No hay mucha gente que haya podido visitar Turkmenistán, pues es uno de los países del mundo con más restricciones y que normalmente no ofrece visado de turista. Y por ese motivo, a pesar de tener una rica historia y cultura, es una falta habitual entre muchos de los grandes viajeros.
Turkmenistán es un país extraño, desconocido y cerrado, donde la comparación más aproximada sería Corea del Norte, solo que nuestro amigo centro asiático es infinitamente menos conocido, hasta tal punto que es probable que haya gente que jamás haya oído hablar de él.
Se encuentra en Asia Central, limitando con Irán, Afganistán, Uzbekistán y el mar Caspio. A pesar de ser parte de la histórica ruta de la seda y atesorar gran cultura, es un lugar poco visitado por los turistas, debido en gran parte a las restricciones del régimen autoritario que dirige el país.
El actual presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdimuhamedow, llegó al poder en 2006 y ha mantenido un control estricto sobre la población y los medios de comunicación desde entonces. La censura es común, los periodistas son acosados y encarcelados, y la oposición política es inexistente. ¿Les suena?
Personalmente, tuve la infinita suerte de trabajar allí durante un mes, en la cobertura de los Juegos Asiáticos Bajo Techo y de Artes Marciales que se celebraron en su capital, Ashjabat, allá por el septiembre de 2017. Por supuesto éramos controlados, encerrados en la Villa Olímpica y con acceso muy restringido fuera de ella, por suerte, al contrario de lo que pasa en Corea del Norte, con un poco de maña y espíritu aventurero, podías fugarte y explorar, pero de eso hablaré después.
La capital del país, Ashjabat, donde se celebraban unos juegos de dudosa imparcialidad, es conocida por sus monumentos y edificios modernos, pero también por la falta de diversidad cultural. Los pocos turistas que visitan Ashjabat encuentran una ciudad (en su parte moderna) desierta, no hay nadie, pero la propaganda gubernamental está presente en cada esquina, en cada monumento, es un lugar donde se restringe la libertad de expresión y de movimiento. Como buena dictadura megalómana, se ha preocupado de acumular récords Guinness absurdos, aquí dejo una lista:
- La mayor alfombra hecha a mano del mundo: La alfombra, conocida como «Altyn Asyr» (Año dorado), fue tejida por 40 mujeres durante un período de 7 meses y tiene una longitud de 301 metros y un ancho de 14 metros.
- El edificio de mármol más grande del mundo: El Palacio Presidencial de Turkmenbashi, es el edificio de mármol más grande del mundo. Tiene una superficie total de 200.000 metros cuadrados y está rodeado por un parque de 20 hectáreas. El edificio también cuenta con la cúpula de mármol más grande del mundo, que tiene un diámetro de 44 metros.
- La mayor fuente de agua del mundo: La Fuente de la Independencia de Ashgabat tiene una superficie de 15,000 metros cuadrados y su chorro de agua puede alcanzar los 70 metros de altura.
- El reloj con el mayor número de carillones: La torre del reloj en el centro de Ashgabat tiene un reloj con el mayor número de carillones del mundo, un total de 8.
- El mayor número de globos de helio lanzados en una hora: En 2015 se lanzaron al aire 37,377 globos de helio en una hora, estableciendo un récord mundial.
- Ashgabat también tiene el récord Guinness por la mayor cantidad de edificios de mármol blanco en una sola ciudad, con más de 500 edificios construidos con este material. La mayoría deshabitados.
- La estatua ecuestre más grande del mundo: En 2015, se inauguró en Ashgabat una estatua ecuestre de bronce de 69 pies (21 metros) de altura de un legendario héroe turcomano llamado Gurbanguly Berdimuhamedov.
- El mayor número de personas tocando el tambor simultáneamente.
- La mayor bandera del mundo: En 2011, Turkmenistán estableció un récord mundial por la mayor bandera nacional hecha a mano del mundo. La bandera tiene un tamaño de 450 metros de largo y 75 metros de ancho.
- La mayor cantidad de árboles plantados en una hora: más de 1,000 voluntarios participaron en un evento organizado en Ashgabat para plantar árboles y establecer un nuevo récord mundial en la categoría de mayor cantidad de árboles plantados en una hora. En total, los voluntarios plantaron 40,885.
Y ya, ya paro…pero, aunque resulte difícil de creer, hay más.
