La columna de Manuel Vicent en la última página del periódico El País es una lectura clásica de los domingos, incluso para muchos lectores que han dejado de comprar ese periódico por diferentes motivos pero que lo compran el domingo para poder leerla.
Los temas que suele tratar suelen ser sensuales, mundanos y ligeramente frívolos, pero siempre son amenos y también suelen ser cultos y reflexivos como una especie de filosofía de bolsillo de esencias mediterráneas.
Manuel Vicent está considerado un escritor prestigioso y ha ganado importantes premios pero como es más conocido es como periodista sabio, irónico y buen estilista.
No son pocos los que confiesan que tienen una columna suya enmarcada en algún lugar de su casa como un talismán. Lo cierto es que a veces dan ganas de comprar el periódico solo para leerla.
Para los que hicimos el Preu, El País fue un periódico muy importante y muy bien hecho que además contrató a las mejores periodistas y columnistas de aquella época porque podía pagarles muy bien. Pero el tiempo pasa y muchas cosas han cambiado y el periódico El País ha dejado de ser el periódico plural que fue en sus inicios y tampoco la empresa editora está económicamente para tirar cohetes y como casi todos los periódicos se ha convertido en la voz de su grupo de accionistas que no son precisamente intelectuales sino inversores. Y lógicamente los que pagan quieren mandar… Pero somos muchos los que queremos periódicos que no digan medias verdades…
De todas formas, algún domingo si lo veo en un kiosko me doy el capricho de comprarlo. Y vuelvo unos momentos a aquella época estimulante y alegre que viví en Madrid en la que compraba por la mañana El País en un kiosko, iba a algún bar tranquilo de techos altos, pedía un café y leía los titulares de la portada ( para ver cómo iba el mundo ) y después la columna de Vicent ( para ver cómo iba realmente el mundo). Lo cotidiano y lo trascendente. Después, fumando un Marlboro, muchas veces volvía a leerla porque me alegraba el día y salía a la calle dispuesto a dar la batalla lleno de energía positiva, lo cual no tenía mucho mérito, bastaba con ser joven. Ahora no fumo y no leo casi nunca El País, pero que me quiten lo leído.
🟥🟥🟥🟥🟥
Foto cabecera: Manuel Vicent, recibiendo el Premio de Cultura Valenciana de los Premios Lletraferit – De Francesc Fort – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=110144352
Añadir comentario