Las nueve musas
El Patio Sevillano

Del «café cantante» al «tablao»

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En la segunda mitad del siglo XIX tiene su expansión el café cantante lo que “profesionaliza” a los cantaores y bailaores flamencos que, hasta entonces, visibilizaban su arte en ventas y fiestas familiares.

café cantante
Café cantante de Sevilla, hacia el año 1888. Fotografía de Emilio Beauchy

Si alguien de aquellos tiempos es merecedor de ser llamado el rey del café cantante, es sin duda alguna el cantaor y empresario Silverio Franconetti. Con una cultura flamenca enciclopédica, dominaba todos los palos del cante y suyas son las famosas “Seguiriyas de Silverio“.

En los años 20 se produce la decadencia de estos locales que venían arrastrando cierta mala fama debido a que la prensa destacaba más los sucesos que acontecían en los mismos, que el arte que exponían los artistas. Cantaores y bailaores, ya profesionales, comienzan a ofrecer sus espectáculos en los teatros; nace la ópera flamenca.

Es en los 60 donde empiezan a florecer en toda España, un tipo de locales más selectos y centrados exclusivamente en el flamenco, el genero musical español Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Estamos hablando, ya, del tablao, el templo del flamenco, el lugar donde el cante y el baile –y el toque– con toda su carga de mestizaje, se dan cita para deleite de los apasionados entendidos y sorprendidos iniciados.

Y si hablamos de tablaos, el mejor ejemplo es el de un clásico, el tablao más antiguo de Sevilla: Tablao El Patio Sevillano

El Patio Sevillano

Los orígenes del Tablao El Patio Sevillano se remontan al año 1952 con la fundación del “Cortijo El Guajiro“, donde llegaban ansiosos de flamenco, turistas de Alemania, Francia e Inglaterra, y posteriormente, en 1956, con el “Patio Andaluz” en la llamada Plaza del Duque en pleno casco antiguo que ya data del año 1500.

Rafael El Negro baila en el “Cortijo El Guajiro” con sobriedad y elegancia sus bulerías. En el “Patio Andaluz” se arranca por bata de cola Milagros Mengíbar y, ya en el Tablao El Patio Sevillano, La vida breve nos embruja con toda la paleta sonora de Falla, y los compases binarios de Turina nos adentran en el carácter gitano.

Patio Andaluz
Patio Andaluz 1965

Los palos en el Patio Sevillano

  • De los básicos: Romance, Seguiriyas, Soleares, Tientos, Bulerías, Tangos…
  • De Fandangos: Fandango, Malagueña, taranta…
  • Regionales: Colombiana, Garrotín, Guajira, Milonga, Sevillanas, Zambra…

 

Palos del flamencoNos despedimos con el gran Federico García Lorca a modo de unos tientos:

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas la están mirando
y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.

¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.

Compadre, vengo sangrando,
desde los puertos de Cabra.

Si yo pudiera, mocito,
este trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.

Compadre, quiero morir,
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?

Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.

Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
¡dejadme subir!, dejadme
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.
Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal
herían la madrugada.

 

José Rico

José Rico nace en Oviedo (España) en 1956.

Estudia en la Universidad de su ciudad natal, las carreras de Derecho y Filosofía y Letras, pero no finaliza ninguna de las dos dedicándose durante muchos años a tediosos y poco edificantes trabajos de seguros, transportes, venta de fitosanitarios, construcción y productos financieros.

Lector apasionado por la poesía desde muy joven es, en la actualidad, Gestor cultural.

Fundador y administrador de la desaparecida red social de escritores en lengua castellana "palabra sobre palabra".

Entre octubre de 2015 y finales de 2016 dirige el Ateneo Las nueve musas donde se imparten cursos online de artes, ciencias y humanidades.

Autor, junto a Alonso Pinto Molina, del blog "Ángel González - poeta", homenaje al poeta de Áspero mundo y Tratado de urbanismo. Blog que se trunca al año de su nacimiento dada la insistencia de la viuda del poeta en censurar los contenidos del mismo.

Editor de "MEMORIA 2012" (Editorial Círculo Rojo), "El viaje" (2013) Editorial círculo Rojo, "La gramática de las cigarras" (2014) Editorial Círculo Rojo. "En este banco" (2016) Ruíz de Aloza Editores.

Desde al año 2015 es Director-Editor de la revista de artes, ciencias y humanidades "Las nueve musas".

En agosto de 2017 comienza con el proyecto editorial Las nueve musas ediciones y a finales del 2020 con el Directorio Cultural Hispano

Ha publicado el poemario "Ayer soñé que calvo me quedaba" (Las nueve musas ediciones - 2020)

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