“La poesía es un arte que imita acciones y palabras,
no como ellas se hicieron o se dijeron, sino como podrían y debieran hacerse,
y que tiene como objetivo llevar mediante la armonía y el ritmo
a las almas humanas que escuchan sus creaciones hacia la virtud.”
[Aristóteles]
Grecia -a pesar de ser un caleidoscopio cultural- ha dado al mundo una incompleta y a veces falsa idea de su civilización. Es de sobra conocido su “Siglo de Oro” -el quinto antes de nuestra Era-, en cuya trayectoria se había establecido la democracia (aunque incompleta al principio) y fueron creadas unas de las mayores obras del arte y de la literatura de la humanidad, como la Acrópolis y la Odisea.
Pero pocos visitantes saben los detalles de la historia griega moderna y su poesía de hoy en día, y aún menos admiradores de lo “clásico” pueden captar los sentimientos del desastre de Asia Menor de 1922; y eso porque la Historia es más un perseguimiento humano que una investigación científica -en el sentido convencional- ya que el pasado no está presente en nuestras sensaciones: sólo podemos saber las impresiones de nuestros antepasados, pero no podemos sentir la misma tristalegría o frustración, no podemos enamorarnos, deprimirnos o soñar de la misma manera que las personas de otras épocas históricas. Eso se puede aplicar también a la poesía, puesto que ella es una expresión artística y admite varias interpretaciones. Así son las bellas artes; si no conceden esa libertad de explicaciones, entonces no se pueden considerar ni artes ni bellas.
En la lengua griega moderna tenemos una palabra compuesta de dos antiguas: “Alisajni” (Αλισάχνη), que es una «fina capa de sal con varios esquemas que ha dejado el sol después de haber secado la rociada de las rocas y la de nuestro cuerpo por las olas, cuando el mar está tormentoso». Esta es una de las esencias de la poesía griega del siglo XX.
Un poeta de la “escuela de Alejandría” (Egipto) y otros de las generaciones de los años 20 y 30 y de hoy en día (uno de ellos con descendencia albanesa), del neosimbolismo, del pesimismo y del surrealismo, una canción tradicional con influencias italianas y un texto introductorio en prosa que habla del mar, constituyen esta presentación literaria. El poema titulado “Monemvasía” de Ritsos de esta breve colección describe el período medieval bizantino. Además, el poeta turco Nazim Hikmet, nacido en Grecia, representa esta mezcla cultural. En el poema titulado “Helenidad” se expresa el carácter mediterráneo -y por lo general humano- del que reivindica sus derechos, pero sin codicia. Es la lucha del ser humano, no en contra, sino en paralelo con la Naturaleza. Habla del medio ambiente natural que es fundador de culturas. Es la “helenidad” -que podría también ser “hispanidad” o “universalidad”. En el poema titulado “Voces”, vemos la tendencia griega -y por lo general humana- a buscar apoyo en las memorias dulces del pasado. Es el orgullo del ser humano por sus raíces. Habla de la esencia de nuestra alma que -a pesar de tener ella su propia identidad- ha sido compuesta por las moléculas de nuestros antepasados. Es la memoria de nuestros ancestros que la vivimos de una forma moderna. Es nuestra nostalgia por los buenos momentos que no podremos volver a vivir, porque los seres queridos que nos los ofrecieron, ya no están vivos.
En fin, esa es una poesía con funciones psicológicas, y sin verbalismo. La Grecia de los helenos clásicos y la de los griegos modernos, del Egipto romántico, y de la cultura griega de la Italia popular, de la Revolución bolchevique en Rusia, de Albania del Sur y de Turquía (nuestro “amigo invertebral”), son las alhajas del tesoro de nuestra época.
Veamos, a continuación, un esbozo de la historia de la poesía griega, desde la Antigüedad hasta nuestra Era:
Época antigua:
Período arcaico s. VII – VI a.n.e.:
Épica: Homero
Lírica:
Elegía: Mimnermo
Jambo (o yambo): Simónides Amorgino de Samos
Estilo eólico: Safo
Coro teatral: Simónides de Ceos
Período clásico s. V – IV a.n.e.
Comedia: Aristófanes
Tragedia: Esquilo, Sófocles, Eurípides
Período helenístico s. IV – I a.n.e.
Pastoril: Teócrito
Período greco-romano s. I a.n.e. – IV n.e.
Epigramas: Antípatro de Tesalónica
Época medieval:
Período bizantino
Período post-bizantino:
Estilo popular anónimo
Época moderna:
1453-1821:
Período de los francos e italianos (Venecia y Génova): (renacentista, barroco y rococó):
Erótica de Chipre, Dodecaneso, Creta, islas del mar Egeo y Heptaneso:
Hortatzis, Cornaros
Período Otomano
Ilustración:
Constantinopla y Heptaneso: Rigas Ferreos
Período romántico:
Escuela de Atenas: Soutsos, Ragavís
1880-1930: Palamás
Escuela de Alejandría (Egipto): Kavafis
Generación de 1920 (Catástrofe de Asia Menor):
Neosimbolismo y pesimismo: Karyotakis
Generación de 1930:
Surrealismo: [Seferis (Nobel)], Elytis (Nobel), Empeirikos, Ritsos, Vrettakos, Eggonópoulos
Kavvadías (poesía marinera)
Período de posguerra: Titos Patríkios
Hoy en dia: Dimoulá
Los poemas incluidos en esta breve antología son todos del siglo XX. (Algunos de ellos han sido publicados en “Las Nueve Musas” como artículos independientes.

Andreas Karkavitsas
El escritor griego (1865-1922) por excelencia del mar, famoso por sus obras literarias sobre ética y por su estilo naturalista.
