Las nueve musas
estudiando el Talmud

La Mishna y el Talmud. ¿Qué son?

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Y contemplarás entre el paso de la vida al formarse la existencia la Palabra escrita en la creación trazada de la Palabra que se respira al Escuchar el Silencio…

 Mencionar la palabra Talmud provoca un impacto en los sentidos, incluso sin saber su significado, aun cuando se escucha por primera vez su pronunciación impacta quizá porque el orden de sus letras aletarga su sonido, quizá porque su división silábica tiene el ritmo natural del latido del corazón.

En la sinagogaEsta recepción natural que invade y despierta el misterio en ocasiones adormecido provoca la búsqueda y la necesidad de encontrar sabiduría en el pequeño caminar de la hormiga la cual forma parte de la fuerza de rotación de la tierra, esa tierra que se fortalece con la historia cronológica, pero, que no podría sostenerse si no tuviera a su lado la historia espiritual, simbólica y mitológica, siendo en este punto de unión entre la división de la Historia donde comienza y toma sentido el Érase una vez…

Tuvieron que pasar 2448 años después de que Hashem (D/os) creará el mundo y la tierra estuviese llena de pasos de los tres millones de personas para que la comunidad de Israel recibiera la Torá Escrita y Oral en Har Sinaí, las cuales fueron entregadas a Moshe, (Moisés) a quien se le decretó escribir una de ellas.

Estas enseñanzas trazadas llenaron 13 rollos escritos durante 40 años entre la arena del desierto.  Este rollo es llamado JUMASH (jamisháJumshe Tora), o los cinco libros de la Torá, los siguientes rollos nombrados  Tanak fueron escritos a lo largo del transcurrir de 1, 200 años y fueron denominados NAJ (Neviim-profetas) Ketubim (escrituras), pero, como mencionó Moshe también recibió una ley oral la cual compartió a Yehoshua (Josué) y éste a otro, hasta que fue reconocida y escuchada por todo el pueblo de Israel, pero, ¿cómo no olvidarla o confundirse creando un teléfono descompuesto?, la respuesta la encontraron  los sabios en la melodía y la música de la repetición, de esta manera, la Ley escrita y la Ley oral se entrelazan convirtiéndose en la semilla de donde emergen los preceptos rabínicos y la importancia de conocer la palabra dictada por Hashem.

TalmudRabí Yaakov Benaim, menciona que el periodo del Rey Salomón fue el más fructífero en cuanto a crear en el pueblo no una obediencia sino un enamoramiento de Dios y sus disposiciones, pero al fenecer el rey la atención del pueblo se dispersa y llega la destrucción del Segundo Templo, el exilio y junto con ello el olvido o desinterés de la ley oral, entonces, vinieron los cuestionamientos, ¿Cómo retener la ley oral en la memoria de quienes tienen la mente dispersa en el dolor, la esclavitud y la injusticia? ¿Es posible quebrantar la orden de no escribirla? La respuesta se daría con el tiempo, sí, Rav Yehuda Hanasí, compiló, escribió y ordenó cada una de las erudiciones orales de los Tanaim y a estás le dieron en nombre de Mishná ramificándose en seis decretos, pero fue hasta el 190 d.C., que está antología (por llamarla así) se dio por terminada. Es lógico que muchas enseñanzas quedasen fuera, no sólo por la pérdida a lo largo del tiempo sino porque una gran mayoría se conocieron tiempo después, pero, no por ello se les eliminó o dejó de tomarse en cuenta sino que se le nombró Baraitot, dentro de la cual se encuentra la Tosefta, el Avot de R. Natan, Sifri, Sifra.

A partir de ello, los llamados Amoraim, discutieron, ampliaron y se encargaron de expandir la Mishna dentro de las escuelas de estudio de la Torá, llamadas Yeshivá, como son Sura y Pumbedita, expandiendo de esta forma la riqueza de la sabiduría de la Mishna.

El estudio de la Mishna se dividió en dos periodos, el Babilónico y el Palestinense. Dentro del contexto Babilónico existía la desmembración del poder ejecutivo de Resh Galuta y el poder legislativo de Rosh Yeshiva, además de la aceptación por parte del gobernador de que los judíos vivieran su religión y del permiso para ser fructífero.

