Las nueve musas
peste bubónica

Rastros sonoros de una epidemia

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La peste bubónica del siglo XIV dejó en su paso una larga lista de compositores,  escritores y artistas en general, que sufrieron la terrible y prolongada epidemia que azotó a europa durante la edad media.

Como consecuencia de la misma, algunos de ellos murieron mientras que otros pasaron décadas atemorizados por un posible contagio. Hubo incluso algunos compositores que plasmaron en sus composiciones lo acontecido, dejando así rastros sonoros como respuesta a la peste para la prosperidad.

El compositor francés Guillaume de Machaut (1300-1377) por ejemplo, musicalizó el poema titulado “Le Jugement dou Roy de Navarre” o “El juicio del rey de Navarra” (1330), en donde se expuso que la plaga se llevó a “decenas de cientos de miles” (Stoessel, 2016) y el narrador de la historia del poema, pasa el invierno completo encerrado en su cuarto meditando sobre las calamidades del tiempo (Calin, 1971).

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Durante este tiempo, se popularizó también el canto gregoriano “Media vita in morte sumus” o “en medio de la vida, estamos en la muerte”, que es utilizado normalmente durante la cuaresma (Stoessel, 2016) y hubo varios compositores que también a través de los siglos, fueron dejando testimonios de la muerte a raíz de la peste, haciendo referencias a la misma o escribiendo lamentos musicales.

Este también fue el caso del compositor franco-flamenco Gilles Binchois, quien musicalizó el texto “Dueil engoisseux, rage desmesurée”  o “duelo, ira excesiva”, de la escritora Christine de Pizan, quien perdió a su esposo a causa de la peste en 1390. También Binchois escribió otro lamento que escribió como homenaje a la muerte de Ana de Borgoña. hija del duque de Borgoña, quien murió de la peste también en 1432 en París (Stoessel, 2016) y así sucesivamente lo hicieron varios otros compositores.

Sin embargo, después de la plaga hubo también quienes se entretuvieron con historias, música y bailes, que exploraban temas más positivos como el amor, el sexo, amistad, sociedad y religión (esto es visto claramente en la novela o libro de cuentos Decameron de Boccaccio en 1353 citado por Stoessel, 2016), reemplazando la decadencia o la tragedia con alternativas en torno al arte (Stoessel, 2016).

Quienes sobrevivieron, se interesaron en explorar nuevas formas seculares de composición (Augue, 2017). Por ejemplo el compositor Eustache Morel—quien también fue alumno de Machaut—escribió una “déploration” o lamento referenciando a la muerte del fallecimiento de su maestro, que se transformó en una referencia del estilo de composición para futuros compositores en este género, incluyendo al mismo compositor también franco-flamenco Guillaume du Fay (Stoessel, 2016) y posteriormente otros, como posiblemente el compositor inglés John Dunstable.

El compositor italiano Lorenzo da Firenze—también sobreviviente de la plaga— comenzó de igual manera a experimentar con nuevas formas y estilos en la música después de la etapa más fuerte de la peste,  musicalizando un texto de Boccaccio en forma de dos baladas de nombre “Non so quali mi voglia” (Ague,2017). Muchas personas pues, encontraron formas de hacer que el paso del tiempo fuera más llevadero y la música fue una gran compañera para lograr este cometido (Ague, 2017).

A medida que el orden social de europa se fue demoliendo, los compositores exploraron formas más complejas y seculares en la música como el virelai, la ballada y el rondeau y la música secular comienza a adquirir más fuerza, eclipsando de manera significativa a la música religiosa. (Ague, 2017). La música era utilizada como algo para disfrutar y olvidar la posible muerte por la  peste. También el temor a una epidemia planetaria dio un fuerte impulso a la investigación científica (Virgili, 2020). Lo cual se volvió una motivación para varios que lograron superar la muerte.

peste bubónica
Lorenzo da Firenze

Claro está, que mientras algunos optaron por arrepentirse de los pecados y otros por llevar amuletos de la suerte con ellos para evitar la enfermedad, otros abandonaron la religión por completo, buscando fiestas donde las encontraran y distrayéndose de la muerte con buen vino y música (Calin, 1971).

Es posible entonces vislumbrar algunas cosas positivas a las adversidades, ya que el control sobre las mismas no siempre está claro. En la edad media, varios atribuyeron la existencia de la peste en europa a diversas cosas, por ejemplo algunos afirmaron que tenía que ver con la alineación de las estrellas u otros aspectos astrológicos. Otros se lo atribuyeron a la emanación de materia orgánica en descomposición en el aire, entre  otras cosas (Virgili, 2020).