La mar, cuento de la colección “Palabras de la proa”, 1899
Mi padre -que sea de mirra la ola que lo envolvió- no tenía la intención de hacerme marinero.
-«Ten cuidado», decía, «¡ten cuidado, hijo mío, de ese desgraciado espectro!»
La mar no tiene fe ni misericordia. Adórala todo el tiempo que quieras, glorifícala, pero ella seguirá con su propósito. Y no la creas cuando la veas sonriendo y prometiéndote tesoros. Tarde o temprano, cavará tu tumba o te agotará y terminarás débil, inútil en este mundo. Ya sea que digas la palabra mar o la palabra mujer; es la misma cosa.
Y todo esto lo decía un hombre que había pasado su vida en los barcos; un hombre, cuyo padre, cuyo abuelo y bisabuelo, todos, -hasta las raíces de la generación- fallecieron en las sogas de los barcos. Pero no era solo él quien decía eso, sino también los otros ancianos de la isla, los que ahora son veteranos de las velas y los más jóvenes que todavía tenían callos en las manos, cuando iban a sentarse en el café a chupar el narguile, se balanceaban la cabeza y suspirando decían:
-El mar ya no tiene nada para ofrecernos. Ojalá tuviera una vid en la tierra y arrojaría una piedra negra detrás de mí, para no volver nunca al mar.
La verdad es que muchos de ellos podrían obtener con su dinero no solamente una vid, sino una isla entera. Pero siempre culpaban al mar. Competían para ver quién construiría un barco más grande, quién se convertiría en capitán. Y yo que a menudo escuchaba sus palabras y las encontré tan inconsistentes con sus obras, no podía resolver el misterio. Algo divino pensaba yo, venía y arrastraba a todas esas almas sin voluntad y las arrojaba a los mares, como el viento loco del norte arrojaba las piedras infértiles.
Pero eso mismo me empujaba a mí también hacia allá. Amé la mar desde que era niño. Y, para decir verdad, di mis primeros pasos en el agua. Mi primer juguete fue una caja de mechas vegetales de lámpara con un palillo en el medio, como un mástil, y dos hilos como cuerdas, un trozo de papel como una vela, y con mi imaginación ardiente hacía de él un bote de tres cubiertas. Fui al mar y tiré mi bote, mientras mi corazón latía fuertemente. Hasta creía que yo también estaba ahí adentro. Pero tan pronto como puse el bote en el mar, él se hundió. No me tomó mucho tiempo para hacer otro, usando tablas. El astillero para eso estaba en el pequeño puerto de San Nicolás. Lo arrojé al mar y lo seguí nadando hasta la entrada del puerto, donde la corriente se lo llevó lejos. Más tarde me convertí en el mejor remador y en nadador de primera; solo me faltaban las escamas…
Ανδρέας Καρκαβίτσας: Η Θάλασσα (Διήγημα από τα “Λόγια της Πλώρης”, 1899)
Ο πατέρας μου -μύρο το κύμα που τον τύλιξε- δεν είχε σκοπό να με κάμει ναυτικό.
-Μακριά, έλεγε, μακριά, παιδί μου, απ’ τ’ άτιμο στοιχειό! Δεν έχει πίστη, δεν έχει έλεος. Λάτρεψέ την όσο θες, δόξασε την· εκείνη το σκοπό της. Μην κοιτάς που χαμογελά, που σου τάζει θησαυρούς. Αργά γρήγορα θα σου σκάψει το λάκκο ή θα σε ρίξει πετσί και κόκαλο, άχρηστο στον κόσμο. Είπες θάλασσα, είπες γυναίκα, το ίδιο κάνει.
Και τα έλεγε αυτά άνθρωπος που έφαγε τη ζωή του στο καράβι, που ο πατέρας, ο πάππος, ο πρόπαππος, όλοι ως τη ρίζα της γενιάς ξεψύχησαν στο παλαμάρι. Μα δεν τα έλεγε μόνον αυτός, αλλά κι οι άλλοι γέροντες του νησιού, οι απόμαχοι των αρμένων τώρα, και οι νιότεροι, που είχαν ακόμη τους κάλλους στα χέρια, όταν κάθιζαν στον καφενέ να ρουφήξουν τον ναργιλέ, κουνούσαν το κεφάλι και στενάζοντας έλεγαν:
-Η θάλασσα δεν έχει πια ψωμί. Ας είχα ένα κλήμα στη στεριά και μαύρη πέτρα να ρίξω πίσω μου.
Η αλήθεια είναι πως πολλοί τους όχι κλήμα, άλλα νησί ολάκερο μπορούσαν ν’ αποχτήσουν με τα χρήματα τους. Μα όλα τα έριχναν στη θάλασσα. Παράβγαιναν ποιος να χτίσει μεγαλύτερο καράβι, ποιος να πρωτογίνει καπετάνιος. Και γω που άκουα συχνά τα λόγια τους και τα έβλεπα τόσο ασύμφωνα με τα έργα τους δε μπορούσα να λύσω το μυστήριο. Κάτι, έλεγα, θεϊκό ερχόταν κι έσερνε όλες εκείνες τις ψυχές και τις γκρέμιζε άβουλες στα πέλαγα, όπως ο τρελοβοριάς τα στειρολίθαρα.
