
AMOR DE LEJANÍA
Recuerdo que, cuando estaba en la casa
de mi madre, en medio de la llanura,
tenía una ventana que miraba
a los prados; al fondo, el dique boscoso
escondía el Ticino y, aún más al fondo,
había una franja oscura de colinas.
Yo entonces no había visto el mar
más que una sola vez, pero conservaba de él
una áspera nostalgia de enamorada.
Hacia el atardecer observaba el horizonte;
entornaba un poco los ojos; acariciaba
los contornos y los colores entre las pestañas:
y la franja de los montes se allanaba,
trémula, azul: me parecía el mar
y me gustaba más que el mar verdadero.
Milán, 24 de abril de 1929
AMORE DI LONTANANZA
Ricordo che, quand’era nella casa
della mia mamma, in mezzo alla pianura,
avevo una finestra che guardava
sui prati; in fondo, l’argine boscoso
nascondeva il Ticino e, ancor più in fondo,
c’era una striscia scura di colline.
Io allora non avevo visto il mare
che una sol volta, ma ne conservavo
un’aspra nostalgia da innamorata.
Verso sera fissavo l’orizzonte;
socchiudevo un po’ gli occhi; accarezzavo
i contorni e i colori tra le ciglia:
e la striscia dei colli si spianava,
tremula, azzurra: a me pareva il mare
e mi piaceva più del mare vero.
Milano, 24 aprile 1929
YACER
Ahora la aniquilación blanda
de nadar de espaldas,
con el sol en el rostro
‒ el cerebro penetrado de rojo
a través de los párpados cerrados ‒.
Esta tarde, sobre la cama, en la misma postura,
el candor ensoñado
de beber,
dilatando las pupilas,
el alma blanca de la noche.
Santa Margherita, 19 de junio de 1929
GIACERE
Ora l’annientamento blando
di nuotare riversa,
col sole in viso
‒ il cervello penetrato di rosso
traverso le palpebre chiuse ‒.
Stasera, sopra il letto, nella stessa postura,
il candore trasognato
di bere,
con le pupille larghe,
l’anima bianca della notte.
Santa Margherita, 19 giugno 1929
DESPERTAR NOCTURNO
Emergida de quién sabe qué sombras,
apenas recuperas el sentido
de tu peso
de tu calor
y la noche no tiene,
para tu fatiga,
más que este fragor loco
de lluvia negra
y el aullido del viento en los vidrios.
¿Dónde estaba Dios?
Milán, octubre de 1931
RISVEGLIO NOTTURNO
Riemersa da chissà che ombre,
a pena ricuperi il senso
del tuo peso
del tuo calore
e la notte non ha,
per la tua fatica,
se non questo scroscio pazzo
di pioggia nera
e l’urlo del vento ai vetri.
Dov’era Dio?
Milano, ottobre 1931
SUEÑO
Oh vida,
¿por qué
en tu viaje me llevas
aún,
por qué
mi pesado sueño
arrastras?
Yo sé
que las más puras fuentes
en toda la tierra deshaciéndose
no devolverán
a la nieve sucia
su blancura.
Tampoco el alba hará
con cansada magia
reflorecer
entre casas negras
las mimosas muertas.
Pero sola
en el hielo nocturno
temblará
la florista
junto al vano darse
de la fuente.
Oh vida,
¿por qué
no te pesa
mi desesperado
sueño?
16 de enero de 1933
SONNO
O vita,
perché
nel tuo viaggio mi porti
ancora,
perché
il mio pesante sonno
trascini?
Io so
che le più pure fontane
per tutta la terra sfacendosi
non renderanno
alla neve bruttata
il biancore.
Né l’alba farà
con stanca magia
rifiorire
tra case nere
le mimose morte.
Ma sola
al gelo notturno
tremerà
la fioraia
presso il vano donarsi
della fontana.
O vita,
perché
non ti pesa
questo mio disperato
sonno?
16 gennaio 1933
AMOR DEL AGUA
Por el valle que es un lago
de sol ‒ agitado por la ola
de las campanas ‒
huye la sombra
y se reúne
bajo un árbol solitario
donde el torrente
cae ‒
Toda la sombra y la frescura del mundo
se cierran en torno
a la frente acalorada
del niño
que ‒ asomado a la orilla ‒
no sabe liberar
su alma abandonada
de los plateados brazos
de la cascada ‒
12 septiembre de 1933
AMORE DELL’ACQUA
Dalla valle ch’è un lago
di sole ‒ agitato dall’onda
delle campane ‒
fugge l’ombra
e si aduna
sotto un albero solo
dove il torrente
cade ‒
Tutta l’ombra e la frescura del mondo
si serrano intorno
alla fronte accaldata
del bimbo
che ‒ sporto sul ciglio ‒
l’anima abbandonata
svincolare non sa
dalle argentee braccia
della cascata ‒
12 settembre 1933
MUERTE DE LAS ESTRELLAS
Montañas ‒ ángeles tristes
que en la hora del crepúsculo
mudas lloráis
al ángel de las estrellas ‒ desaparecido
entre oscuras nubes ‒
arcanos florecimientos
esta noche
en los abismos nacerán ‒
oh ‒ sea
en las flores de los montes
el sepulcro
de los astros apagados ‒
13 de septiembre de 1933
MORTE DELLE STELLE
Montagne ‒ angeli tristi
che nell’ora del crepuscolo
mute piangete
l’angelo delle stelle ‒ scomparso
tra nuvole oscure ‒
arcane fioriture
stanotte
nei bàratri nasceranno ‒
oh ‒ sia
nei fiori dei monti
il sepolcro
degli astri spenti ‒
13 settembre 1933
Antonia Pozzi nació en 1912 en Milán, donde murió en 1938. Ha publicado: Parole y La vita sognata e altre poesie inedite.
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