Las nueve musas
Madrid

Madrid, las calles del ritmo

Promocionamos tu libro

 Madrid sí, tiene más de seis letras y aún espera ser cantada y recontada con ojos nuevos por todo lo que se va, por todo lo que se presiente y también por lo que la memoria rítmica regala a las almas creativas

Andan revoloteando en aroma de Vistillas las palabras en la ruta del rock. Tiene la madrugada paseos por Gran Vía y hay nardos por la calle de Alcalá. Quiere el poeta errante subirse a un caballo de cartón, Tirso de Molina-Sol-Gran Vía-Tribunal. Madrid tiene más de seis letras y aún repiquetea un cocidito por las buhardillas y en la corrala alguna chulapona canta las excelencias de otro Pichi.

Escribo mi vals de organillos mientras silbo el Pepe Rodríguez de la barba en flor por Arco de Cuchilleros y alcanzo el planeta del amigo y maestro Joaquín Sabina. Joaquín y —previamente— el sinatra rockero argentino Moris rescataron para las calles del ritmo la un poco olvidada Madrid en los setenta.

Guarda la Gran Vía memoria de Pasapoga y de sones de Mona Bell. El galante Algueró, subido a su teclado mágico, pintando las noches de la capital en la voz de Carmen Sevilla.

La ciudad tuvo su tiempo de silencio cuando el songwriter la evitaba considerándola eje de todos los males centralistas. Pero fueron las miradas cosmopolitas las que se reenamoraron de Madrid.

La embajada argentina de Tequila-Necesito un trago y Moris con su álbum Fiebre de vivir dibujando luminosamente la ciudad eléctrica. El Lp-ahora reeditado en formato vinilo-es todo un cuaderno de viaje por las calles de la ciudad emergente. Fui vecino en tiempos de Costa Fleming y Bravo Murillo del autor de piezas tan fundamentales cono La ciudad no tiene fin o Nocturno de Princesa. Las tardes de ensayo en Madera y los botellines en dirección Cuatro Caminos colgando posters de su gira nos llevaba a cantar bajo la noche de cuando en cuando estrellada a Plaza Colón-Vips de Princesa-Cuatro Caminos-Tetuán, con paseos silbados por Arturo Soria de propina.

Ya Alberto Cortez había retratado el paisanaje del lugar en Hay un Madrid y Patxi Andión —en Una, dos y tres— nos sumergía en la picaresca de El Rastro.

Cuando me redescubrí en la era de la movida empecé a coleccionar canciones con letras que hablaban de rincones madrileños. Era como un viaje en el mapa de vinculaciones, a modo de estación intermodal de sonidos.

Un café al compás de la Glorieta de Bilbao con el Ya no volverás de Mamá o un vodka con naranja en el Pentagrama de la Chica de ayer de Antonio Vega, a quien dediqué en Álbum letras-artes el artículo,  Pasajero de la luz. Y con Sabina, pasear la ciudad desde su planeta Tabernillas-Relatores-Pongamos que hablo de Madrid-Ring ring ring-Por el túnel-Así estoy yo sin ti-A la sombra de un león… Hilario Camacho, con quien escribí más de veinte canciones, descubriéndome el Madrid de las soledades en sintonía, Madrid amanece- Un extraño en Madrid; charlas con Roque Narvaja buscando fantasmas en la sombra de Madrid. Tiempo para desvelar que la ciudad canta, edificios-memoria rítmica, como ya sugerían Paul Valery y Jacques Attali.

Ahora, cuando escucho mi Madrid es un chotis en el Galileo Galilei, interpretado por Mayelín, todo el cancionero capitalino inspira mi cuaderno trabajado de songwriter.

Vienen a mi encuentro una Tarde de otoño en Platerías, en los cafés que ya no existen y me arranco con el rescatado Monísima de Jorge Sepúlveda. No pierdo el vértigo hipnótico al casi marearme por el neo skyline castizo y lo tecno me lleva al sonido de Azul y Negro en la Torre de Madrid, me dejo caer por la ciudad de los Austrias, saltando al cantar el estribillo de mi inolvidable amigo Tino Casal, Oro negro-oro de ley-tú serás mi reina, yo tu rey..¡Ay Madrid de tantas iniciaciones¡ yo también pasé por allí y acudí al Alphaville como rememora mi amigo del alma, Luis Eduardo Aute.

Quiere la ciudad que la cuente y recuente e imito a Pereza esperando a una gata hechicera en Casa Paco. Será que Arde Madrid si María y Teo en tono cómplice, se marcan un neotango aterrizando desde la sierra con vitaminas galaicas. Me subo a todos los buses en el balanceo melódico de La Romántica Banda Local. Quedo en la cerveza dominguera en el Parque Berlín de Víctor Manuel. Y una guitarra mensajera asoma desde México añorando calles de los bulevares a Chamberí si David Summers lo canta y busco Puerta del Sol y su reloj milagrero para ver que casi cae un año más con Mecano.

 

Guía melódica

Los nardos – Sara  Montiel

Caballo de cartón – Joaquín Sabina

Cocidito madrileño – Pepe Blanco

Pichi – Celia Gámez

Pepe Rodríguez- Pablo Guerrero

Me gusta Madrid – Mona Bell

Las noches de Madrid – Carmen Sevilla

Necesito un trago –Tequila

Hay un Madrid – Alberto Cortez

Una, dos y tres – Patxi Andión

Ya no volverás – Mamá

Chica de ayer – Antonio Vega

Madrid amanece – Hilario Camacho

La sombra de Madrid  – Roque Narvaja

Madrid es un chotis, de Carlos Villarrubia y jorge Vázquez,  – Mayelín

Tarde de otoño en Platerías – El Consorcio

Monísima – Jorge Sepúlveda

La Torre de Madrid – Azul y Negro

Oro negro – Tino Casal

Pasaba por aquí – Aute

Madrid – Pereza

Arde Madrid – Cómplices

El bus – la Romántica Banda Local

Parque Berlín – Victor Manuel

Si yo no te tengo a ti – David Summers

Un año más – Mecano

Carlos Villarrubia

Foto del avatar
Corrección de textos

Añadir comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

salud y cuidado personal

Raiola Networks