Mishnah YomitEl otorgamiento de cierta libertad otorgó tiempos para la reflexión y el estudio, las enseñanzas y reflexines de los sabios no se permitieron ser perdidas u olvidadas por lo que fueron compiladas por Ravina y Rav Ashe bajo el nombre de Guemará, es decir, comentarios sobre la Mishna fortaleciéndose con su propio estudio, esta unión fue bautizada con el nombre de Talmud Babli o babilónico teniendo su última contribución en el 500 d. C., cuando Babilonia deja de ser el fuerte del pueblo judío, porque como bien lo señala la historia cronológica los judíos tomaron camino hacia Hispanya, predominada por los musulmanes y la monarquía europea. Esta interculturalidad provoca más reflexiones las cuales se fueron desarrollando a los largo de mil años por los sucesores de los Amoraim, los llamados Talmidé Jajamim. De esta manera son los Saboraim, Gueonim y Rishonim quienes conjuntan las generaciones eruditas de la Torá, es decir, los transmisores y educadores de ambas leyes (oral y escrita).

Durante este tiempo se agregaron comentarios de famosos rabinos que han dejado una profunda marca de sabiduría en la historia judía como R. Shlomo Yitzjaki o Rashi. Entre otros famosos comentarista se encuentran R. Yitsjak Alfasi y Rabenu Asher. Es de más aclarar que hasta 1450, año de la invención de la imprenta, el Talmud había sido escrito a mano, es así como a partir de dicho año que en Portugal y España se comienza el proceso de impresión siendo las siguientes las más significativas:[1]

Lugar

Año

Comentarios

Italia – soncino1484 -1519Cuenta con el comentario de Rashi y

los Tosafot, agrega comentarios

de la Mishna de Rambam y Mordeji.

Italia – Venecia1523-1525Enumera el Talmud comenzando por

el número 2,  agrega el título y el Perek

además de los comentarios del Rosh.

Justiniano – Italia1578Comentarios de Rashi y Tosafot

afuera de las columnas

dando una nueva visión a la edición

Vilna1880-1886La viuda y familiares de Reem,

añaden 100 comentarios a la

Guemara y 40 al Rif.

Después de lo dicho anteriormente como punto de introducción, es importante resaltar que la ley oral constituye la manera en la cual el judío se conecta con la Torá mientras que la ley escrita se revela el cuerpo donde el alma de cada letra toma su sentido, ante esta sabiduría Eliyahu Ki Tov, escribe La Torá que tenemos en nuestras manos fue enseñada por D/os a Moshe, escrita en fuego negro sobre fuego blanco, incluyendo todas sus letras”, a esto agrega, “Moshe Rabenú, escuchó, directamente de D/os, todas las palabras que él transcribió. Así escuchando  las palabras de la Torá supo Kri (la Torá como leída) y a través de ésta supo descubrir en la escritura el Ktiv (la Torá como escrito)[2]

Es dentro de esta misma relación que la historia espiritual se mezcla con la cronológica otorgando un sentido de fortaleza al pueblo judío al crear una conexión, dentro de la historia espiritual se cree que Moshe Rabenu transcribió doce rollos de la Torá para así entregar uno a cada tribu. Se dice que el texto original es taquigráfico, es decir, otorga un sentido y significado a través de las letras pero también esconde muchos otros dando pequeñas señales a lo largo de los siglos, agregado a esta creencia la base de que la Torá escrita tiene la fuerza de la creación del Cielo y la Tierra, por lo que se advertía a los escribas un exceso cuidado bajo la siguiente advertencia si por acaso tu dejas fuera una letra, o agregas una extra, tú estás destruyendo el mundo.

Es así que bajo estos términos la llamada generación de Ezra el escriba compusieron la “Gran y pequeña  Mesora”

Dovid Tzvi HoffmanDentro de sus trece principios, El Rambam en el octavo principio declara el libro de la Ley oral fue otorgado en conjunto con la Ley escrita, quien no acepte la tradición oral es considerado un ignorante y el Rabino Dovid Tzvi Hoffman (Die Erste Mishna Berlín 1982) cita, las enseñanzas de los sabios de la Mishna, es de idéntica fecha y origen ya que se deriva de la ley escrita.