Αλλά το ίδιο κάτι μ’ έσπρωχνε και μένα εκεί. Από μικρός την αγαπούσα τη θάλασσα. Τα πρώτα βήματα μου να ειπείς, στο νερό τα έκαμα. Το πρώτο μου παιχνίδι ήταν ένα κουτί από λουμίνια μ’ ένα ξυλάκι ορθό στη μέση για κατάρτι, με δυο κλωστές για παλαμάρια, ένα φύλλο χαρτί για πανάκι και με την πύρινη φαντασία μου που το έκανε μπάρκο τρικούβερτο. Πήγα και το έριξα στη θάλασσα με καρδιοχτύπι. Αν θέλεις, ήμουν και γω εκεί μέσα. Μόλις όμως το απίθωσα, και βούλιαξε στον πάτο. Μα δεν άργησα να κάμω άλλο μεγαλύτερο από σανίδια. Ο ταρσανάς για τούτο ήταν στο λιμανάκι του Αϊ-Νικόλα. Το έριξα στη θάλασσα και τ’ ακολούθησα κολυμπώντας ως την εμπατή του λιμανιού που το πήρε το ρέμα μακριά. Αργότερα έγινα πρώτος στο κουπί, στο κολύμπι πρώτος, τα λέπια μου έλειπαν…
Poema – canción tradicional de los emigrantes griegos en el Sur de Italia
Los helenos han estado en el sur de la península italiana desde el siglo VIII a.n.e., hasta hoy en día, y todavía hablan este dialecto griego-latino. Esta era la canción “grecana” de los emigrantes del sur de Italia que, después de la Segunda Guerra Mundial, zarparon para los Estados Unidos de América en busca de un futuro mejor.
Rindineddha = golondrina de mar (o: El grito del emigrante)
(Anónimo y sin fecha)
Mi hermosa golondrina,
¿qué mar habrás cruzado,
de dónde vienes y te quedas
con este buen tiempo?
Tienes el pecho blanco
negras tienes las alas,
la espalda color del mar
y la cola abierta.
Sentado frente al mar,
siempre te contemplo:
ligeramente te inclinas,
un poco planeando bajas,
apenas rozas el agua.
Mi bella, ¿qué países,
en que lugares habrás andado
y dónde habrás hecho
tu hermoso nido ya.
Si supiera que pasarías
por tierras vecinas de mi hogar
¡cuántas cosas yo tal vez
te pediría que me dijeras!
Pero nada me dices
de lo que te pregunto,
ligeramente te inclinas,
un poco planeando bajas,
apenas rozas el agua.
Te pregunté por mi madre,
la más querida para mí,
que tanto tiempo me espera
y tampoco me puede ver.
Te pregunté por mi padre
y sobre todo mi barrio,
y si pudieras hablar
¡cuántas cosas me dirías!
Ώρια μου ροντινέντα (Ανώνυμο)
Ώρια μου ροντινέντα μου,
πλέα τάλασσα σ’ αγκουάντει
τσαι α’ πού ‘ρτεστε τσαι στάτζει
μ’ ούτον καλό τσαιρό;
Βαστά το πέτον άσπρο,
μαύρε βαστά τες άλε,
ο σταυρί κουλόρ ντι μάρε
τσαι η κούντα πιού ‘νοιφτή.
Καϊτζ’ αμπρό στη τάλασσα,
πάντα σένα κανονώ:
λίον γκέρνει, λίον καλέει,
λίον εγκίτζει το νερό.
Άρε μου, πλέα παϊσια,
πλέου τόπου έκει ντιαβαιμένα,
που ‘εν έκει γκενομένα
τη φωντέα σου εκεί.
Αν ήσερα τι ντιάβηκε
α πού τσαρτέα ‘σεμα
κα πόσα πράματα εσένα
σου ρωτώ για να μου πει.
Μα σου τίπο(τι) μου λέει
για πόσα σε ρωτώ,
λίον γκέρνει, λίον καλέει,
λίον εγκίτζει το νερό.
Αρώτησα τη μάνα μου,
την πλέον ‘γκαπημένη
έκει τόσο κα με μένει
πούρου να ‘κει να με δει.
Αρώτησα το τσιούρη μου
τσαι σ’ όλη την γκετονία
τσαι αν είκε ομιλία
πόσα είκε να μου πει!

Constantino Kavafis
Nascido en Alejandría, Egipto (1863-1933), fue uno de los poetas griegos más importantes de la Era moderna, lo que representa el alto nivel cultural del helenismo en esa ciudad africana. En algunos de sus poemas se distingue su tendencia homosexual.
Voces, 1904
Voces ideales y amadas
de aquellos que murieron, o de aquellos perdidos
para nosotros, como los muertos.
A veces ellas hablan en nuestros sueños;
a veces, pensando, la mente las oye.
Y con su eco por un instante retornan,
sonidos de la primera poesía de nuestra vida –
como música, de noche, lejana, que se apaga.
Κ. Π. Καβάφης: Φωνές, 1904
Ιδανικές φωνές κι αγαπημένες
εκείνων που πεθάναν, ή εκείνων που είναι
για μας χαμένοι σαν τους πεθαμένους.
Κάποτε μες στα όνειρά μας ομιλούνε·
κάποτε μες στην σκέψι τες ακούει το μυαλό.
Και με τον ήχο των για μια στιγμή επιστρέφουν
ήχοι από την πρώτη ποίησι της ζωής μας –
σα μουσική, την νύχτα, μακρινή, που σβήνει.

Kostas Karyotakis
Poeta y novelista (1896-1928). Se le considera como el principal exponente griego de la poesía lírica pesimista, y sus obras han sido traducidas a más de treinta idiomas. Se han escrito cientos de artículos y libros sobre su trabajo, se han realizado decenas de conferencias especiales. Karyotakis se enteró de que padecía sífilis, una enfermedad en aquel entonces incurable, que también era un estigma social. Murió suicidándose.
La mar es mi único amor
La mar es mi único amor.
Porque luce ideal.
Y su nombre es un signo de exclamación.
No recuerdo el primer vistazo con ella.
Sin duda, bajaría de una cumbre con los brazos llenos de flores.
Cuando era niño, pensaba en el ritmo de su rugido.
