
Carlos Alonso nació en Tunuyán (Mendoza) el 4 de febrero de 1929.Desde pequeño sintió una gran inclinación por el dibujo, ilustraba sus apuntes permanentemente en las horas de matemáticas, historia o geografía. Por tal motivo, su padre decidió enviarlo a la Academia de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza. Donde ingresa en 1944.
En 1945 se afilia al partido comunista de Mendoza. Para 1948 trabaja en un mural en el teatro independiente de la Universidad de Cuyo. En 1949 marcha hacia Tucumán donde asiste a las lecciones de dibujo que dicta el maestro Lino Eneas Spilimbergo. En 1953 viaja a Buenos Aires, y expone exitosamente en la galería Viau, por ello, el dueño de la galería le proporcionó un viaje a Europa hacia donde parte en 1954 permanece seis meses en el viejo continente visitando París, Madrid y Barcelona.
En 1959 en Santiago del Estero junto a Ramón Gómez Cornet comienza a pintar con collages, carbón y tinta. En 1961 viaja, nuevamente, a Europa y es en Londres donde adquiere la técnica del acrílico “un material que permitía una integración magnífica con el dibujo”. En 1965 al ganar el premio Braque, se instala en París y en 1968 viaja a Florencia para ilustrar la Divina Comedia de Dante Alighieri. En 1970-71 realiza la serie la Lección de Anatomía; en 1972-73 viaja a Roma y expone en Italia. En 1976 se exilia en Roma; 1979 se establece en Madrid, mientras expone en Argentina: Bahía Blanca, Buenos Aires, Córdoba y otras provincias.
En 1981 regresa a Argentina y vive en Unquillo (Córdoba).En 1982 obtiene el premio Konex de platino. Paralelamente, expone sus pinturas, ilustraciones y collages en los principales museos y galerías de arte del país y del extranjero. En 1994 realiza el mural de la galería Pacífico de Buenos Aires.
Carlos Alonso regresa al pasado en muchas de sus obras. Estas huellas del pasado son las que Alonso transfiere al presente, para él el “pasado es fuerte y tiene más presencia que el presente, más capacidad de sugestión”
Sus temas: la muerte, la vida y los padecimientos. Su pintura puede resultar provocadora, pero el pintor no lo entiende así, ya que considera que su obra testimonia y refleja “mi propia realidad, la de mi país, mi ciudad y la gente”… “esa especie de carnicería sobre nosotros”.

No es posible permanecer indiferente frente a la obra de Alonso, pues produce en el público una reacción, él mismo afirma que quiere “provocar movilización interna en la gente”…porque hay “…ciertas cosas de la realidad que se tratan de ocultar y es necesario que alguien las vea con los ojos abiertos, no medio abiertos, sino totalmente abiertos.” El diálogo es permanente entre el autor y el espectador
Carlos Alonso ha transferido a sus cuadros las vivencias del pasado El creador ha transformado lo que observó de las pinturas anteriores, a una vivencia propia y la ha fijado en su obra, reviviendo objetos del recuerdo, pues para Alonso, “el pasado tiene más presencia que el presente”.
Carlos Alonso emplea elementos del pasado para comprender el presente como en el caso de la ilustración de la Divina Comedia de Dante Alighieri, que el autor ejecutó en 1968. El personaje principal de la serie es Dante, a quien pinta de diferentes maneras, como el actor que observa el acontecer con diferentes miradas, ya sean inquisitiva o meditativa. En algunos dibujos Dante lleva unos anteojos que resaltan la vista con el rostro de perfil y mirada de frente con anteojos.
Alonso no se considera un ilustrador sino que trata de remozar la pintura clásica para “encontrarles puntos de coincidencia con nuestra época”

Otra de los temas, donde el significado del pasado le sirve de apoyo para elaborar sus propias ideas es La Lección de anatomía, Sobre las vivencias del cuadro de Rembrandt de 1632, Alonso realiza una serie del cuadro donde los protagonistas (hombres, mujeres, niños) presentan varias posiciones…
En otros dibujos de la serie de la Lección de Anatomía (1969,1970), la figura cadavérica representa la muerte del Che Guevara en manos del ejército boliviano. El cuerpo del Che esta recostado sobre una camilla, semidesnudo, con la cabeza levantada, el pelo revuelto, los dientes apretados y los ojos desmesuradamente abiertos. EL rostro del Che denota asombro, perplejidad y parece preguntar, ¿por qué me humillan así? y refleja la impotencia de no poder rebelarse; los otros personajes miran hacia el espectador directa e indirectamente, sorprendidos como en una instantánea, mientras que el espectador no logra descifrar la acción del galeno. El resto de los cuerpos están insinuados; la distorsión de la imagen le otorga dramaticidad a la escena por la exageración de los rostros, que avanzan sobre el espectador para comunicar desconcierto, estupor, malestar.
Otro de los temas frecuentes de Alonso es el poder, el ejercicio del poder, el avasallamiento del poder o la distorsión del poder en manos de los inescrupulosos. Carlos Alonso considera que “la hipocresía es fundamental en el poder” y que la usa “para hacer planes que no se cumplen”. E l poder como “la hipocresía del uso mediático”

En Manos Anónimas (1982-83) muestra un autorretrato con el luto en el brazo y manos anónimas le tapan la cara o la boca; el dibujo se repite en un tríptico. En Manos Anónimas y dirección obligatoria (1982-83) la escena patentiza a una mujer desnuda que es vejada por los militares que la patean o le ponen los pies encima; el mismo tema está representado en la galería Pacífico (Con los pies en la tierra-1994). Se puede interpretar como la opresión, la impotencia, la soledad y el aislamiento.
En cambio, Manos Anónimas (1976), presenta una instalación. Hay reses, piernas y ropa colgada, delante de las puertas abiertas de un placard; un militar con un arma, una figura sin cabeza, un personaje que da la espalda. Las manos anónimas hacen referencia al poder, el poder oculto y trasgresor que no quiere identificarse, porque la identificación lo responsabiliza.

Otro Motivo de Alonso son las naturalezas muertas y los paisajes, en 1990 en homenaje al pintor holandés Vincent Van Gogh para el aniversario de su muerte realiza una exposición titulada Pintor Caminante, en uno de sus cuadros observamos a Vincent caminando disimulado en la naturaleza que se presenta como un estallido de color: amarillos, rojos ,azules y verdes se conjugan para armonizar el paisaje, el artista realiza de esta manera un homenaje a la pintura de Van Gogh, con una paleta a veces aguada y mayormente espesa y matérica que enriquece el conjunto de la composición y transporta al espectador hacia los colores usados por su homenajeado.
Figura y abstracción, naturaleza muerta y realidad, intensidad en el color, líneas en la delimitación de la figura dando orden a su preocupación por lo humano, todo es lo cotidiano, el mundo que Carlos Alonso nos da, su realismo social y su compromiso con el devenir.
Añadir comentario