Los sabios explican que la Ley oral, es la conexión con el mundo particularmente porque se encuentra en la mente, en cambio la Ley escrita habita una realidad diferente, creando una distinción entre nuestro mundo personal y la realidad del universo.  Shlomo HaMelej (el rey Salomón) dicen los sabios supo que el ser humano constantemente escribe sobre el fuego blanco que habita en el interior del pergamino de la Torá, por ello la palabra de Dios nunca encontrará su fin.  Ante esto se puede entender que las letras de la Ley oral se forman de las partes del cuerpo del ser humano, entonces ¿Cómo se podría escribir? [3]

Rav Tzadok HaKohen  dice que el Talmud explica la ley escrita y cada espacio en blanco de esa dimensión oral que legaliza, ordena pero, no podía ser escrita, también recolecta esa parte histórica de la naturaleza, de lo invisible que sólo es entendible a través de la magia de la literatura.

Por otra parte, Rabenu Bejay menciona que la Ley oral al estar escrita en la mente y en el corazón no puede ser arrancada, podrán llevarse la Ley escrita, trastocarla, hacerla suya, pero nunca tocarán la Ley oral porque esa pertenece a cada ser humano que haga de D/os su forma de vida. Por esta razón, se entiende que D/os entrega dos leyes, la escrita la cual se podrá compartir con el universo, la oral en donde se fundamenta la unión, la fortaleza y el misterio.

De cierta manera se podría decir que la Ley escrita estipula una historia y un comportamiento, paralelamente la Ley oral provoca no sólo leer las palabras de D/os sino escucharlo en el interior. La unión de ambas hace comprender que el único D/os se fragmenta para nunca perderse en la historia cronológica ni espiritual, es necesario que cada generación otorgue otro sentido, otras preguntas, que no olvide su pasado, pero que busque siempre la sabiduría porque ésta evoluciona y se expande en unión con el universo, dejar la Ley oral y escrita en un nivel antiguo no sólo determinaría el ocaso de una comunidad o pueblo, sino el mismo ocaso de D/os.

De frente a lo anterior la sabiduría kabalística menciona que D/os se regocija en esta revelación, dado que está descubre aún más Su último propósito en la creación del mundo, revelada al Hombre, sin embargo pueden existir malas interpretaciones.[4]

En mucha ocasiones se puede entender en la Torá lo que cada quien necesita, es decir, si no se daña a un tercero se puede considerar una revelación personal, pero, no por ello,  puede o debe considerase un agregado de la Torá escrita u oral.

La Torá se considera un legado de pensamientos, conceptos e ideales existentes, los cuales se apoyan en normas de hermenéutica provistas y fortalecidas por la Ley oral.

El libro del Zohar menciona primero D/os miro la Torá y luego creó el mundo. Esto no significa que Dios miro dentro de los códigos de la Ley judía o en el interior de la Biblia para la creación del mundo, sino que se refiere  a la Torá Viviente, dando así una identidad espiritual más que material. Por ello a un sabio de la Torá se considera como una Torá Viviente.

Torá escritaLos sabios mencionan que existen nueve maneras de conocer la voluntad siendo las dos primeras la Torá escrita y la Torá oral, ya que un parte significativa de la Ley oral es ese espejo que muestra la habilidad intelectual, racional, corporal, espiritual, emocional, sensorial e instintiva de comprender lo escrito en la Torá.[5] Agregado a esto se explica que la Torá contiene dos niveles que le otorgan diferentes significados Pshat y Sod, de los cuales se derivan otros dos significados, así Sod, otorga la parte del misterio, del secreto, su división recibe el nombre de Remez el cual es considerado como esa entrada al Misterio. Pshat es lo básico (en ocasiones introduce a lo histórico), y su división es nombrada Drash, a través de este punto se profundiza y expande el significado de la Halaja.[6]

Otro punto fundamental es que los sabios tienen claro que el ser humano nunca se pondrá de acuerdo, esto no sólo en cuestiones prácticas- básicas sino y sobre todo en lo concerniente con lo sagrado, pero esta circunstancia más que ser un obstáculo se convierte en un don otorgado por D/os para que el ser humano comprenda que aún dos puntos de vista diversos llevan a un mismo camino siempre y cuando en la diferencia se acompañen,  siempre y cuando también se comprenda que existen revelaciones que no pertenecen a nadie más que a uno mismo, como El Mishkan, símbolo del Hombre, así los detalles de éste únicamente otorgan una lectura de cómo cada uno se debe conducir hacia sí mismo.

