ESTROFAS DE MÁS DE CUATRO VERSOS
Veamos las principales estrofas de más de cuatro versos con algunos ejemplos y comentarios.
En el anterior artículo traté de las principales estrofas de dos a cuatro versos: pareados, tercetos, cuartetos, serventesios, cuartetas, redondillas y cuadernas vías. Veamos ahora estrofas de más de cuatro versos con ejemplos y algunos comentarios.
Las estrofas de 5 versos se denominan Quintetos (Quintillas si son de arte menor). No son demasiado abundantes y sus dos rimas pueden combinarse de distintas formas, siempre que no haya más de dos rimas iguales seguidas.
Quizá la estrofa de cinco versos más utilizada sea la Lira. Es una estrofa polimétrica que combina versos de 7 y 11 sílabas. La introdujo Garcilaso, y su nombre proviene de uno de sus poemas del que reproduzco la primera estrofa. También fue muy utilizada en los siglos de oro por Fray Luis de León y San Juan de la Cruz, y posteriormente por otros muchos poetas. Su estructura más típica es 7a – 11B -7A – 7b – 11B.
Si de mi baja lira
tanto pudiese el son, que en un momento
aplacase la ira
del animoso viento,
y la furia del mar en movimiento
(…/…)
Aquí podréis leer sus 22 estrofas . Lo usual es que cada “lira” sea una unidad sintáctica o que se agrupen dos, pero que los párrafos acaben al final de una de ellas y no en su interior. Respecto al tema de las asonancias entre rimas, a los ortodoxos no les parece conveniente que en estrofas contiguas hayan rimas consonantes que asuenen; pero, como vimos en el artículo anterior, no todos los poetas están de acuerdo y en este poema hay asonancias en a-o (-ando / -ado) entre las estrofas 15ª y la 16ª, en e-a (-ena / -eza) entre la 16ª y la 17ª, y en e-a (-etas / -eria) entre la 21ª y 22ª.
Las estrofas de 6 versos se denominan Sextetos (Sextillas si son de arte menor). Las hay de dos o tres rimas. Si son de dos rimas están alternadas ABABAB, y si son de tres hay diversas posibilidades ABCABC, AABCCB, ABBACC, ABACCB, ABABCC (esta última denominada Sexta rima). También existen Sextetos lira polimétricos de 7 y 11 sílabas usados por bastantes poetas, como estos de Góngora, Verde el cabello undoso… de los que copio el primero de los 7.
Verde el cabello undoso
y de la barba al pie escamas vestido,
aliento sonoroso
daba Tritón a un caracol torcido,
y en las olas el viento
voló el son por el húmido elemento.
En esta estrofa vale la pena analizar el verso: “y de la barba al pie escamas vestido”. Si se considera endecasílabo hay que dividirlo: “y- de- la- bar-ba al- pie es-ca-mas- ves-ti-do”. Para mí, es difícil la sinalefa “pie escamas” por dos motivos, primero porque “de la barba al pie” es una suerte de cláusula explicativa que requiere (se ponga entre comas o no) una breve pausa fónica, y segundo porque si se forzase la pronunciación continua existirían dos sílabas contiguas tónicas “piees” y “ca”, lo que exigiría destonificar una si no existe pausa. Por ello, y con todo el respeto que me merece el autor, creo que la pronunciación más correcta y que permite apreciar el significado del verso sería considerarlo un tridecasílabo 7+6 “y- de- la- bar-ba al- pie / es-ca-mas- ves-ti-do”. Me referí a estos temas de separación silábica en el artículo Últimos consejos sobre sinalefas e hiatos y en los tres anteriores.
Respecto al conjunto del poema, también hay varias asonancias entre rimas consonantes, entre las estrofas 2ª y 3ª, 5ª y 6ª, y en la 7ª estrofa hay asonancias entre versos en e-o (-ento / -eño), lo que nos demuestra, junto con ejemplos anteriores, que este tema de las asonancias que actualmente es un caballo de batalla importaba poco a nuestros clásicos.
Otra estrofa de seis versos muy conocida por haberla usado Jorge Manrique es la copla de pie quebrado que dedicó a la Muerte de su padre, con estructura 8a-8b-4c-8a-8b-4c, que comienza:
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer,
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.
(…/…)
Las estrofas de 7 versos no tienen demasiada importancia, y entre las de 8 se puede destacar la Octava real, con estructura ABABABCC, en la que Ercilla escribió los más de 21mil versos endecasílabos de su poema épico La Araucana que comienza:
No las damas, amor, no gentilezas
de caballero canto enamorados,
ni las muestras, regalos y ternezas
de amorosos afectos y cuidados;
mas el valor, los hechos, las proezas
de aquellos españoles esforzados,
que a la cerviz de Arauco no domada,
pusieron duro yugo por la espada.
(…/…)
Las estrofas de 9 versos tampoco son significativas y entre las de 10 deben destacarse las Décimas octosílabas, también conocidas como Espinelas, ya que fue Vicente Espinel quien las dio a conocer.
La estructura de esta estrofa es 8a8b8b8a8a8c8c8d8d8c, y se recomienda que los primeros 4 versos sean la introducción del tema, seguidos de un punto, y que en el resto de versos se desarrolle y concluya. Como ejemplo, ésta de La vida es sueño de Calderón de la Barca
Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
¿Habrá otro -entre sí decía-
más pobre y triste que yo?
Y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio cogiendo
las hojas que él arrojó.
Aunque esta es la estrofa de 10 versos más popular, también las hay con otros metros y alternancias de rima.
En el próximo artículo trataré del soneto, composición poética de 14 versos con dos estrofas de cuatro y dos de tres, tanto en su forma más conocida la isométrica, como en poemas de distintas longitudes versales y encabalgamientos entre estrofas.
Si te ha interesado este artículo, en las 330 páginas del tratado “Métrica poética del español”, encontrarás toda la información y ejemplos necesarios para profundizar en el estudio de la métrica y saber los porqués del ritmo que distingue a los poemas de la prosa.

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