Tumbado en la playa, viajaba con los barcos que pasaban.
Un mundo nacía alrededor mío.
La brisa tocaba mi cabello.
El día brillaba en mi rostro y en los guijarros.
Todo era bienvenido para mí: el sol, las nubes blancas, su rugido lejano.
Pero el mar, porque sabía, había comenzado su canción, su canción que
sujeta y consuela
Vi muchos puertos.
Barcas verdes amontonabas iban y venían como pequeños alumnos alegres.
Barcos cansados, con nombres extraños, exóticos, proyectaban su sombra
cada mañana.
Personas pensativas, maduras por la salmuera, subían continuamente las empinadas y suspendidas escaleras.
Palomas silvestres balanceaban sobre las antenas.
Luego oscureció.
Una línea roja en el horizonte, apenas encontrando una respuesta en los dorsos
de las grandes y lentas olas.
Se agitaban como por alguna interna causa secreta y se extendían
acercándose para romperse suavemente, en silencio.
Todo lo demás – el cielo, las montañas al frente, el alta mar – una enorme
cortina negra.
Kώστας Καριωτάκης: Η θάλασσα είναι η μόνη μου αγάπη
Η θάλασσα είναι η μόνη μου αγάπη.
Γιατί έχει την όψη του ιδανικού.
Και τ’ όνομά της είναι ένα θαυμαστικό.
Δε θυμάμαι το πρώτο αντίκρισμά της.
Χωρίς άλλο θα κατέβαινα από μια κορφή, φέρνοντας αγκαλιές λουλούδια.
Παιδί ακόμα, εσκεπτόμουν το ρυθμό του φλοίσβου της.Ξαπλωμένος στην αμμουδιά, εταξίδευα με τα καράβια που περνούσαν.
Ένας κόσμος γεννιόταν γύρω μου.
Οι αύρες μού άγγιζαν τα μαλλιά.
Άστραφτε η μέρα στο πρόσωπό μου και στα χαλίκια.
Όλα μου ήταν ευπρόσδεκτα: ο ήλιος, τα λευκά σύννεφα, η μακρινή βοή της.
Αλλά η θάλασσα επειδή ήξερε, είχε αρχίσει το τραγούδι της, το τραγούδι της
που δεσμεύει και παρηγορεί.
Είδα πολλά λιμάνια.
Στοιβαγμένες πράσινες βάρκες επήγαιναν δώθε κείθε σαν εύθυμοι μικροί μαθητές. Κουρασμένα πλοία, με ονόματα περίεργα, εξωτικά, ύψωναν κάθε πρωί τη σκιά τους. Άνθρωποι σκεφτικοί, ώριμοι από την άλμη, ανέβαιναν σταθερά τις απότομες, κρεμαστές σκάλες.
Άγρια περιστέρια ζυγίζονταν στις κεραίες.
Ύστερα ενύχτωσε.
Μια κόκκινη γραμμή στον ορίζοντα, μόλις έβρισκε απάντηση στις ράχες
των μεγάλων, αργών κυμάτων.
Εσάλευαν σαν από κάποια μυστική, εσωτερική αιτία, και άπλωναν πλησιάζοντας,
για να σπάσουν απαλά, βουβά.
Όλα τ’ άλλα – ο ουρανός, τα βουνά αντίκρυ, το ανοιχτό πέλαγος – ένα τεράστιο
μαύρο παραπέτασμα.

Odysseas Elytis [Alepudelis]
Poeta de la generación de 1930, ganador del Premio Nobel de Literatura (1979) y renovador de la poesía del siglo XX, que tradujo algunos de los poemas del Romancero Gitano, de Federico García Lorca, escrito en 1928. Su extenso poema “Axion estí”, una obra étnica que recopila las raíces mitológicas de donde brota la actual mentalidad griega, ha sido traducido como “Dignum est”. Elytis (1911-1996) es conocido como “el poeta de la luz”, debido al importante papel que esta desempeña en su poesía. Hablando de sí mismo, dice: “Por una parte fui el último de una generación que se preocupó por las fuentes de la Helenidad, y por otra, he sido el primero en aceptar las teorías revolucionarias de un movimiento moderno”.
Dignum Est
Entonces él dijo y se creó el mar.
Y yo vi y contemplé.
Y en medio del mar sembró pequeños mundos a mi imagen y semejanza:
Caballos de piedra con la crin erigida
y ánforas serenas
y dorsos encorvados de delfines:
Íos, Síkinos, Serifos, Melos.
“Cada palabra, una golondrina
para que te traiga la primavera dentro del verano” dijo.
Y que sean muchos los olivos
para que criben en sus manos la luz
y que se expanda leve en tu sueño
y que sean muchas las chicharras
hasta que no las sientas
como no sientes el pulso en tu mano
pero que el agua sea poca
para que la tengas como Dios y que entiendas lo que significa su palabra
y que el árbol esté solo
sin rebaño
para que lo hagas amigo tuyo
y que conozcas su nombre caro,
y la tierra poca en tus pies
para que no halles dónde estirar raíces
y que te encamines hacia lo profundo siempre
y que el cielo sea ancho por encima
para que tú, solo, leas la inmensidad.
ESTE
mundo pequeño, ¡el magno!
Οδυσσέας Ελύτης: Άξιον εστί
Τότε είπε και γεννήθηκεν η θάλασσα.
Και είδα και θαύμασα.
Και στη μέση της έσπειρε κόσμους μικρούς κατ’ εικόνα και ομοίωσή μου:
Ίπποι πέτρινοι με τη χαίτη ορθή
και γαλήνιοι αμφορείς
και λοξές δελφινιών ράχες
η Ίος η Σίκινος η Σέριφος η Μήλος.