Mishkan
Mishkan

Pero estas enseñanzas de base con el tiempo y las circunstancias históricas se fueron enriqueciendo y a la vez llenando de diferencias, así cada periodo se fue dividiendo en generaciones como Amoraim, Rishonim, Ajaronim, otorgando al Talmud ideas centrales de infinidad de temas que se iban explicando con la finalidad de que el pueblo comprendiera profundamente temas particulares, pero sobre todo que reflexionará sobre ello, es así que en el Talmud se pueden ver generaciones separadas hablando de un mismo tema, esta situación que marca periodos grandes de tiempo, también refleja la evolución de un pueblo el cual se identifica con la escucha de la contemplación.

Pero, ¿quiénes eran estos hombres que estudiaban la Torá escrita y la Torá oral y que forman parte del conocimiento escrito en el Talmud?

Para ser miembro del Sanhedrín, los sabios tenían que hablar la mayoría de las lenguas del mundo, ya que tenían que escuchar y comprender por sí mismos sin ayuda de intérpretes, ya que esto podría dañar la Verdad, también para comprender de manera más profunda la Halaja (lo referente a lo legal)  y Haggada (lo referente a cuestiones más subjetivas) tenían que tener conocimientos de astronomía y medicina, aunque esta opinión tiene sus contras. Además de estos conocimientos un sabio tenía que tener integridad, sabiduría, humildad, temor al cielo, amar al ser humano y ser amado, ya que el reconocimiento en la comunidad era fundamental y esto aumentaba y fortalecía su responsabilidad, la necesidad de estabilidad económica era importante porque esto impedía la avaricia y la corrupción.[7]

El Tanjuma dice el sabio tendría simultáneamente que ser recatado por sus acto justos.  Si el sabio no fuere así, nosotros no lo escucharíamos, sin importan cuanto él sabía. Esto es porque se establece una relación entre la verdad y el buen carácter. Sí, sin tener buenos rasgos de carácter uno no puede alcanzar la verdad.

Para la Guemara la elección de los sabios tiene su fundamento en la decisión de D/os, por ello después de la destrucción del templo la profecía se le quitó a los profetas para ser ofrecida a los Sabios, ante esta verdad el Rambam dice La profecía de los sabios es Ruaj HaKodesh (aliento sagrado) por ello, es necesario escuchar su interpretación de la ley Oral. Por ello, la Mitzva tiene como precepto escuchar a los Sabios no sólo del Sanhedrin sino de cada generación.

MidrashPero, unido a esta sabiduría de la ley se encuentra el Midrash el cual es nombrado como la sabiduría no-Halajica de los Sabios, pero, no por ello esta Agadata o Agadot deja de ser sumamente importante,  es por esta trascendencia que habita en el Talmud.  Los símbolos contenidos ramifican el misterio y el secreto muestra que la Verdad del mundo físico e histórico esta creado de manera semejante y paralela al mundo superior y al mundo espiritual.

En base a lo descrito anteriormente se puede comprender que D/os otorgó al ser humano ambas leyes no para que obedezca, sino para sembrar en su mente y corazón el anhelo de la Sabiduría, de esta manera lo escuchado, leído y pronunciado lo acercará a su palabra aceptando desde su razón y corazón ambas leyes, amar a D/os y sus leyes implica conocerlas y hacer de ellas el pan de cada día. El ser humano no debe de olvidar que es el Conocimiento el que fortalece el Amor y la Fe y juntos siembran y riegan la sabiduría que acerca cada día a D/os.

Dice el Shemot Rabah (47:6) cuando Moisés recibió las tablas de la ley, D/os permaneció sosteniendo los tomos, dos tefajim de un lado, que representan los dos tefajim de la Torá no revelada, los universos impenetrables, indefinidos que preceden incluso al tohu va´vohu.  Directamente tomadas por las manos de Moisés fueron los dos tefajim del otro lado, la Torá revelada, cuyo conocimiento fue permitido a Moisés de ser concedido a nosotros. Los dos tefajim del medio localizados a la distancia. Así la Torá interior guarda los misterios destinados para ser revelados sólo por Moisés y las personas de valor especial.

