Armenia: un camino de sangre. Desde la antigüedad hasta Nagorno Karabaj (II)

2ª parte (1918 – 1923 – hoy)

1918 fue un año de suma importancia para casi todo el mundo, no solo por ser el último año de la Primera Guerra Mundial, sino también por introducirnos en una época totalmente nueva, apenas un año después de la Revolución de Octubre que, tras una guerra civil entre el ejército zarista blanco y el respectivo bolchevique rojo, que duró hasta 1923, dio a luz un sistema económico y político nuevo, el comunismo.

Tras la victoria de los Bolcheviques surgió la llamada Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, o, más simple, la Unión Soviética. De golpe, el mayor país del planeta, con creces, adoptó el sistema comunista abriendo un nuevo camino para otros también. A partir de entonces, y hasta su caída en 1989, que fue sellada con la caída del muro de Berlín y la reunificación de Alemania, Armenia, Georgia y Azerbaiyán constituyeron repúblicas de dicha Unión.

Pero ¿cómo exactamente surgió el problema de Nagorno, o Alto, Karabaj, ya que “nagorno” significa alto o montañoso en ruso? En cuanto a Karabaj, o Karabag, como se escribe en turco, significa “viñedo negro”.

La región siempre había sido poblada por armenios y, más en particular, desde 1000 dC tenía el nombre “Reino de Artsaj” con Stepanakert, su capital actual, como otrora capital también. En 1748 los persas la anexaron cambiando su nombre a “Kanato de Karabaj” y juntándolo a una provincia que sigue existiendo hasta la fecha dentro del territorio iraní. Se llama Azerbaiyán también y es poblado por azeríes, o sea, aparte del estado independiente de una población de casi 10 millones que todos conocemos, existe al mismo tiempo, justo a su lado, ¡una gran provincia iraní con una población azerí que oscila entre 15 y 25 millones! Aquí hay que señalar que los persas y los azeríes son de confesión musulmana chiita.

 En 1822 el Imperio Ruso, tras una victoria suya contra los persas, convirtió Karabaj en un protectorado suyo con el nombre Elizabethpol. Hasta aquel momento, gracias a la ósmosis demográfica que había tenido lugar entre Karabaj y el Azerbaiyán iraní, el porcentaje de los azeríes había subido. Fue la primera vez en la historia que la población de Artsaj, o Karabaj, no era 100% armenia.

Justo después de la revolución bolchevique se formó la efímera república de Transcaucasia que consistía en Georgia, Armenia y Azerbaiyán. Ese país se desintegró casi inmediatamente a causa de las diferencias étnicas significativas entre los 3 países y Armenia y Azerbaiyán se encontraron en posición de reclamar la región, incluso de modo violento. Prácticamente esa fue su primera guerra por Karabaj.

No obstante, no tuvieron mucho tiempo para resolver sus diferencias, puesto que pasaron a formar parte de la Unión Soviética, algo que los azeríes lo vieron como separación de sus compatriotas azeríes en Irán y sus hermanos turcos. Turquía consintió a cambio del tremendo apoyo que había ofrecido Lenin a Kemal durante su guerra contra los griegos entre 1919 y 1922. En contrapartida, los armenios lo vieron como salvación del exterminio total por los turcos. La verdad es que no eran partidarios del comunismo, pero si un armenio de aquella época tuviera que elegir entre el ejército rojo y el turco, supongo que no habría dilema. A pesar de todo, habían mostrado su preferencia al antiguo régimen zarista en bastantes ocasiones, algo que el nuevo régimen encontró bastante difícil de perdonar. No hay que olvidar que pasar de la época zarista a la soviética, que era una época ateísta, significaba la eliminación de la afinidad más fuerte entre rusos y armenios, es decir la religiosa.

En 1922 se restituyó la república de Transcaucasia, pero esa vez como república soviética. Por lo que se refiere a Karabaj en particular, para evitar conflictos entre armenios y azeríes, los soviéticos crearon el “oblast” autónomo (oblast = región administrativa en ruso) de Nagorno Karabaj.

En 1936 Transcaucasia fue disuelta otra vez con el oblast de Karabaj quedando como enclave dentro de Azerbaiyán. Stalin decidió concederlo a los azeríes a pesar de las reclamaciones armenias, por un lado, para simplificar los límites entre áreas que, para él, no eran más países, sino simplemente regiones administrativas suyas, y, por otro lado, para castigar a los armenios que no habían sido sus ciudadanos más obedientes. Esa tendencia a la disidencia, había causado enormes problemas a los armenios ya desde la época otomana, cuando casi los llevó a su extinción total.

La tercera razón fue una táctica que se implementaba en casi todo el vasto territorio soviético, es decir, una serie de desplazamientos forzados a fin de separar y mezclar sus infinitas minorías para que jamás tuviesen la posibilidad de sublevarse.

