Muchas veces, cuando estoy sacando fotos, me concentro de tal manera que pierdo la conciencia de lo que pasa a mi alrededor.
Veo lo que me llega a través del visor y no percibo el entorno.
Mi cerebro está ocupado en procesar luces y sombras, encuadres, enfoque, composición, formas y movimientos, tratando de encontrar el lugar y momento precisos donde todos esos elementos se conjugan de tal forma que configuran la foto buscada, y no registro la realidad detrás de la imagen.
Como bien dijo Sean O’Connell, el fotógrafo interpretado por Sean Penn en la película “The Secret Life of Walter Mitty”, cuando decide no tomar una gran foto, para poder presenciar el evento, “Si me gusta un momento, a mí, en lo personal, no me gusta distraerme con la cámara. Me gusta sólo estar en él.”
Alguna vez, cuando tomaba fotos en los festivales que organizaba el club, alguien me preguntó quién había cantado. Sólo pude responder luego de mirar los contactos. Por eso, si en alguna fiesta me niego a tomar la cámara, es porque no me la quiero perder…
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