta junio, más allá no tenemos información oficial. Se entiende que los recursos del Teatro son limitados sobre todo porque está enfrentado una crisis financiera en que alcanzó una deuda de 7.000 millones de pesos (7,5 millones de euros) en los últimos dos años. En el  Teatro se ha comentado que se podría abrir al público en octubre, pero no hay certezas. Decidir si convendrá o no abrir con un aforo reducido a un tercio de su capacidad será labor de la administración. Mientras, se está invitando a los artistas a generar material desde casa para poder seguir en conexión con la audiencia a través de redes sociales.  Hicimos un video con las Brujas de Macbeth,[ii] estas son actividades que ocupan tiempo pero no pueden alcanzar la misma calidad que el trabajo en el escenario. Los artistas no estamos preparados para crear contenido de calidad desde nuestras casas.

La soprano es la secretaria de la Asociación de Cantantes Líricos de Chile donde intenta aportar una visión optimista sobre el futuro. Considera importante la colaboración y el transparentar la problemática cotidiana de los cantantes a objeto de encontrar soluciones.

“Cambiar nuestra cultura interna es otra necesidad al momento de enfrentar el futuro, por eso mismo nace ACLICH, para generar nuevas perspectivas desde la realidad de los artistas. Los cantantes salimos de la escuela con la ilusión de cantar ópera en el Municipal y nada más y con ese pensamiento no se avanza en otra dirección, nos hemos quedado en la comodidad de apostar por lo tradicional. Además las pequeñas compañías que hacen ópera por su cuenta lo hacen a costa de esfuerzos personales y eso puede no ser sostenible en el tiempo.”

 Con cultura interna, entre otras cosas, se refiere coloquialmente al enzorramiento, haciendo alusión a un cuello de zorro sobre los hombros de las señoras que asisten a la ópera, pero también a la penetración que tiene esta visión glamorosa en la mentalidad de los y las cantantes.

“De hecho al interior del gremio existe la creencia de que nuestro arte es tan, tan valioso, que es el más valioso de todos. Esta crisis nos da la oportunidad de repensarnos como trabajadores/as, más que como artistas. Tomará por lo menos un año salir. Habrá que resolver el problema sanitario y re encantar al público para llevarlo a los espacios, ¿cómo logramos que una Municipalidad quiera gastar en una propuesta de concierto y cómo hacemos para que la gente asista? Hará falta un trabajo de motivación y a su vez desmitificar a la ópera como un arte docta que sólo pertenece a la elite. Es necesario cambiar la actitud individualista y temerosa de la competencia al interior del gremio, es natural cuando hay pocas plazas de trabajo, pero la sana competencia nos puede ayudar a atraer al público. Post Coronavirus no hay certezas, pero los cantantes tendremos que ser más lúdicos, despercudirnos de esa imagen enozrrada, explorar lo que está pasando en otras en otras artes y formatos. La música popular tuvo que mutar desde lo presencial a lo digital y desde allí al formato íntimo para poder sobrevivir. Por eso ya se está conversando la idea de realizar un festival de ópera independiente, de allí la importancia de ACLICH y si surgen otras organizaciones con otras ópticas, ¡bienvenidas!

CRISTIÁN MOYA

Cristián Moya es un barítono titulado por la Universidad Católica de Chile con reconocida trayectoria en el circuito nacional, también es sonidista y se dedica a la docencia del canto.

“De los alumnos que tenía se han quedado tres y tuve que adaptar mi sala de estudios para darles clases vía internet. Normalmente trabajo cantando en funerales junto a mi  esposa, la soprano Jenny Muñoz, tarea imposible de hacer hoy día. No recibiremos ingresos por los compromisos suspendidos, como una Tosca del Teatro Municipal de Temuco aplazada al menos un semestre. Tengo un ahorro proveniente de lo que habíamos hecho antes del COVID-19, afortunadamente estoy libre de deudas, pero creo que la economía no resistirá y tendré que recurrir a créditos en el corto plazo, no veo otra alternativa. El gobierno creó una ayuda de emergencia a través de un BONO COVID-19, según la ficha social mi familia puntúa con $60.000 (65 euros) porque arrendamos vivienda y porque somos independientes (autónomos). A pesar de lo ridículo de esta cifra NO calificamos para recibir el bono (imagen 2). No se trata de que el estado “ayude”, ni de rogar por ayuda, se trata de que el estado se haga RESPONSABLE. Las AFPS están perdiendo plata de los cotizantes en los mercados extranjeros en lugar de que esa plata esté disponible para la gente que la necesita, ¿para qué siguen perdiendo dinero? Me estoy informando en prensa de izquierda y derecha, porque desconfío del manejo de Piñera. La única forma de detener al virus es con confinamiento total, pero el gobierno ha decretado un “confinamiento selectivo”, es decir en ciertos sectores del territorio y en otros no (eldiario.es)[iii]. Para mi bienestar  mental estoy escribiendo canciones y he abierto un canal en YouTube[iv] donde trato de aportar algo positivo al momento. Soy optimista pero tengo dos niñas en edad escolar y si es necesario “enterrar mi arte” me lo planteo.”