Estás dos revelaciones se encuentran escritas, y explicadas en el Talmud, el cual tiene como base siete principios:

  1. Lógica
  2. Similitud distinguida
  3. Analogía
  4. Versículos yuxtapuestos consecutivamente
  5. Principios generales
  6. Generalizaciones y especificaciones
  7. Algo que fue incluido en una generación pero fue con el tiempo separado[8]

Para concluir se establece el mapa y las divisiones que los rabinos marcan para el estudio de la Ley escrita y la Ley oral.

Ley Escrita
Los cinco Libros de Moisés – Bereshit, Shemot, Vayikra, Bamidbar, Devarim
Profetas (1273 a.C – 760 d.C) – Yoshua, Jueces, Samuel, Reyes, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Ósea,

Joel, Amos, Iona, Ovadia, Mica, Nahum, Jabakuk, ZeFania, Jagai, Zajaria.

Escritos (760 a.C – 350 d.C – Salmos, Proverbios, Yob, Daniel, Ezra, Nehemia, Crónica,

Cantar de los Cantares, Ruth, Lamentaciones, Eclesiastés, Ester.

Sanhedrin – Alta corte – Legisladores 1313 a.C – 359 d.C

Leyes Rabínicas y costumbres.

 

Ley oral
Mishna 170 -200 d.C Rabbi Yehuda HaNassi

Semillas – Agricultura – 11 tratados

Tiempos – Shabbat, Festividades – 12 tratados

Mujeres – Matrimonio, Divorcio – 7 tratados

Daños – Finanzas, Jurisprudencia, 10 tratados

Santidad – Sacrificios, Kashrut, 11 tratados

Purezas – Purezas e impurezas, 12 tratados

53 Tratados – 523 Capítulos

Guemara – Talmud Jerusalem 350 d.C R. Muna & R. Yosi

Talmud Babilonia 500 d.C Ravina  & R. Ashi

Explicaciones – Legal y ética, Legislación, Decisiones, Costumbres
Midrashim – Rava, Rabbi Tanjuma, RAbbi Shimon (entre otros)
Zohar – Rabbi Shimon Bar Yojai
Geonim – siglos VII-X R. Saadia Gaon, R. Hai Gaon
Rishonim – siglos  XI-XIV, Rashi, Maimonides, Najmanides
Códigos de la Ley Judía – siglo XVI R. Yosef Caro, R. Moshe Isserles.
Ajaronim – siglos XVII-XX R. Eliyahu Gaon de Vilna, Jatam Sofer Jofetz Jaim.

[1] Cf. https://www.tashema.es/proyect

[2] Cf. Ley oral, Preparado por Ner Le´Elef. Old City, Jerusalem. 20 enero, 2008.

[3] Cf. Ibidem, 12.

[4] Ibídem, 26.

[5] Cf. Ibídem 34.

[6] Cf. Eliahu de Vilna, Gra Mishlai 1:21

[7] Cf. Op.cit La Ley oral pp. 63-65

[8] Cf. Ibidem pp. 100

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Martha Leticia Martínez de León

Martha Leticia Martínez de León

Hermeneuta en Libros Sagrados y Lenguas Antiguas.

Maestra en Ciencias Bíblicas y Hebreo Antiguo. Maestrante en Estudios Judaicos por la Universidad Hebraica. Licenciada en Ciencias Religiosas por la Universidad Pontificia de México. Especialidad en islam por la Universidad de Al Azhar de El Cairo, Egipto.

Especialidad en el Pensamiento del Papa Francisco y el Libro del Apocalipsis por el Boston College.

Especialidad en Música Contemporánea (Piano-guitarra).

Generación XXXII de la Sociedad de Escritores Mexicanos (SOGEM).

Ha publicado treinta y siete libros en México, España, Estados Unidos e Italia en diversos géneros literarios y teológicos.

Conferencista a nivel internacional.

Creó y desarrolla la teología del Silencio y de la Carne la cual entrelaza con la investigación mística, científica y musical bajo el nombre de “Lectura gemátrica, pitagórica y cuántica del Séfer Bereshit 1-3 -Hashem se revela a través del Big Bang-

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