Pietro Civitareale nació en 1934 en Vittorito (L’Aquila) y reside en Florencia. Entre otros libros, ha publicado: Il fumo degli anni, A sud della luna y Altre evidenze. En español: Alegorías de la memoria, traducción de Carlos Vitale, Olifante, Zaragoza, 1988.
EL VIENTO…
El viento sacude los árboles
del parque, barriendo los desechos
al río, más tarde un preaviso de bochorno
humedecido por un chubasco pasajero.
Insensatas improvisaciones de un violín
encienden los ojos de la gata
acurrucada sobre el alféizar de la ventana.
Diana grisclara, curva de un arco
en la mañana vuelta solar.
IL VENTO…
Il vento scuote gli alberi
del parco, spazzando i rifiuti
nel fiume, più tardi un preavviso d’afa
inumidita da una passante acquata.
Folli improvvisazioni d’un violino
accendono gli occhi della gatta
accucciata sul davanzale della finestra.
Bersaglio grigiochiaro, curva d’un arco
nel mattino tornato solare.
TU ESPALDA…
Tu espalda es una blanca
roca en la oscuridad.
Ninguna agua la ha ablandado,
ningún viento la ha pulido.
Mis dedos caminan por la colina
(una impresión de la mente
tu cuerpo bajo mi mano)
sueltan tu sombra,
en agua profunda al fin reposan.
IL TUO DORSO…
Il tuo dorso è una bianca
roccia nell’oscurità.
Nessun’acqua l’ha ammorbidito,
nessun vento l’ha levigato.
Le mie dita camminano sulla collina
(una impressione della mente
il tuo corpo sotto la mia mano)
slacciano la tua ombra,
in acqua profonda alfine riposano.
UNA LUZ…
Una luz lechosa sobre las casas
dibuja ventanas desconchadas,
balcones de hierro, una paloma
encorvada sobre la barandilla.
Abajo en el puente, en tanto, las murallas
de la ciudad se deslizan con el río.
En la fuente de la plaza
la luna se incrusta de hielo.
UNA LUCE…
Una luce di latte sulle case
disegna finestre scortecciate,
balconi di ferro, un piccione
ricurvo sulla ringhiera.
Già al ponte, intanto, le mura
della città scivolano nel fiume.
Nella fontana di piazza
la luna s’incrosta di ghiaccio.
LAS HOJAS…
Las hojas pasan más allá de los cristales
y las palabras pasan veloces
por los muros de la habitación.
En un invernadero blanco de margaritas
nuestros cuerpos enhebran
agujas de luz desde una gélida luna.
LE FOGLIE…
Le foglie passano oltre i vetri
e le parole passano veloci
lungo le mura della stanza.
In una serra bianca di margherite
i nostri corpi infilano
aghi di luce da una gelida luna.
EN LA HABITACIÓN…
En la habitación se extiende
una tierna hoja de luz
que parte por el medio el mapa
de la lluvia sobre la pared.
Como insectos en la sombra,
contemplamos, cerrado jardín,
una verde isla de agua
en el corazón de la ciudad.
NELLA STANZA…
Nella stanza si stende
una tenera foglia di luce
che taglia nel vivo la mappa
di pioggia sulla parete.
Come insetti nell’ombra,
contempliamo, precluso giardino,
una verde isola d’acqua
nel cuore della città.
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