«Κάθε λέξη κι από ‘να χελιδόνι
για να σου φέρνει την άνοιξη μέσα στο θέρος» είπε.
Και πολλά τα λιόδεντρα
που να κρησάρουν στα χέρια τους το φως
κι ελαφρό ν’ απλώνεται στον ύπνο σου
και πολλά τα τζιτζίκια
που να μην τα νιώθεις
όπως δε νιώθεις το σφυγμό στο χέρι σου,
αλλά λίγο το νερό
για να το ‘χεις Θεό και να κατέχεις τι σημαίνει ο λόγος του,
και το δέντρο μονάχο του
χωρίς κοπάδι
για να το κάνεις φίλο σου
και να γνωρίζεις τ’ ακριβό του τ’ όνομα
φτενό στα πόδια σου το χώμα,
για να μην έχεις πού ν’ απλώσεις ρίζα
και να τραβάς του βάθους ολοένα,
και πλατύς επάνου ο ουρανός
για να διαβάζεις μόνος σου την απεραντοσύνη.
ΑΥΤOΣ
ο κόσμος ο μικρός, ο μέγας!

Yannis Ritsos
Poeta (1909-1990) que pertenece a la Generación del 30 y figura entre los literarios más importantes del siglo XX. Su obra tiene fuertes influencias de su vida: experiencias personales -la tuberculosis y sus amores-, las sublevaciones populares en contra de los golpes de estado militares y la guerra civil.
Es una poesía existencialista con matices surrealistas.
Helenidad
Estos árboles no se conforman con menos cielo,
estas piedras no se conforman bajo los pasos extranjeros,
estos rostros no se conforman sino solo bajo el sol,
estos corazones no se conforman sino solo en la justicia.
Este paisaje es tan duro como el silencio,
aprieta en su seno sus piedras ardientes,
aprieta en la luz sus olivos huérfanos y sus vides,
aprieta los dientes. No hay agua. Solamente luz.
El camino se pierde en la luz y la sombra del tapial es de hierro.
Los árboles, los ríos y las voces se han convertido en mármol en la cal del sol.
La raíz tropieza con el mármol. Los polvorientos juncos.
La mula y la peña. Están jadeando. No hay agua.
Todos tienen sed. Hace años ya.
Todos mastican un bocado de cielo por su amargura.
Sus ojos están enrojecidos por el insomnio,
Una ranura profunda forjada entre sus cejas
como un ciprés entre dos montes al atardecer.
Γιάννης Ρίτσος: Ρωμιοσύνη
Αὐτὰ τὰ δέντρα δὲ βολεύονται μὲ λιγότερο οὐρανό,
αὐτὲς οἱ πέτρες δὲ βολεύονται κάτου ἀπ᾿ τὰ ξένα βήματα,
αὐτὰ τὰ πρόσωπα δὲ βολεύονται παρὰ μόνο στὸν ἥλιο,
αὐτὲς οἱ καρδιὲς δὲ βολεύονται παρὰ μόνο στὸ δίκιο.
Ἐτοῦτο τὸ τοπίο εἶναι σκληρὸ σὰν τὴ σιωπή,
σφίγγει στὸν κόρφο του τὰ πυρωμένα του λιθάρια,
σφίγγει στὸ φῶς τὶς ὀρφανὲς ἐλιές του καὶ τ᾿ ἀμπέλια του,
σφίγγει τὰ δόντια. Δὲν ὑπάρχει νερό. Μονάχα φῶς.
Ὁ δρόμος χάνεται στὸ φῶς κι ὁ ἴσκιος τῆς μάντρας εἶναι σίδερο.
Μαρμάρωσαν τὰ δέντρα, τὰ ποτάμια κ᾿ οἱ φωνὲς μὲς στὸν ἀσβέστη τοῦ ἥλιου.
Ἡ ρίζα σκοντάφτει στὸ μάρμαρο. Τὰ σκονισμένα σκοίνα.
Τὸ μουλάρι κι ὁ βράχος. Λαχανιάζουν. Δὲν ὑπάρχει νερό.
Ὅλοι διψᾶνε. Χρόνια τώρα.
Ὅλοι μασᾶνε μία μπουκιὰ οὐρανὸ πάνου ἀπ᾿ τὴν πίκρα τους.
Τὰ μάτια τους εἶναι κόκκινα ἀπ᾿ τὴν ἀγρύπνια,
μία βαθειὰ χαρακιὰ σφηνωμένη ἀνάμεσα στὰ φρύδια τους
σὰν ἕνα κυπαρίσσι ἀνάμεσα σὲ δυὸ βουνὰ τὸ λιόγερμα.
Monemvasía, 1974
La roca. Nada más. La chumbera y la piedra clavada con hierro.
Mar armado. Ningún espacio para genuflexión.
Fuera del portón del Descendimiento de Jesús, púrpura, púrpura dentro de lo negro.
Las viejas con sus calderas emblanqueciendo el tejido más largo de la historia perforado en aros por los cuarenta y cuatro arcos bizantinos.
El sol, amigo despiadado, con su lanza frente a las murallas
y la muerte desheredada dentro de esta inmensa luminosidad,
donde los muertos interrumpen cada cuando su sueño
con cañonazos y farolas herrumbradas, subiendo y bajándose
por escalones y escalones esculpidos en la piedra.
Sus pedernales chasquean en el filo de su palma, chispean. Yo –dijo-
subiré más alto, por encima de la blanda continuidad, pisando
sobre la cúpula de la gran iglesia submarina con los candeleros encendidos.
Yo con el hueso celeste, el ala roja y los dientes blancos.
Γιάννης Ρίτσος: Μονοβάσια, 1974
Ο βράχος. Τιποτ’ άλλο. Η αγριοσυκιά κι η σιδερόπετρα.