Durante otras epidemias—como la influenza española por ejemplo y otras— tuvieron el mismo problema. Así como en la actualidad habrá distintas versiones del origen de la epidemia y  tal vez no sepamos a ciencia cierta lo que realmente sucedió.

Pese a todo lo acontecido, esta etapa nos da un tiempo para reflexionar, e imaginar cómo es que podemos superar esta adversidad y reinventarnos como países, personas y artistas.

En suma la decadencia de nuestro tiempo causará grandes lamentos, y nos tomará tiempo el recuperarnos, inclusive inspirará tal vez varios homenajes a los fallecidos—como ya comenzaron a hacerlo varios compositores. Inclusive tal vez se retornará—como se hizo en el siglo XIV— a antiguas formas musicales, como lo son los lamentos o responsos, utilizadas para homenajear a los muertos.

Se  compondrá tanto música religiosa como música secular y se utilizarán tal vez otras formas nuevas, para brindar tributo a las víctimas, mientras perdura el tiempo de cuarentena. Pero también puede que sobrepasamos este tiempo, nutriendo  temas un poco más positivos, como lo puede ser es el valor de la amistad, los valores en la sociedad, entre otras cosas y tal vez podremos entonces, enfocarnos en cosas menos dolorosas, que nos ayuden a sobrepasar este oscuro tiempo y tal vez  entonces podremos cantar de nuevo un poco en el futuro próximo.


Ague, V. (2017).Weird Classical: The History of Black Death Music Parties. WQXR, New York’s Classical Music Radio Station.

Stoessel, J. (2016). “De invloed van de dood op de muziek van de 14de eeuw [Death’s Influence on the Music of the Fourteenth Century].” In Laus Polyphoniae 2016: MORS | De eeuw van de zwarte dood [The Century of the Black Death], 113–119.

Virgili. A. (2020).  La peste negra, la epidemia más mortífera. National Geographic.

William C. (1971). A Reading of Machaut’s “Jugement dou Roy de Navarre”. The Modern Language Review, 66(2), 294-297. doi:10.2307/3722885


 

Alfonso Molina

Alfonso Molina

Alfonso Molina (b.1980) compositor mexicano de ópera, música orquestal, música de cámara, teatro musical, música de cine y otras artes visuales, de Sonora, México.

La música de Molina utiliza elementos y técnicas expresivas del siglo XXI, así como influencias populares impulsadas desde el pasado, para crear música. Mientras vivía en Nueva York, Molina estableció numerosos trabajos de colaboración con coreógrafos, compañías de teatro y cineastas. Realizó sus estudios profesionales con Rudolph Palmer y David Tcimpidis en The Mannes Conservatory, The New School for Music y obtuvo su Maestría en Música, estudiando con Richard Danielpour y Marjorie Marryman en la Manhattan School of Music. Los estudios adicionales incluyen estudios con Samuel Zyman y Ladislav Kubik y tiene un doctorado de la Universidad de Arizona que estudia con Daniel Asia.

Sus trabajos han sido realizados en Nueva York, California, España, Brasil, República Checa, Arizona, entre otros lugares por la Orquesta de Philarmonia de MSM, la Filarmónica de Jazz, el Cuarteto de Mivos, AtonalHits, Músicos Asociados de Create New York (AMF Local 802) / RMA, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA), la Orquesta Sinfónica de Sonora (OFS), los jugadores de cámara de la Orquesta Filarmónica Checa y varios solistas. En México, sus obras se han realizado en el Palacio de Bellas Artes, el Museo Tamayo, entre otros lugares.

Su primera ópera titulada "Alienidad ilegal" (2014) ganó reconocimiento internacional en los Estados Unidos y en México desde su estreno en Arizona. La ópera trata temas de inmigración como la xenofobia y el derecho a la propiedad privada y recibió el Premio a la Defensa por parte de la Boston Metro Opera (BMO) y es parte de los programas educativos en curso de Boston. En 2016, se realizó en Alamos, México, como parte del Festival de Música Ortiz Tirado (FAOT). Molina también escribió un musical titulado Monarch, un musical mexicano-estadounidense, sobre Dreamers en los Estados Unidos, así como las luchas que los latinoamericanos enfrentan hoy en día en los Estados Unidos mientras son perseguidos.

Molina ha recibido numerosos premios, entre ellos, ASCAP, la Fundación Carolina, el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México (FONCA-CONACYT), entre otros. Sus trabajos incluyen bandas sonoras como “De Nadie-Border Crossing (2006) Ganador del Premio del Público en Sundance, Proof of Birth (2007) y otros.

Actualmente, Molina está haciendo una residencia en Barcelona España, gracias a una beca de la Fundación Carolina, en la Escuela Superior de Música de Cataluña (ESMUC), que trabaja con Artes Visuales Musicales.

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