Las cosas cambiaron drásticamente en 1988 gracias al derecho de autodeterminación que fue otorgado a todos los pueblos de la Unión Soviética por Mikhail Gorbachov. Según esa decisión el parlamento regional de Nagorno Karabaj realizó un referéndum que nos llevó a una decisión separatista, que contemplaba su independencia y quizás una futura unión con Armenia. Merece la pena mencionar algunos de sus principales argumentos contra el régimen azerí, como la prohibición de ver la televisión armenia o de recibir educación en armenio. Los azeríes, por su parte, acudieron a las calles de Bakú para protestar, claramente no estando dispuestos a ceder la región y así no tardó en estallar la primera guerra total que duró hasta 1994…

…una guerra que se saldó con más de 30.000 bajas y casi 1 millón de desplazados. Prácticamente hablamos de purgas étnicas que dejaron heridas imborrables a ambos lados. Los armenios consiguieron, no solo defender Artsaj sino también conquistar las áreas entre el enclave y Armenia, prácticamente enlazándolo con la patria, pese al apoyo de Turquía a sus parientes azeríes. Eso fue logrado, por gran parte, gracias al fortalecimiento natural que ofrece el montañoso paisaje de Karabaj. 850.000 azeríes que vivían allí fueron expulsados y en represalia se expulsaron 250.000 armenios que vivían en Azerbaiyán. La República de Artsaj no ha sido reconocido por nadie, excepto de países de legitimidad cuestionable como Osetia y Abkhazia en Georgia o Transnistria en Moldavia. Sin embargo, para los armenios siempre será una parte inseparable de la patria. Cabe recalcar que dos de los ministros nacieron en Stepanakert. También hay que resaltar que ni Armenia reconoció el enclave independista, obviamente porque deseaba una unión inmediata, si fuera posible.

La OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa), alias grupo de Minsk, trató de sentar a ambos lados para que negociaran ya desde 1992, pero Azerbaiyán se negó rotundamente porque dicha organización se presidía por países con enorme diáspora armenia, como Rusia, Francia y EE.UU que aumentaba la manía persecutoria de Azerbaiyán. Para Azerbaiyán casi todo el mundo apoyaba Armenia gracias a la propaganda de la diáspora. Sobra decir que aún celebridades como Kim Kardashian son personas non gratas en Azerbaiyán. También vale la pena mencionar que tampoco se permite la entrada en Azerbaiyán a atletas armenios o a turistas con sello armenio en su pasaporte.

Aquí cabe mencionar un par de cosas sobre el liderazgo de Azerbaiyán. Ilham Aliyev prácticamente heredó el país de su padre Heydar Aliyev y ha estado gobernando durante casi 20 años. Se trata de un régimen corrupto hasta el hueso que no constituye exactamente un himno a la democracia, así que confrontaciones patrióticas son más que convenientes para poder justificar cualquier tipo de abuso de poder.

Un hito en nuestra historia fue el año 1999, cuando surgió algo que cambió el equilibrio y el destino de Azerbaiyán, y por consecuencia de Armenia también, para siempre. Azerbaiyán descubrió uno de los mayores yacimientos de gas natural del mundo en el Mar Caspio. Naturalmente, su economía se disparó y ese tipo de prosperidad se traduce en abrupto aumento de armamento y ejército. De repente Azerbaiyán obtuvo una dote mítica, así que se tornó en novia mucho más codiciada que pobre Armenia. Bastantes países acudieron para firmar pactos de negocios o militares con ella, como Rusia, Turquía e Israel.

Por lo tanto, Azerbaiyán pensó que era hora de abandonar el alto el fuego pactado y reivindicar de nuevo lo que creía que le pertenecía.

Su primer intento fue por vía diplomática. En 2007 los ministros de asuntos exteriores de ambos países se reunieron en Madrid para negociar por primera vez después de la guerra. De ahí surgieron los Principios de Madrid que contemplaban:

-Regreso de los expulsados azeríes

-Nuevo referéndum que esta vez incluiría a los azeríes también, y que sería vigilado por observadores internacionales

-Retiro de las tropas armenias

Como ya cualquiera se imagina, esa fue la vez de los armenios para rechazar las propuestas.

Azerbaiyán ya había empezado a darse cuenta de que las tácticas diplomáticas no lo llevarían a ninguna parte. En 2016 intentó una nueva invasión, pero en vano. La fortificación natural de Karabaj y las tropas bien entrenadas armenias no les permitieron lograr nada, así que Bakú se dio cuenta de que necesitaba algo más que dinero y armas para recuperar sus territorios perdidos, es decir un cierto reajuste y un nuevo equilibrio entre poderes políticos que fuera más favorable para su caso…qué exactamente significaba eso?… vamos a ver en el próximo episodio…