Πάνοπλη Θάλασσα. Καθόλου χώρος για γονυκλισία.
Έξω απ’ την πύλη του Ελκομένου πορφυρό πορφυρό μέσα στο μαύρο.
Οι γριές με τα καζάνια τους λευκαίνοντας το πιο μακρύ φαντό της ιστορίας περασμένο σε κρίκους απ’ τις σαράντα τέσσερις βυζαντινές καμάρες.
Ο ήλιος αμείλιχτος φίλος με το δόρυ του κατάντικρυ στα τείχη
και ο θάνατος απόκληρος μέσα σ’ αυτή την τεράστια φωταψία
όπου οι νεκροί διακόπτουν κάθε τόσο τον ύπνο τους
με κανονιές και σκουριασμένους φανοστάτες, ανεβοκατεβαίνοντας
σκαλιά και σκαλιά σκαλισμένα στην πέτρα.
Τα τσακμάκια τους κροτούν στην κόψη της παλάμης τους, σπιθοβολούν. Εγώ -είπε- θ’ ανέβω πιο ψηλά, πάνω από τη μαλακή συνέχεια, πατώντας
στον τρούλο της μεγάλης υποβρύχιας εκκλησίας με τα’ αναμμένα μανουάλια.
Εγώ με το γαλάζιο κόκαλο, το κόκκινο φτερό και τα κάτασπρα δόντια.
Nikos Engonopoulos

Poeta y pintor de un estilo completamente propio, Nikos Engonópoulos (1907-1985), defendió el empeño del surrealismo con pasión y perseverancia, dotando al arte con motivos de la helenidad, de una polisemia prismática. Su madre era hija de un erudito que pertenecía a la minoría de los griegos de Albania (Himara). En 1914, la familia del pequeño Nikos viajará a Estambul, donde se quedará por razones de la guerra. En 1923 -un año después de la catástrofe del Asia Menor- el joven artista se encuentra estudiando en París. Más tarde (antes de la Segunda Guerra Mundial), el pintor Engonópoulos practicó junto a Parthenis y Kóndoglou (grandes personajes, esos, de la pintura griega), y en el mismo año [1938] publicó la traducción al griego de los poemas de Tristán Tzara. Su próximo paso en el camino de las artes fue el de diseñar los trajes teatrales para la obra clásica “Electra” de Sófocles y más tarde para las obras de Brecht, Bernard Shaw y Molière. Vivió como un príncipe decente, pero en constante pobreza, en un sótano de Kypseli (= colmena) -el barrio ateniense de los artistas y escritores de los años 1960.
Sinbad, el marinero
[Nikos Eggonópulos evita la puntuación en la mayoría de sus poemas.]
[…]
Es mi alma a menudo
una callejuela en Miconos
cuando empieza a anochecer
y se empeñan las mujeres
en colocar amorosamente
abajo en la calle
en esquemas geométricos
monótonamente
solo vidrios azules
-copas azules
garrafas azules
pasiones azules
violines
flores
guijarros
todo de vidrio azul-
lejos del sol
sobre la tierra
en la calle
por donde pasó el sol
–que además-
nunca volverá a pasar…
[…]
Νίκος Εγγονόπουλος: Ο Σεβάχ ο θαλασσινός
[…]
Είν’ η ψυχή μου συχνά
ένα σοκάκι στη Μύκονο
σαν αρχινάει να βραδιάζει
και πιάνουν οι γυναίκες
να τοποθετούν ερωτικά
χάμω στο δρόμο
σε σχήματα γεωμετρικά
μονότονα
όλο μπλε γυαλιά
-μπλε ποτήρια
μπλε καράφες
πόθους μπλε
βιολιά
λουλούδια
χαλίκια
όλα από μπλε γυαλί-
μακριά απ’ τον ήλιο
πάνω στο χώμα
στο δρόμο
απ’ όπου πέρασ’ ο ήλιος
και δεν πρόκειται
-άλλωστε-
να ξαναπεράσει πια…

Nikos Kavvadías
Nacido en Nikolsk-Ussuriysky, una ciudad provincial de la región de Vladivostok, en la Sibéria rusa, el poeta griego Nikos Kavvadías (1910-1975) pasó la mayor parte de su vida viajando por todo el mundo como marinero, y en eso se inspiraba para escribir sus versos y escapar de las convenciones y obligaciones de la vida cotidiana. En 1917, durante la Revolución de Octubre, fue preso. Regresó a Grecia en 1921, pobre e incapaz de adaptarse a la realidad griega. Su poesía ha sido -y sigue siendo- cantada, y eso gracias al compositor y ex Ministro de Cultura de Grecia Thanos Mikroutsikos. El romanticismo predomina en su poesía, junto a las influencias que recibió de Ch. Baudelaire, uno de los poetas malditos de Francia. Kavvadias fue un poeta del movimiento izquierdista y escribió versos dedicados a Che Guevara y a Federico García Lorca. En su poesía se distingue su visión directamente humana sobre los problemas –mayores y menores- de la vida.
Kuro Siwo
Primer viaje, te tocó un flete al Sur,
penosas guardias, sueño precario y malaria.
Son tan extraños en la India los faros,
y no los ves, como se dice, a la primera.
Pasado el puente de Adán, al Sur de China,
miles de sacos que cargabas llenos de soja.
Pero nunca has olvidado las palabras
que te dijeron en mala hora en Atenas.
El alquitrán entra en las uñas y las quema,
tus ropas, hace mucho que huelen a pescado,
y aún silban en tu cabeza sus palabras:
“¿Será la brújula que gira o el barco?”
Desde temprano viró el tiempo a peor.
Tu guardia ya has cumplido, pero estás triste.
