Las nueve musas
Rafael Camarasa

«El que mira» de Rafael Camarasa

Promocionamos tu libro

El último poemario de Rafael Camarasa, publicado por la editorial Visor y que acabó siendo galardonado con el XLVII Premio Ciudad de Burgos consta de tres partes, la primera, a modo de prólogo, se titula “Miopía” y contiene el poema titulado “Dioptrías” en el que ya vislumbramos lo que nos vamos a encontrar, en el poema la realidad se presenta como algo borroso, la imposibilidad de ver nítidamente, pero dejando entrever que la vista no lo es todo, hay que mirar con los ojos del alma.

Rebajas
El que mira: 1162 (Visor de Poesía)
3 Opiniones

La segunda sección del libro, la que contiene el grueso del poemario, titulada “Hipermetropía” ahonda en la temática del paso del tiempo y de la importancia de observar, Camarasa tiene la capacidad de aludir a aspectos rutinarios o situaciones vitales aparentemente estériles de las que entresaca reflexiones vitales, en algunos casos con tintes filosóficos, para invitarnos a presenciar la belleza que esconde la existencia, por efímera que sea. En el poema que abre esta parte, “El buen egoísta”, encontramos ese deseo de evitar el paso del tiempo por el hecho de querer eternizar los instantes de belleza: << Extasiado por la belleza, / deseas que el tiempo no transcurra, / pero lo que de verdad querrías, egoísta, / es que no pasara por ti, / para los tuyos. //>>

El poeta debe estar al pie del cañón para cantar la vida por cruda que sea, así ha sido y así debe ser siempre, es la esencia del género, en esta idea también indaga Rafael Camarasa en su poema “Accidente”, mostrando esa dicotomía entre lo fatal (un accidente) y el canto ajeno de los pájaros, que producen belleza y que son vagamente percibidos con cierto denuedo: << En medio de la horrible tragedia,/ los pájaros cantan.// (…) Las gargantas de los pájaros -quizá gorriones-/ emiten su sonido sin saber que es bello,/ y solo el hombre,/ incluso uno que agoniza,/ es capaz de percibirlo como canto.//>>

Como decíamos anteriormente el poeta es un observador, consciente de que mirar, únicamente por los ojos, puede hacer que caiga en el error de adherirse a elementos distorsionadores, por ello hay que ser consciente de que la percepción debe ser más exhaustiva y clarificadora, como se esboza en el poema “Luces”: << En el resplandor de los grandes almacenes/ me pruebo trajes que parecen hacerme más guapo,/ zapatos que me elevan unos centímetros,/ perfumes que de olerlos te harían creer/ que soy un hombre saludable.// La mentira eléctrica de esta luz/ hace invisible la herrumbre…/>>

Encontramos en la poesía de Camarasa una indagación sugestiva escondida en lo superfluo, al leer sus composiciones nos queda un regusto de nostalgia que, con el paso de las páginas, se hace cada vez más incipiente. Me viene a la memoria la poesía de Eloy Sánchez Rosillo, de Antonio Moreno, de José Iniesta y tantos otros poetas que indagan en lo cotidiano, como Camarasa, que lo hace para llegar al tuétano, y es que la poesía tiene esa misión, y así lo vemos en el poema “Artrosis acromioclavicular”, en el que llegamos a entender que los huesos son nuestra materia más perdurable, aquello que permite que nuestros predecesores conozcan las huellas de nuestros pasos, de nuestros sufrimientos (las heridas, los daños las fisuras…), aunque estas no son imborrables: <<No hay alegría en los huesos./ El traumatólogo lo sabe./ Vio muchos músculos y osamentas,/ y nunca halló la felicidad de los veranos.// En su lugar, huellas como de metralla,/ fracturas, tumores, mermas,/ líneas torcidas por gestos que se hicieron mal/ pero se hicieron a pesar de todo.//

En el libro también encontramos ese juego de espejos en el que hay metapoesía, hay alusiones al cine, a la pintura y al arte en general, algo que nos permite transportarnos, junto al poeta, a otras épocas o lugares, ocurre con “De la madera de un poema de Simic” o “La joven de la perla”: <<Más que verte, huelo en ti/ el aire de mí mismo en otro aire, / y no te imagino desnuda. Si acaso, / solo en bikini. //

A continuación, encontramos un conjunto de poemas que adquieren cierto cariz costumbrista, pues son escenas consideradas “cotidianas”, por ejemplo, en “Niños en mi salón” presenciamos una escena en la que los niños dibujan y juegan a ser dioses de la creación hasta que se inicia una disputa entre hermanos que acaba convirtiendo a estos “dioses” en seres humanos, dándonos a entender que en la confrontación está nuestra esencia, nuestra idiosincrasia como raza.

