A pesar de lo dicho (revelado) de la verdad respecto a Jesús, la gente del Libro ha discrepado respecto a él, y sacaron conclusiones divergentes y variadas.
Sagrado Corán. Sura 19- 37. Mariam
Conforme avanza el tiempo y la tecnología va facilitando la cotidianidad, se torna complicado hablar de D/os, particularmente porque D/os conlleva contemplación, paciencia, templanza, la búsqueda de la sabiduría en lo imperceptible, incluso podría decirse en lo insignificante, y sobre todo, porque D/os al manifestarse desde la eternidad de las cosas, de las acciones, se establece en la lentitud, en esa sinuosidad que se aprende de escuchar al propio corazón.
El corazón a su ritmo natural es lento, tranquilo, no tiene premura, porque la vida no lleva prisa en la existencia, la cual tiene como misión descubrir y palpar desde la gracia; la cual no conlleva nada sobrenatural, sino al contrario, la gracia es el símbolo del retorno al Edén, siendo éste la capacidad de admirarse de todo, de observar cada día como algo nuevo, de no cargar con prejuicios, críticas, odio, con eliminar la autoridad y regresar a esa cadencia de admiración que tienen los niños, por ello, el paraíso es el símbolo de la infancia.
Esta sabiduría se encuentra en las Religiones, pero, es necesario comprender y separar a la Religión de la Doctrina, ya que esta conlleva moral y leyes creadas a conveniencia de grupos, en cambio la Religión, al ser ética se fundamenta en hacer reflexionar a la persona desde su interior, sin conveniencias ni poder, es decir, la Religión libera al ser humano al hacerlo responsable de su libertad y la Doctrina lo encadena al ponerse como intercesora, quitándole toda responsabilidad y asumiéndola, de esta manera, el ser humano tendrá que depender de otros para comunicarse no sólo con lo divino sino incluso consigo mismo. La Religión acompaña a través de los Libros Sagrados, fortalece al Hombre y lo hace fructificar, en cambio la Doctrina, lo induce a tener siempre miedo y a depender.
En la Torá, en el libro de Samuel, se narra que el pueblo le pide a Samuel un rey, es de destacar que este momento el pueblo de Israel se regía bajo los mandamientos de D/os, Samuel trata de explicarles que los mandamientos de D/os consagran la dignidad sin importar cual sea la realidad de cada uno. Lo que piden los mandamientos lleva a la justicia social, a la igualdad, porque hace a la humanidad responsable de sus propios actos, en cambio un rey, al cederle el pueblo su responsabilidad los dominará, les quitará sus tierras, sus mujeres, los hará esclavos, porque se cobrará de esta manera el que un gobierno haga todo por ellos, el pueblo, insiste hasta que Hashem le dice a Samuel, Dales lo que piden, no te niegan a ti, sino a mí, así comienza a gobernar un hombre sobre ellos. Ahora el Hombre se siente liberado de responsabilidades, él ya no tiene que cuidar a su prójimo, ahora existe un gobernante que lo hace, pero, esta entrega de responsabilidad le sustrae su libertad y lo vuelve esclavo no sólo físicamente, sino de pensamiento y de espiritualidad. El ser humano ya no se encuentra consigo mismo, ahora depende de otro para hallarse, entonces, comienza la Doctrina, el Hombre social tiene que cumplir con lo que el gobernante dice, lo toma como costumbre, como tradición, esta se vuelve un hábito hasta caer en la rutina la cual lo conduce a extraviarse de sí mismo, ha dejado de reflexionar para obedecer.
De manera semejante el Hombre moderno deja en manos de la tecnología, del poder, de los avances científicos su esencia, les permite le resuelva la vida sin percibir que no le dan una solución sino que cada vez se vuelve más complicado el día a día, porque al aceptarla y perderse en ella, el ser humano deja de apreciar sus instintos, sus lenguajes, se olvida de escuchar y de contemplar para perderse en la rapidez, se exime de absorber lentamente la naturaleza para introducirse en lo novedoso.
Los avances científicos, menciona su divina gracia de la India Bhaktivedanta Swami Prabhupada, no han eliminado enfermedades ni la muerte, simplemente han hecho que las personas le tengan miedo a morir, los avances no han traído paz al mundo, al contrario, cada vez se crean nuevas fórmulas químicas capaces de destruir la tierra, a la humanidad entera, cada día la gente desprecia más la vejez dañando a su cuerpo, negando el tiempo y la vida, rechazando a los ancianos, como si una operación en el rostro para quitar las arrugas eliminará el tiempo y sobre todo la muerte, cada vez hay más violencia, más muertes, más miedo. Ante esto las Religiones se preguntan, ¿en dónde está el avance?; todo esto surge de la ambición, del poder, de la falta de satisfacción personal, de la comparación con el otro lo cual provoca competencia, pero sobre todo de la carencia de responsabilidad individual la cual es la semilla de la responsabilidad social.