Esta noche murieron mis dos pequeños loros
y el mono que había domado a duras penas.
Las paredes de acero… lo borran todo.
Nos ciñe el Kuro Siwo como una faja
y aún observas por encima del timón
cómo la brújula vacila entre sus cuartas.
Νίκος Καββαδίας: Κουροσίβο
Πρώτο ταξίδι έτυχε ναύλος για το Νότο,
δύσκολες βάρδιες, κακός ύπνος και µαλάρια.
Είναι παράξενα τις Ίντιας τα φανάρια
και δεν τα βλέπεις, καθώς λένε, µε το πρώτο.
Πέρ’ απ’ τη γέφυρα του Αδάµ, στη Νότιο Κίνα,
χιλιάδες παραλάβαινες τσουβάλια σόγια.
Μα ούτε στιγµή δεν ελησµόνησες τα λόγια
που σου ‘πανε µιαν κούφιαν ώρα στην Αθήνα.
Στα νύχια µπαίνει το κατράµι και τ’ ανάβει,
χρόνια στα ρούχα το ψαρόλαδο µυρίζει,
κι ο λόγος της µες στο µυαλό σου να σφυρίζει,
«ο µπούσουλας είναι που στρέφει ή το καράβι;»
Νωρίς µπατάρισε ο καιρός κι έχει χαλάσει.
Σκαντζάρισες, µα σε κρατά λύπη µεγάλη.
Απόψε ψόφησαν οι δυο µου παπαγάλοι
κι ο πίθηκος που ‘χα µε κούραση γυµνάσει.
Η λαµαρίνα!… Η λαµαρίνα όλα τα σβήνει.
Μας έσφιξε το Kuro Siwo σα µια ζώνη
κ’ εσύ κοιτάς ακόµη πάνω απ’ το τιµόνι,
πως παίζει ο µπούσουλας καρτίνι µε καρτίνι.
Federico García Lorca
En un momento tu bolero agitaste
y tus enaguas también, color naranja oscuro.
Acaso fuera agosto, supongo, no lo sé,
cuando partían los caballeros a la cruzada.
Banderas marchando en compañía del viento,
y las mortales galeras estaban por zarpar.
En el pezón materno temblaban los bebés
y el viejo perezoso asoleaba sus pelotas.
Al toro profundamente Picasso resoplaba
y en las colmenas se pudría entonces la miel.
En rumbo de través – zarpamos hacia el Norte.
Avante no importa, – estamos siguiéndote detrás.
Se alegraban las olivas bajo el sol,
brotaban en las huertas unas pequeñas cruces.
Los abrazos quedaban estériles de noche,
cuando te trajeron, gitano, en tu mantilla.
Gitano y señor mío, ¿con qué te adornaré?
Traed el manto púrpura, del moro el vestido.
En Cesarianí* detrás de un muro nos llevaron
y un montón de cadáveres hasta arriba se apiló.
Muchachas de Dístomo, traed agua y vinagre.
Y tú sobre la yegua, manos en cruz atadas
postrer viaje a Córdoba cabalga ya y vete
entre sus campos agrietados por el sol.
Barca en marisma al revés, delgada y sin quilla.
Arneses herrumbrándose en la gitana cueva.
Enjambre de cuervos volando en la arena sola
y siete perros que aúllan de noche en la aldea.
* Campo de ejecuciones durante la dictadura en Grecia.
Federico García Lorca
Ανέμισες για μια στιγμή το μπολερό
και το βαθύ πορτοκαλί σου μεσοφόρι.
Αύγουστος ήτανε δεν ήτανε θαρρώ,
τότε που φεύγανε μπουλούκια οι Σταυροφόροι.
Παντιέρες πάγαιναν του ανέμου συνοδιά
και ξεκινούσαν οι γαλέρες του θανάτου.
Στο ρωγοβύζι ανατρίχιαζαν τα παιδιά
κι ο γέρος έλιαζε ακαμάτης τ’ αχαμνά του.
Του ταύρου ο Πικάσσο ρουθούνιζε βαριά
και στα κουβέλια τότε σάπιζε το μέλι.
Τραβέρσο ανάποδο – πορεία προς Βορριά.
Τράβα μπροστά – ξοπίσω εμείς – και μη σε μέλει.
Κάτου απ’ τον ήλιο αναγαλλιάζαν οι ελιές
και φύτρωναν μικροί σταυροί στα περιβόλια.
Τις νύχτες στέρφες απομέναν οι αγκαλιές
τότες που σ’ έφεραν, κατσίβελε, στη μπόλια.
Ατσίγγανε κι Αφέντη μου, με τι να σε στολίσω;
Φέρτε το μαυριτάνικο σκουτί το πορφυρό.
Στον τοίχο της Καισαριανής μας φέραν από πίσω
κ’ ίσα εν’ αντρίκιο ανάστημα ψήλωσαν σωρό.
Κοπέλες απ’ το Δίστομο φέρτε νερό και ξύδι.
Κι απάνω στη φοράδα σου δεμένος σταυρωτά
σύρε για κείνο το στερνό στην Κόρδοβα ταξίδι,
μέσ’ απ’ τα διψασμένα της χωράφια τ’ ανοιχτά.
Βάρκα του βάλτου ανάστροφη, φτενή, δίχως καρένα.
Σύνεργα που σκουριάζουνε σε γύφτικη σπηλιά.
Σμάρι κοράκια να πετάν στην έρημην αρένα
και στο χωριό ν’ ουρλιάζουνε τη νύχτα εφτά σκυλιά.