Así las cosas el COVID-19 vuelve a desnudar la falsa imagen de país oasis promovida por Piñera y desvela la dramática  desigualdad económica y social que se vive en Chile. En los registros de ACLICH existen otros 170 cantantes, fuera de aquellos profesionales que no están asociados, así mismo hay cantantes que trabajan en la actividad coral, en colegios o directamente en otros oficios. ACLICH ha implementado su propia campaña de ayuda con pequeñas sumas para los colegas que están literalmente en “la pitilla” e insta a recurrir a esta ayuda sin vergüenza. En poco tiempo ACLICH logró hacerse oír en el Senado y lo está haciendo nuevamente, la preocupación ahora es la actitud del gobierno.

El 23 de marzo 2020 el Ministerio de Cultura publicó en su plataforma:

“A raíz de la crisis sanitaria provocada por el brote de COVID-19 y los efectos que ha tenido en el sector cultural, el ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, tomó la decisión de reformular algunos instrumentos y programas para crear un nuevo plan ante la crisis sanitaria que distribuirá aproximadamente 15 mil millones de pesos al sector artístico y cultural (15 millones de euros). Estos recursos se destinarán, principalmente, a la adquisición de contenidos culturales (pagos de derecho de autor), al fomento de la creación artística, y a proteger los espacios y organizaciones culturales afectadas en razón de la contingencia.

«Lo primero que hemos tratado de hacer ante la contingencia es diagnosticar y alinear los recursos en razón de las necesidades. Lo anterior, sin afectar ningún fondo existente. Esta reorientación de herramientas busca generar un apoyo necesario tanto para los creadores como para las instituciones. Es parte de un proceso que hemos iniciado como ministerio y que tiene nuevas alternativas de colaboración. En ese sentido, necesitamos saber en qué medida y de qué manera ir apoyando a proyectos y organizaciones”, explica Consuelo Valdés, ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.[v]

En la última asamblea anual de ACLICH realizada los días 22 y 23 de abril vía Zoom, se explicó que estos recursos se entregarían por medio de concurso debido a que el Ministerio no cuenta con la atribución legal para asignar dinero en forma directa. Es decir los afectados deberán competir por ayudas para sobrellevar la subsistencia durante esta pandemia. El 25 de abril, a través del Diario El Mercurio el Sub Secretario de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, explicó que las medidas concretas para la entrega de los recursos se conocerán en junio. Pero en la práctica los recursos podrían tardar meses en llegar a las manos de quienes se los adjudiquen. Con lo cual se sobre entiende que no hay para todos. En este panorama hace unos días la Asociación Nacional de Artistas entregó el siguiente comunicado denunciando la ausencia de la Ministra en la Comisión de Cultura en la Cámara de Diputados donde se trataría la crisis (imagen 3).

La ministra se explicó por medio del Diario La Tercera.[vi]

“Esta situación me ha hecho reflexionar respecto a las atribuciones del ministerio y me he preguntado si en nuestro país cuando hay situaciones de crisis, sequías, terremotos, aluviones, hay carteras que pueden inyectarle recursos directamente al pequeño agricultor o al criador, por qué no pensar a futuro en algún proyecto de ley para que nuestro ministerio, en casos excepcionales, tenga facultades para otorgar bonos sociales que vayan directamente al trabajador cultural que está sufriendo”

En opinión del Presidente de ACLICH y ex presidente de Federación de Sindicatos del Teatro Municipal, el tenor Cristián Navarrete:

“…es interesante que reconozca (la ministra) las limitaciones del MINCAP (Ministerio de las Culturas) y que en otros países hay aportes directos de los ministerios de cultura. Y qué trabajaría si se juntara con otras carteras, pero cuando tiene oportunidad de trabajar con los diferentes sectores de la cultura, ella no aparece. Ni los representantes de los otros ministerios. Su discurso no es malo pero en la práctica no está pasando. Los ejes para covid19 que menciona son los mismos que dimos en la reunión nuestra (ACLICH) con un agregado de capacitación que las organizaciones pidieron.”