En “El año que nevó en todo el mundo” encontramos un ensalzamiento de la vida recogida, al abrigo de un hogar bien abastecido.

“Rosas”, quizás uno de los poemas más emotivos del conjunto, nos hace reflexionar sobre la vida y la muerte, en él un hijo observa a su anciana madre fregando y piensa en lo que le quedará a esta de vida, ella, consciente de que especular más de la cuenta implica dolor, nos invita a pensar que, a veces, la ignorancia, entendida como refugio, es preferible al sufrimiento.

“Caminantes” presenta el caso de un excursionista o viajero que, derrotado, prefiere no asumir más riesgos y quedarse en casa viendo una serie de zombies, a sabiendas de que se encuentra en lugar seguro, pues lo que acaece no puede suceder en la vida real. Es un canto contra la famosa idea de salir de la zona de confort, pues no siempre es bueno salir de ella, hay veces que es necesario relajarnos y sentirnos más seguros.

Siguiendo esta línea de poemas a los que me he atrevido a llamar “costumbristas” es interesante también el que lleva por título “Anclas”, que nos permite indagar en la idea de las actuaciones del ser humano, en este caso, en un funeral, en el que una bandeja de canapés, servida en el mismo, permite a los asistentes mantenerse anclados a la vida, aquí me viene a la cabeza el refrán: “el muerto al hoyo y el vivo al bollo”, reproduzco unos versos de este poema de Rafael para que se entienda mejor lo expuesto: <<Aunque no lo razonen, esas delicias/ los anclan a la esencia de su cuerpo.// Bastarán unos instantes/ para que todo sea consumido.//>>

En “Patas de perro” se plasma la idea, que inunda gran parte del poemario, de nuestras ganas de permanecer en el tiempo y a su vez ser conscientes de lo efímera de nuestra existencia, y esta idea del fluir de los días, del devenir y del tópico del tempus fugit la encontramos, siendo abordada desde diversos prismas, en poemas como “La hora”, “Noche de bodas”, “Intemperie”, “Spoiler” “Entretanto” (donde se desarrolla la idea de que es más importante el viaje que arribar al destino), “Ley de gravedad”, “Alegría” (poema de la parte titulada “Presbicia” y con el que se cierra el libro), etc.

Quería detenerme, para finalizar, en la composición que da título al libro, que recoge, de alguna manera, la esencia del poemario, la de mostrar la importancia de captar el instante certero, la belleza que esconde aquello que, aparentemente, puede ser invisible para un ojo que no sabe mirar, y es que en eso consiste el oficio de poeta, en saber mirar lo que otros no ven, en detectar la belleza en lo cotidiano, Rafael Camarasa se erige aquí como faro para que seamos conscientes de que todos tenemos la capacidad de mirar, lo único que tenemos que hacer es despertar del letargo que, a veces, nos producen los días.

Última actualización de los productos de Amazon el 2023-10-04 / Los precios y la disponibilidad pueden ser distintos a los publicados.

Fernando Mañogil Martínez

Fernando Mañogil Martínez

Fernando Mañogil Martínez nace en Almoradí (Alicante) el 26 de agosto de 1982

Es Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Alicante y profesor de Lengua Castellana y Literatura en el IES Los Montesinos-Remedios Muñoz.

Ha publicado algunos libros de poesía como Del yo al nosotros (Sevilla 2010), Viento en contra (Devenir, 2015) y Volver (Selección de poemas 2013-2018).

También ha realizado el trabajo de investigación sobre las relaciones poéticas entre César Vallejo, Gonzalo Rojas y Juan Gelman.

Su último libro de poemas publicado hasta la fecha es La musa y el silencio (Devenir, 2019).

Corrección de textos

Añadir comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • Poemas del Botánico
  • Raiola Networks
  • En el país del tiempo posible
  • palabras
  • Las vírgenes confinadas
  • La ópera de México
  • Paisajes de mis estaciones
  • Dadme a vuestros rendidos
  • Las bestias nazis
  • La herida narcisista
  • Espacio disponible para tus productos o servicios
Publicamos tu libro
Apadrina a un redactor
Raiola Networks
Apadrina a un redactor