Hace muchos años, cuando recién empezaba con esto de la fotografía, me encontraba sacando fotos en un recital que organizaba el club, para publicarlas en el boletín de esa institución.
Un compañero, también fotógrafo, pero con experiencia, me pregunta: «¿En qué velocidad estás sacando?». Yo le contesto: «En 60» (1/60 seg., velocidad típica de sincronización del flash). Él me indica: «Poné en 15 y después contame». Por supuesto, le hice caso.
El resultado que obtuve fue la escena iluminada por el disparo del flash, si, pero también en las fotos quedaron registradas las luces del escenario.
Así fui aprendiendo a combinar la luz ambiente con la luz de flash, haciendo las mediciones y cálculos necesarios para lograr la exposición correcta.
Pero claro, las cámaras modernas pueden tener una función del flash para sincronización lenta (Slow), con el que se puede lograr el mismo efecto, pero el control queda en manos de la cámara…
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