Continuemos, como decía, la entrada a Turkmenistán para los turistas no es fácil, ya que se requiere una visa y hay una gran cantidad de restricciones y regulaciones. Las autoridades turcomanas a menudo limitan el acceso a áreas fuera de las principales ciudades, y los turistas pueden encontrar barreras adicionales en la comunicación y el transporte, ya que al no existir el turismo no hay manera de desplazarse y sus habitantes solo hablan el idioma local, o en su defecto, los mayores, el ruso.
Sin embargo, a pesar de todas estas dificultades, Turkmenistán cuenta con lugares impresionantes que merecen la pena ser visitados. Uno de ellos es el Agujero de Darvaza, (mi preferido, al que me puede escapar y del que hablaré después) también conocido como la «Puerta del Infierno». Este cráter de gas en llamas en medio del desierto es un espectáculo impresionante que se ha convertido en una de las “atracciones turísticas” más famosas del país.
Otro lugar de interés en Ashjabat es el bazar de Tolkuchka, donde se pueden encontrar una gran variedad de productos y recuerdos tradicionales. Además, si milagrosamente consigues un visado, sería genial explorar las ruinas antiguas de Merv, un sitio arqueológico de la antigua Ruta de la Seda.
El agujero de Darvaza o “La Puerta al Infierno”
Una de mis obsesiones mientras trabajaba en Ashjabat era poder visitar La Puerta al infierno de Darvaza.
Hablamos de un cráter en medio de la nada del Karakum que ha estado ardiendo continuamente durante más de 50 años, creando un espectáculo impresionante en medio del desierto. Visitar el Agujero de Darvaza es una experiencia única, algo distinto a lo que puedas ver en cualquier parte del mundo, y ojo, no hablamos de algo natural, fue creado por accidente por un equipo de geólogos soviéticos que estaban explorando la zona en busca de petróleo y gas natural. Durante la exploración, los geólogos descubrieron una gran cueva subterránea que contenía gran cantidad de gas natural. Sin embargo, cuando comenzaron a perforar el suelo para extraer el gas, la tierra cedió y se creó un enorme agujero en el suelo. Los geólogos descubrieron que la cavidad estaba emitiendo gases tóxicos, por lo que decidieron prenderle fuego para evitar que se propagaran por la zona. Error, o no…el caso es que se esperaba que el fuego se extinguiera en unas pocas semanas, pero más de 50 años después sigue ardiendo y emitiendo gases tóxicos para deleite del visitante.
Como decía, me obsesionaba la posibilidad de visitarlo, pero a priori no había manera. En nuestro trabajo de retransmisión no teníamos muchos días libres, y oficialmente la única manera de visitarlo era a través de “viajes” organizados por el gobierno que duraban días y valían un dineral, algo realmente obsceno. Pero además es que no respondían a los mails, tengo la sospecha de que volvía a ser propaganda gubernamental. Finalmente, al terminar los juegos, antes de nuestro regreso tuvimos un día entero libre para nuestra disposición antes de regresar a España. Un servidor, con tres compañeros más, decidimos que era el momento de intentarlo, así que no escurrimos de la Villa Olímpica como habíamos aprendido a hacer y nos dirigimos a un puesto de taxi que había cerca del único centro comercial de la ciudad. La idea era algo descabellada, pues nos separaban casi 300 kilómetros atravesando el desierto del Karakum, puede imaginarse el lector como estaría única la carretera.
Preguntamos a todos los taxistas (usando el bendito traductor de Google) y sensatamente, ninguno valoró la posibilidad de llevarnos y traernos en el mismo día, así, de repente. La cosa se complicaba aún más y cada vez parecía más lejana. No he comentado que, en Ashjabat, cada coche que circula es un posible taxi. Tanto para locales como para nosotros. Así que, una vez burlabas a los guardias que nos impedían la salida y te mezclabas con la gente local (debo añadir que eran de los más amables y acogedores) tenías la posibilidad de desplazarte parando a cualquier coche que transitara a precios irrisorios. Y así lo hicimos, y así fue como llegamos a Darvaza.