Al parecer seguirá siendo complejo captar la sensibilidad de este gobierno frente a una urgencia doblemente precarizada, pues según asegura el Sub Secretario al Diario El Mercurio:

“Hay que entender que el Estado se rige sobre procesos administrativos que buscan la transparencia y objetividad en la entrega de recursos y que tiene que regirse sobre la legalidad del gasto”

También hay que entender que el Estado tiene la facultad de actuar en forma extraordinaria en situación de catástrofes y esta es una de proporción mundial.

Covid 19A MANERA DE CONCLUSIÓN

 Ni Chile ni México han encontrado una manera de entender la cultura como una de las bases de su civilidad, mucho menos el ámbito operístico, que se considera un arte extranjero, a pesar de la tradición, el enraizamiento y la proyección internacional de nuestros artistas líricos.

En México ni siquiera se ha planteado una ayuda a los artistas que no pueden ejercer su profesión. En Chile la inversión cultural no llega ni tan solo a los niveles de la que hizo el gobierno mexicano hace dos años. Y sin embargo, a pesar de todo esto, nuestros artistas siguen ahí, esperando volver a cantar, haciendo grabaciones para compartir con todos, han sido tan generosos como para ceder sus derechos de imagen en las proyecciones gratuitas de su trabajo, en dar conferencias, pláticas y clases magistrales on line.

Siguen ahí: apoyando a la sociedad recluida en espera de que cuando volcamos a la calle, no se nos haya olvidado lo mucho que nos dan.

Resulta que aquí todos tenemos que entender, pero a la ópera hace mucho que nuestros gobiernos no la entienden, no la apoyan y no la quieren. Tenga los resultados que tenga.

En colaboración con Gerardo Wistuba

(Intérprete Superior en Canto, Universidad de Chile. Máster en Música Universidad de Barcelona)


[1] Datos del último informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía INEGI.

[2] equivalentes a 26 597 656,92 millones de euros

[3] https://televisaregional.com/estado-de-mexico/noticias/estimulos-del-coro-polifonico-del-edomex-para-atender-emergencia-sanitaria-rodrigo-macias/

[i] ACLICH

[ii] Coro Profesional Teatro Municipal, Brujas de Macbeth

[iii] eldiario.es

[iv] Cristián Moya, canal

[v] Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

[vi] Diario La Tercera


 

Enid Negrete - Ópera

Enid Negrete

Enid Negrete se ha formado profesionalmente tanto en el medio musical como en el ámbito teatral. Es Doctora en Artes Escénicas por la Universidad Autónoma de Barcelona. Reside en esta ciudad desde hace quince años, donde ha trabajado como productora y directora de escena de teatro y ópera, así como especialista en archivos operísticos, crítico, profesora y articulista.

Como investigadora fue la primera en estudiar los archivos históricos de los dos teatros más importantes de ópera de España: El teatro Real de Madrid (actualmente consultable en el Institut del Teatre) y el Archivo histórico de la Sociedad del Gran Teatro del Liceo de Barcelona (en proceso de digitalización por la UAB). De 2013 a 2016 fue investigadora invitada del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información “Carlos Chávez” del Instituto Nacional de Bellas Artes de México, donde realizó el diseño de la primera línea de investigación de la ópera en México.

Desde el año 2006 ha colaborado en diferentes publicaciones especializadas en ópera, música clásica y artes escénicas, tales como Ópera Actual, Opus Musica, La onda, Revista ADE de la Asociación de Directores de Escena de España, Heterofonía y Recomana.cat.

Actualmente es la presidenta de la Fundación Arte contra Violencia dedicada a apoyar a los artistas de escasos recursos, dar formación profesional y difundir el arte mexicano en Cataluña.

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