1915. Retorno a la patria: Turquía; Erzurum. Tierras de Armenia cristianas, ocupadas por el islam. Cristianas, sin embargo con unas diferencias minúsculas, pero suficientes para oponerse a los demás cristianos.
Gyula[i] Atamián, la esposa de Ovanés[ii] –el joyero del Palacio en Estambul-, está preparando “vosté köfté” –albóndigas de lentejas; es el plato más famoso de Hayastán –así se llama Armenia en su lengua indoeuropea. Gyula trata de encender la leña de su cocina. Detrás de la cortina de su ventana, más allá que el horizonte, en las lejanías entre el mar Negro y el Caspio, se encuentra el monte bíblico de Ararat; ahí fue, dicen, donde llegó a parar el Arca de Noé.
La mujer armenia pone dos tazas de lentejas rojas a hervir en agua con sal y espera hasta que se derritan en una masa homogénea. A lo lejos suena un “delal” –el pregonero musulmán que va por las calles gritando las noticias. Guyla quita la olla del fuego, agrega una taza y media de trigo “bulgur” molido, y vuelve a esperar, mientras está secando sus manos con su delantal y busca alguna moneda para tirársela al hombre noticiero, cuya voz se va acercando. Entretanto, pone una sartén al fuego, para sofreír dos cebollas grandes con aceite de oliva y pimienta roja. Le hace falta mezclar la cebolla sofrita con las lentejas y el bulgur, para hacer, después, unas albóndigas y servirlas con ensalada “piaz”: tomate cortado en cubitos muy finos, mezclado con perejil y cebolla en trocitos muy pequeños, todo condimentado con pimienta roja y comino. Al lado añadiría verduras encurtidas “tursu”. Pero no le dio tiempo.
Las palabras del pregonero eran escalofriantes:
-Los turcos están matando a la gente en varios pueblos cristianos.
Hace pocas horas habían bautizado a su hijo menor. Ovanés, al escuchar esas noticias, se levanta furioso, va a la iglesia y le pide al sacerdote que le cambie el nombre al bebé: en vez de Jaík, se llamaría Vrez –que significa: “venganza”…[iii] Estamos en el año 1915. Ya van veinte años desde que Abdül Hamid –el último sultán de la Sublime Puerta- había ordenado el perseguimiento de los armenios, pero ahora es el momento en que Mustafá Kemal Atatürk, acabaría con ellos. Hay una palabra turca, cuyo sonido causa pavor; y esa es: “amele taburları”. En esos batallones, los hombres no musulmanes –armenios y griegos de Asia Menor- fueron forzados a trabajar en trabajos pesados y en condiciones inhumanas. Ovanés sabía muy bien lo que ahí ocurría: acumulaban a la gente en unas barracas de madera, sin agua ni aseo. Ahí violaban a las mujeres frente a sus esposos y de sus padres. Cargaban a las mujeres embarazadas a caballos y mulas y las dejaban ahí a morir amarradas, antes de llegar a su meta. Los kurdos –que en aquel entonces era gente tosca, grosera y cruel- atacaban a los grupos de trabajos forzados, y eso solamente por tener una religión diferente: ellos eran musulmanes y apoyaban a los turcos. Pero, como dice un proverbio griego: “todo aquí se paga”; (hoy en día, los kurdos son perseguidos, tanto por los turcos, como también por los sirios y por los iraquíes…) Los turcos exiliaban también a la gente cristiana al desierto de Siria, donde vimos a Lawrence de Arabia –el arqueólogo y militar británico- combatiendo en contra del Imperio otomano, hasta la toma de Damasco.
Ovanés decide que su familia debe irse de esos lugares del Cáucaso. La ciudad de Esmirna, en la costa del mar Egeo era el “pequeño París” de Oriente: los armenios, junto a los griegos y a los judíos, llevaban una vida maravillosa; el comercio les ofrecía buena educación internacional y muchos contactos importantes con el mundo occidental, fuera de Turquía.
En el camino peligroso hacia allí –recorrido en carreta-, Gyula escondía su cara sobre el pecho de su esposo. No aguantaba ver tanta crueldad. Pueblos incendiados, iglesias destruidas y gente muerta a los lados del camino, algunos de ellos colgando por unas horcas de madera, y con la ropa mojada por los líquidos corporales. En un lugar, al fondo, tres turcos militares, vestidos de manera occidental y con fez en la cabeza, acompañados por un oficial extranjero, permanecían orgullosamente inmóviles mientras que un fotógrafo estaba preparando su trípode. Delante tenían una mesa larga, cubierta con un mantel blanco, y sobre ella, tres cabezas humanas cortadas. Se les había escurrido toda la sangre, y no manchaban el mantel. Piel blanca, como de tela, y bigotes marchitos. El oficial extranjero se llamaba Ludwig Maximilian Erwin von Scheubner-Richter, pero eso Guyla no lo sabía. (Esa foto se encuentra hoy en el Museo del Genocidio de los Armenios, en Tiflis.)