La llamada Teología de la Liberación, surge en una época de dictaduras, donde el poder de los gobiernos es apoyado por la Doctrina, y donde una parte de la Iglesia comprende que esa actitud no es el mensaje de Jesús, ante ello, protesta y reclama a una jerarquía el retorno a las enseñanzas de Jesús de Nazaret, donde el mensaje central es liberar no sólo de las cadenas sociales sino de las espirituales, siendo estas primordiales porque quien está libre de espíritu buscará siempre el bienestar social, en cambio quien esta esclavizado y lleno de miedo espiritualmente es una presa fácil de cualquier poder y sometido al abuso, de ahí que un cimiento de las enseñanzas de Jesús sea La verdad os hará libres.
La Teología de la Liberación retorna al Jesús judío, al llamado Hijo de D/os, porque en épocas antiguas se llamaba Hijo de D/os a quien cumplía con las leyes de la Tora, al amante de D/os, a quien hacia de su vida un acto divino, por lo cual, llamar a Jesús Hijo de D/os desde su origen no tiene relación con ser hijo de un dios del cielo, ya que esto llevaría a Jesús a ser un semidios.
Jesús de Nazaret nunca proclamó que se le adorase, cada una de sus palabras y enseñanzas recordaban que sólo había que amar a D/os sobre todas las cosas y al otro como si fueses tú mismo, así se encuentra escrito en los Evangelios al resumir los Diez Mandamientos en dos, y como está predicho en el Corán: Jesús añadió: D/os es mi Señor y el vuestro; adoradle, pues, y no le asociéis a nadie, a ello os convoco; tal es el camino que os conducirá a la felicidad (Sagrado Corán. Sura, 19, 36 Mariam). Esta instrucción retorna a la liberación, donde nadie debe de estar en medio de la relación personal con D/os. Jesús mostró a un D/os misericordioso que no juzga y perdona, rechazó y protestó contra todo aquél que se apoderaba del encuentro con D/os, entonces, ¿por qué la Doctrina impone hombres con igual dignidad a apropiarse del perdón y de la manera de percibir lo divino?
En los Evangelios se habla del encuentro de Jesús con los mercaderes del Templo, este relato enseña que los mercaderes simbolizan a las personas que hablan de D/os antes de que la persona lo encuentre por sí misma, Dejen que ellos lleguen a la casa de mi padre, es decir, no les digan quien es D/os o como deben de verlo, cada uno debe de percibirlo a su manera, porque D/os Es lo que Es en cada persona, de ahí que le diga a Moisés, diles que Soy lo que Soy.
La Teología de la Liberación retoma el acto de derrumbar el imperio interior primero antes que cualquier otro, señalado por la escuela Hilleita, porque si no se derrumba éste cuando se adquiere el poder de un gobierno se volverá peor que el anterior, y de estos hechos está invadida la historia de los pueblos. Es aquí donde la Teología de la Liberación se entreteje con el comunismo bíblico. Es de aclarar que el llamado comunismo en la Biblia se aleja del comunismo político, aunque no se puede negar que este último toma ciertos principios.
En la Biblia y en los otros Libros Sagrados se habla de repartir los bienes entre todos, para que se tenga lo mismo, este acto conlleva a eliminar de la persona los llamados siete pecados capitales, porque si Yo tengo lo mismo que el otro, mi prójimo no va a tener envidia, ni ira, no va a mentir para obtener lo que yo tengo, no deseará al hombre o a la mujer de mi semejante, ni será avaricioso, etc., este derrocamiento interior evitará asesinatos, fraudes, celos, se cumplirán los mandamientos que dignifican la integridad humana y esta será la semilla para la justicia social, porque, lo que yo cedo de mí para el beneficio del otro me lleva a la responsabilidad social y elimina el llamado pecado social, porque como dice la sabiduría antigua de las religiones, si él ha cometido un crimen o es pobre es porque yo como pueblo estoy haciendo algo mal, este acto ético lleva a la reflexión personal y elimina el juicio hacia el otro.
Es de comprenderse que la Teología de la Liberación tiene como presupuesto liberar de todas las cadenas interiores que llevan a la injusticia social, siendo una de ellas la liberación de la sumisión a una Doctrina que tergiversa el mensaje de Jesús. Parte de este sometimiento se encuentra en la adoración a los santos, a quienes se les deja la responsabilidad de las acciones humanas y quienes son utilizados para justificar el martirio y la pobreza.
Los santos para la teología pura son ejemplos de vida, se valora su caminar coherente al vivir y enfrentarse con las injusticias, para rescatar desde la justicia social la pureza del mensaje de Jesús a la vida, son un ejemplo de que se puede ser un buen ser humano y sobre todo de que al tener misericordia, es decir, que al hacer propio el dolor ajeno, se es capaz de resolver cualquier daño al prójimo si éste se resuelve desde la Bondad, la Verdad, la Alianza, el Amor y la Misericordia, las cinco palabras sagradas de las Religiones, pero no deben de ser nunca sujetos de adoración ni considerarse intercesores. Estos actos de adoración desde la lectura bíblica son nombrados prostitución, porque se le paga al santo para resolver un acto injusto propio eliminando toda responsabilidad humana, se le paga, se le chantajea y se le castiga, esto conduce a la esclavitud espiritual y a la hipocresía, actuar así lleva a ver sólo por uno mismo, se hará todo para no perder el cielo, pero no se hace nada para sanar el daño social.
