Coppola: voracidad intelectual

Si usted no ha tenido el inmenso placer en su vida de ver Apocalypse Now o El Padrino I y II deje de leer esto inmediatamente y corra porque usted no puede morirse sin verlas.

Apocalyse Now Edición Especial [Blu-ray]

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• Marlon Brando, Robert Duvall, Martin Sheen (Actores)
• Francis Ford Coppola (Director)

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Para muchos seres humanos entre los que me incluyo estas películas son tan cruciales para entender a las personas y comprender su cultura que son, sencillamente, obras maestras del séptimo arte. Me ocurrido a veces, preso del aburrimiento, que topo con ellas de nuevo y me devuelven el entusiasmo, la sangre que corre por mis venas comienza a pedir guerra de nuevo, se pone en pie para vivir el chaval que aun llevo dentro.

Todo ello se lo debo, además de a magníficos equipos técnicos o a De Niro, Al Pacino, Martin Sheen, Brando, Robert Duvall, a un guionista, productor y director de cine norteamericano, seis veces ganador del premio Óscar y ganador del premio Princesa de Asturias de las Artes  llamado Francis Ford Coppola.

El ventilador del techo en la escena iniciática de Apocalypse Now en la que, cuenta la leyenda, Martin Sheen estaba realmente ebrio y herido. The Doors (la mítica banda de rock liderada por James Douglas Morrison sobre la que Coppola hizo una película bautizada con el mismo nombre) meciendo los planos con The End sonando. Los helicópteros de combate. Los trajes de El Padrino, los gestos que hace Pacino con las manos, la maravillosa épica del barrio, la ética particular de la mafia.

El guión de Apocalypse Now está basado en la novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas (Heart of Darkness), una novela ambientada en el África de finales del siglo XIX. Hubo, también cierta influencia de la película de Werner Herzog Aguirre, der Zorn Gottes (1972).

Coppola nació en Detroit (Michigan, EEUU) en 1939, año en que finalizó la guerra incivil española y comenzó la Segunda Guerra Mundial. Su padre era director de orquesta y compositor. Su madre era actriz. En UCLA, donde estudió cine, coincidió con un exultante Jim Morrison; esto motivó seguramente el film The Doors. Fueron tiempos psicodélicos en un contexto de inmensa ebullición cultural.

Dirigió La Conversación en 1974, Apocalypse Now en 1979, Drácula en 1992. El Padrino es una de las películas más influyentes y redondas de todos los tiempos, ganó el óscar a la mejor película en 1972 y al mejor guión adaptado. El Padrino II es la única secuela premiada con un óscar a la mejor película en 1974 y también al mejor guión adaptado. La conversación y Apocalypse Now fueron premiadas con la Palma de oro en Cannes en 1974 y 1979 respectivamente.

Francis Ford Coppola se llama Ford de segundo nombre en homenaje al director norteamericano John Ford (La diligencia, Las uvas de la ira, Qué verde era mi valle). Su vida ha sido una vida dedicada al cine.

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El corazón de las tinieblas (Austral Singular)

• Conrad, Joseph (Autor)

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Dedicada incluso hasta la obsesión y el desgaste físico y mental, como en el aparatoso rodaje de Apocalypse Now. El gran mito del cine para Coppola era Orson Welles y la primera película de éste debería haber sido la adaptación de la conocida novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas; pero no pudo hacerlo por el elevado presupuesto que era necesario. El rodaje duró unos 14 meses. Martin Sheen sufrió un infarto, un huracán destruyó parte del set, el narcisismo ególatra de Marlon Brando asfixiaba a Coppola. Nunca antes en la historia del cine un rodaje se empapó de tanta tensión. En 1991 se estrenó un documental sobre este rodaje llamado Heart of Darkness en la que algunos miembros del mismo hablan sobre su experiencia en Filipinas.

El cine, el maravilloso universo que late en torno a él, nuestros días, nuestros símbolos, estarían huérfanos si no hubiera existido este barbudo estadounidense de amplia voracidad intelectual. Productor de vinos, hotelero, galardonado con un premio principesco que recibió en mi ciudad. Nada de eso importa cuando pienso en lo que debía sentir y pensar él subido a la grúa dirigiendo a finales de los setenta en Filipinas en mitad de un huracán a un Marlon Brando que exigió no coincidir en el set con Martin Sheen, cuando le imagino sentado en la silla de director en El Padrino, cuando pienso en lo admirable que es tener un sueño y dejarse el alma y la piel en alcanzarlo.

Gracias Coppola.