Nazım Hikmet
Grecia y Turquía; dos países, uno “dentro” del otro, que no dejan de lamentar su vecindad… En las costas de Asia Menor -la vitrina de Turquía, que nada tiene que ver con su interior- varios turcos, hace poco, daban la bienvenida en griego al euro antes de la crisis económica de 2010, y en Tracia -la esquina olvidada de Grecia, que mantiene un perfume híbrido de la Sublime Puerta decaída, varios de nosotros, los griegos que por suerte tenemos alguna abuela de la isla blanca de Ténedos / Bozcaada, vestida con su anhelo negro, comprendemos el turco (unos más y otros menos) y usamos sus palabras en nuestro lenguaje diario -como hacen los españoles con las palabras árabes. Hijos ilustres de ambas madres -Grecia y Turquía- nacen yuxtapuestos en esos dos vientres culturales… Nazım Hikmet Ran (Tesalónica, Grecia 1901 – Moscú, Rusia 1963) El literato turco más importante del siglo XX. Exiliado de Turquía por su militancia izquierdista, murió en 1963 en Rusia, teniendo la nacionalidad polaca.
Nostalgia
¡Al mar quiero volver!
En el espejo azul del agua,
¡su magnitud quiero medir y contemplarme!
Al mar quiero volver.
¡Los barcos van hacia el horizonte iluminado, van los barcos!
No llena la tristeza sus blancas velas desplegadas.
Basta, sin duda, que mi vida sea un día en los barcos.
Y si un día yo también a la muerte destinado estoy,
como una luz que dentro del agua se va hundiendo,
¡dentro de esa agua quiero apagarme!
¡Al mar quiero volver!
¡Al mar quiero volver!
Nazım Hikmet: Hasret
Denize dönmek istiyorum!
Mavi aynasında suların:
boy verip görünmek istiyorum!
Denize dönmek istiyorum!
Gemiler gider aydın ufuklara gemiler gider!
Gergin beyaz yelkenleri doldurmaz keder.
Elbet ömrüm gemilerde bir gün olsun nöbete yeter.
Ve madem ki bir gün ölüm mukadder,
ben sularda batan bir ışık gibi,
sularda sönmek istiyorum!
Denize dönmek istiyorum!

Kikí Dimulá
Poeta griega (Atenas, 1931-2020) y miembro habitual de la Academia Nacional de Artes y Letras de Atenas, en la sede de la poesía.
Donde terminamos, comienza el mar…
¡Habla!
Di algo, cualquier cosa.
Solo que no te quedes como una ausencia de acero.
Escoge al menos una palabra,
que te amarre mas fuerte
con imprecisión.
Di:
“injustamente”,
“árbol”,
“desnudo”.
Di:
“ya veremos”,
“imponderable”,
“peso”.
Hay tantas palabras que sueñan
con una vida corta, suelta, con tu voz.
¡Habla!
Tenemos tanto mar al frente.
Donde acabamos nosotros
comienza el mar.
Di algo.
Di “ola”, que no queda inmóvil.
Di “barca”, que se hunde
si la sobrecargas de intenciones.
Di “momento”,
que grita pidiendo ayuda cuando se ahoga,
no la salves,
di
“no escuché”.
¡Habla!
Las palabras tienen enemistad entre sí,
tienen competencias:
si alguna de ellas te captura,
te libera otra.
Saca una palabra de la noche al azar.
La noche entera al azar.
No digas “entera”
di “mínima”,
que te deja ir
Mínima
sensación,
tristeza
entera
mía.
Noche entera.
¡Habla!
Di “estrella”, que se apaga.
No disminuye el silencio con una palabra.
Di “piedra”
que es una palabra inseparable.
Apenas así,
para que yo le ponga un titulo
a este paseo al lado del mar.
Κική Δημουλά: Εκεί που τελειώνουμε εμείς αρχίζει η θάλασσα…
Μίλα.
Πες κάτι, οτιδήποτε.
Μόνο μη στέκεις σαν ατσάλινη απουσία.
Διάλεξε έστω κάποια λέξη,
που να σε δένει πιο σφιχτά
με την αοριστία.
Πες:
«άδικα»,
«δέντρο»,
«γυμνό».
Πες:
«θα δούμε»,
«αστάθμητο»,
«βάρος».
Υπάρχουν τόσες λέξεις που ονειρεύονται
μια σύντομη, άδετη, ζωή με τη φωνή σου.
Μίλα.
Έχουμε τόση θάλασσα μπροστά μας.
Εκεί που τελειώνουμε εμείς
αρχίζει η θάλασσα.
Πες κάτι.
Πες «κύμα», που δεν στέκεται.
Πες «βάρκα», που βουλιάζει
αν την παραφορτώσεις με προθέσεις.
Πες «στιγμή»,
που φωνάζει βοήθεια ότι πνίγεται,
μην τη σώζεις,
πες
«δεν άκουσα».
Μίλα.
Οι λέξεις έχουν έχθρες μεταξύ τους,
έχουν τους ανταγωνισμούς:
αν κάποια απ’ αυτές σε αιχμαλωτίσει,
σ’ ελευθερώνει άλλη.
Τράβα μία λέξη απ’ τη νύχτα στην τύχη.
Ολόκληρη νύχτα στην τύχη.
Μη λες «ολόκληρη»,
πες «ελάχιστη»,
που σ’ αφήνει να φύγεις.
Ελάχιστη
αίσθηση,
λύπη
ολόκληρη
δική μου.
Ολόκληρη νύχτα.
Μίλα.
Πες «αστέρι», που σβήνει.
Δεν λιγοστεύει η σιωπή με μια λέξη.
Πες «πέτρα»,
που είναι άσπαστη λέξη.
Έτσι, ίσα ίσα,
να βάλω έναν τίτλο
σ’ αυτή τη βόλτα την παραθαλάσσια.
(Investigación literaria, texto introductorio, biografías y traducciones: Ilías Tampourakis.)
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