Paramos al primer coche de la calle que se cruzó con nosotros y le propusimos tan descabellada idea. El tipo, un hombre de mediana edad, al principio parecía no entender, pero con paciencia quedo claro donde queríamos ir. Pareció no hacerle gracia, lógicamente, pero poderoso caballero es Don Dinero, sé que suena triste, pero así funcionan las cosas. A él el dinero le venía bien y a nosotros, entre cuatro, nos pareció un precio más que razonable.
No voy a entrar en detalles de la odisea para llegar y volver, pues requería un artículo entero solo para eso, baste decir que tardamos cuatro horas por trayecto, que la carrera era solitaria e impracticable para las cabras (y el paisaje desértico, precioso), que el hombre se perdió mil veces, que atropelló a un perro y que a la vuelta pinchamos una rueda y creo que nos cargamos la suspensión del coche. Pero lo vimos, y fue maravilloso. Además, pudimos llegar media hora antes que anocheciera, y ver el tránsito de la luz fue una de las mejores visiones de mis viajes, de mi vida. Es impresionante. Como nota final, para que no sufra el lector, añadimos al pago de nuestro abnegado chofer, un buen dinero extra para que pudiera arreglar los desperfectos ocasionados en el coche. Pareció quedar satisfecho y nos abrazamos antes de despedirnos. Había merecido la pena.
Quiero comentar también, que recientemente, el presidente de Turkmenistán anunció que se estaba considerando la posibilidad de extinguir el agujero, pero no se dieron detalles sobre cómo se llevaría a cabo, sinceramente, espero que lo reconsideren o simplemente que no puedan, pues es un espectáculo inigualable, especialmente para contemplar de noche, te hace sentir como si estuvieras en otro planeta.
Debería terminar mi artículo aquí, sé que así debería ser, pero qué demonios, me cuesta resistirme a dejaros una lista final de algunas de las leyes absurdas vigentes, —alguna ya abolida, pocas— que imperan en Turkmenistán. Ahí van, disfrútenlas:
- Durante el mandato del anterior presidente, Saparmurat Niyazov, se prohibió a los hombres llevar barba o bigote en la capital, Ashgabat, con el argumento de que estas prácticas no eran tradicionales en la cultura turcomana. Esta medida fue levantada después de su muerte en 2006.
- En 2018, se prohibió la importación de coches de color negro o blanco, y se instó a los ciudadanos a comprar vehículos de colores más brillantes y vistosos. La explicación oficial es que estos colores son «demasiado comunes» y «no reflejan la personalidad de los ciudadanos».
- Se prohíbe a los estudiantes faltar a la escuela o llegar tarde.
- Se exige a los empleados públicos que aprendan de memoria el libro del presidente y se les evalúa regularmente en sus conocimientos.
- Se han impuesto multas a los conductores que circulan por las carreteras con las ventanas de sus coches abiertas.
- Las mujeres que trabajan en el sector público no pueden llevar maquillaje ni joyas, y solo pueden tener un peinado simple y natural. Para los hombres se ha establecido un libro de estilo para el cabello, y ha prohibido ciertos peinados y barbas.
- Se ha prohibido el uso de pantalones cortos y escotes en lugares públicos, y se ha instado a las mujeres a usar vestimenta tradicional turcomana.
- La música occidental y el baile en público están prohibidos en todo el país.
- Otra ley es la que establece que solo se pueden registrar matrimonios en el país en las fechas que el presidente aprueba.
- La prohibición del ballet: En 2018, el gobierno de Turkmenistán prohibió el ballet, así como otras formas de danza occidental.
- La ley de la numerología: En Turkmenistán, se cree que ciertos números tienen poderes mágicos y pueden influir en la vida de las personas. Por esta razón, el gobierno ha establecido un sistema de numeración específico para los edificios y calles de la ciudad, y algunos números están prohibidos.
- La prohibición de los videojuegos: En 2018, el gobierno de Turkmenistán prohibió la importación de videojuegos y la distribución de juegos electrónicos en el país, alegando que fomentan la violencia y la adicción.
- La prohibición de los perros grandes: El gobierno ha establecido una ley que prohíbe a los ciudadanos poseer perros grandes como pastores alemanes, pitbulls y doberman, argumentando que son peligrosos y pueden ser utilizados para el crimen.
- La pornografía es ilegal y está penada con prisión.
Insisto, esto solo son algunas, seguro que me dejo muchas. Lo cierto es que en nuestro caso no se aplicaron, imagino que por aquello de ser extranjeros y dar imagen al exterior.
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