Algunas personas, cuando les muestro alguna foto (no necesariamente mía), se excusan de opinar diciendo “yo no sé nada de fotografía”, como si hubiera que tener un carnet habilitante.
En realidad sólo hace falta sensibilidad para apreciar una obra, y eso está al alcance de todos.
La diferencia estará en la argumentación (o, según zeitgeist, en los niveles de apreciación del arte).
Cualquier persona al menos podrá decir si una fotografía le gusta o no (y eso ya es una opinión). Muchos podrán incluso detallar qué es lo que le gusta (o lo que no le gusta) de la foto. O indicar la sensación que les transmite. Y esto es muy, muy valioso.
Claro, un especialista en arte podrá fundamentar su opinión en base a criterios estéticos, y un fotógrafo experimentado podrá sumar conceptos técnicos.
Pero todas las opiniones serán igualmente válidas.
Después de todo, nuestro público no estará compuesto sólo por entendidos, ¿no?
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