Despojar al ser humano de esto es parte fundamental de la Teología de la Liberación, liberar a los pueblos del individualismo, del miedo, del chantaje a lo divino, para hacer de ellos seres humanos que vivan en, por y para D/os, que realicen actos buenos no porque quieran ganarse un paraíso o por miedo, sino porque al amar a D/os, amarán a su prójimo y crearán el Reino de D/os en la tierra.
Esta proclamación de un despertar en los pueblos por parte de los teólogos de la liberación condujo a muchos a ser condenados y a ser considerados transgresores de la doctrina, y sí, quebrantaron la doctrina, pero recordaron la esencia del mensaje de Jesús.
El reino de D/os del que habla Jesús no se encuentra en el cielo, en lo alto, en lo inalcanzable, el Reino de D/os de Jesús es el otro ser humano.

La Teología de la Liberación retoma los símbolos semíticos de Jesús, el agua, la sangre, la cruz, la muerte, y los aleja de la Doctrina fundamentada en un pensamiento occidental, así, la sangre toma su sentido de vida, la cruz deja de ser un martirio para ser la expansión del mensaje de vida de Jesús sobre el Amor y la Justicia a todos los puntos del mundo, el agua en el costado, retorna el símbolo de la limpieza de la nueva creación la cual tiene su principio en la costilla, símbolo de la igualdad, la muerte regresa a su estado espiritual, se hace presente para darle sentido a la Resurrección, es decir, para dejar de ser lo que se era y comenzar cada día desde D/os.
Tomar cada uno de estos símbolos ayuda a que el pueblo deje de sentirse culpable y de creerse merecedor de su sufrimiento, y elimina de su espiritualidad y pensamiento la frase si Jesús sufrió tanto porque te quejas, regresar el significado religioso elimina el sometimiento, la esclavitud, fortalece al amante de D/os, para no permitir ni realizar injusticias, y sobre todo le ayuda a pasar de la creencia y la confianza a la Fe, la cual lleva en su significado estar enamorado de D/os.
El regreso al mensaje puro de Jesús es el fundamento de la Teología de la Liberación, liberar desde el interior retornando al ser humano a D/os a través del principio por el cual fue creado, es decir, la Responsabilidad, sí, desde las religiones la Responsabilidad es el origen de todo, porque sin ella no puede existir Amor, Verdad, Alianza, Bondad, ni Misericordia y por ende no podrá haber justicia social ni libertad.
Todo lo anteriormente mencionado sobre la Teología de la Liberación, se encuentra expuesto en el Corán, es decir, más de 1300 años antes. El Corán, muestra el mensaje de Jesús desde su pureza, su lectura recuerda la importancia de amar a D/os desde la propia experiencia, niega cualquier tipo de verdad absoluta desde el momento en el cual se consagran cada uno de los profetas y mensajeros, porque como menciona la Dra. Nahla El- Haraki, gran estudiosa del islam, no se puede ser musulmán si no se es judío y cristiano, donde la llamada Jihad o guerra santa, tiene como presupuesto eliminar cada día un poco de esos pecados personales que conllevan a la destrucción de una sociedad, el Corán resalta que lo fundamental para el diálogo es el conocimiento y sobre todo la importancia de la libertad de cada creyente de encontrarse con D/os, desde lo que es.
El Corán al entretejerse en la vida de cada persona incita a eliminar del interior los imperios que conducen a creerse superior al otro, en el islam, al ser un presupuesto que el rostro de cada persona es lo perteneciente a D/os provoca la igualdad entre la comunidad, eliminando con ello cualquier tipo de juicio y recordando lo escrito en los Evangelios lo que hicisteis por el otro lo hicisteis por mí.
Es importante comprender que hallar fundamentos del Corán en una teología nueva, por llamarla así, nos muestra lo cercano que estamos del otro, resalta que nuestras diferencias son nuestras mayores semejanzas, conduce a entender que a lo largo de los milenos la herencia de símbolos de una Religión a otra marcan la necesidad de rescatar la pureza del mensaje de D/os, porque el surgimiento de cada Religión surge en momentos precisos de la historia, particularmente cuando el poder se confiere a D/os y somete en Su nombre, cuando el encuentro entre los seres humanos se pierde entre la ambición y el absolutismo, cuando la esencia y el mensaje deja de ser Religión para ser Doctrina, por ello, se consideran sagrados los libros de las Religiones, porque cada una a su tiempo ha rescatado la belleza de D/os eliminando las impurezas humanas para sanar desde la sabiduría a las nuevas generaciones.
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