Cuando se masificó el uso de la fotografía digital, algunos compañeros vaticinaron el fin de la fotografía química.
Hace unos años, eventos como el cierre de AgfaPhoto primero y la presentación de quiebra de Kodak después, parecieron darles la razón. Es que las leyes de mercado indican que si no es rentable producir materiales para unos pocos locos que seguimos haciendo fotografía química, entonces estos pocos locos nos tenemos que joder y quedarnos sin nada.
Pero lo cierto es que hoy por hoy aún se siguen produciendo películas, papeles y químicos. Claro, mucha menor variedad y cantidad, pero hay.
Hasta ahora no tuve problemas para conseguir la película que utilizo. Con el papel no tuve tanta suerte, algunas veces tuve que pasarme un tiempo sin poder hacer copias hasta conseguir el que uso. En cuanto a químicos, ya no consigo revelador para papel en envase chico y tengo que preparar en cantidad, y sustituir algún producto por alguna alternativa que esté disponible en el momento.
Pero nunca sé qué conseguiré mañana. No sé si la fotografía química terminará muriendo como la música en LP’s de vinilo (pregunta a los melómanos, ¿se sigue editando música en LP?) o si sobrevivirá como los libros en papel.
Yo, mientras pueda, seguiré con esta locura de convertir bromuro de plata en plata metálica en mi cuarto oscuro…
Añadir comentario