En la Primera Guerra Mundial, Max Erwin prestó sus servicios en el Imperio otomano como Vicecónsul alemán en Erzerum –la ciudad armenia. Mientras desempeñaba su puesto diplomático, documentó las matanzas de armenios, perpetradas por los turcos durante el genocidio. Scheubner-Richter está considerado como una de las personalidades que más abiertamente se opuso a las deportaciones y posteriores masacres de armenios. Pues, él creía que las deportaciones estaban basadas en el “odio racial” y que, en modo alguno, nadie podría sobrevivir a esas marchas forzadas. (A pesar de eso, en la foto del museo, lo vemos sonriéndose ante los cadáveres degollados…)
Aunque la Turquía actual se niega a admitir el genocidio de los armenios, se sobreentiende que el “Reich” –el Imperio alemán[iv], que era el aliado principal de Turquía durante la I. Guerra Mundial- fue el instigador de aquel crimen contra la Humanidad. Ludwig Maximilian Erwin von Scheubner-Richter apoyaría posteriormente al partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, es decir a los nazis alemanes y fue por esas fechas cuando entró en contacto con Adolf Hitler. Mucho más tarde, el 9 de noviembre de 1923, durante el llamado “Putsch de la Cervecería”[v], Max estaba caminando brazo a brazo junto a Adolf, cuando fue alcanzado en los pulmones por un disparo de la policía y murió instantáneamente, mientras que Hitler y otros militantes nazis huirían de las Fuerzas de Seguridad. Consecuencia del disparo, arrastró a Hitler hacia abajo y le dislocó el hombro. Von Scheubner-Richter fue el único líder nazi de primer nivel que murió durante el Putsch. De hecho, de todos los militantes nazis fallecidos durante el golpe, Hitler declararía posteriormente que Ludwig Maximilian Erwin von Scheubner-Richter fue la única pérdida irreemplazable.
Las asociaciones de los familiares de los armenios que perdieron su vida durante el genocidio, y los historiadores modernos todavía están investigando el papel que había jugado Alemania como fuerza entrenadora militar de Turquía, y la experiencia que ahí tuvo para más tarde aplicarla durante la Segunda Guerra Mundial. Su responsabilidad y su culpa por la pérdida de más de medio millón de inocentes, constituye hasta hoy en día una fuerte polémica. (Hay quienes dicen que los armenios que murieron durante el Genocidio de manera increíblemente cruel, alcanzan la cifra de 1.500.000).
[Fragmento del libro “Grecia, la crónica de un ensueño errante” (Un diario literario-histórico del Mediterraneo Oriental) de Ilías Tampourakis,
[i] Gyula, en armenio, significa “Rosa”; es un préstamo lingüístico del idioma turco (gül) –que a su vez ha recibido influencias del iraní.
[ii] Ovanés, en armenio, significa “Juan”.
[iii] Esa historia se basa en acontecimientos verdaderos, recopilados de varias narraciones de ancianos que sobrevivieron al genocidio de los armenios, que se han entrelazado alrededor de la familia de una de las cantantes más famosas de rembético, a fin de lograr la economía narrativa.
[iv] El Imperio alemán (Deutsches Reich, llamado por algunos historiadores alemanes Kaiserlich Deutsches Reich o simplemente Kaiserreich), fue la forma de Estado que existió en Alemania desde su unificación y la proclamación de Guillermo I como emperador, desde 1871 hasta 1918, cuando se convirtió en una república después de la derrota en la Primera Guerra Mundial y la abdicación de Guillermo II. El término de Deutsches Reich se mantuvo como nombre oficial de Alemania durante la República de Weimar y la mayor parte del período nazi hasta 1943, cuando fue cambiado a Großdeutsches Reich (Gran Imperio alemán).
[v] Se conoce como “Putsch de Múnich” o “Putsch de la Cervecería” al fallido intento de golpe de Estado del 8 y 9 de noviembre de 1923 en Múnich, llevado a cabo por miembros del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP) y por el que fueron procesados y condenados a prisión Adolf Hitler y Rudolf Hess, entre otros dirigentes nazis.