En los últimos tiempos, las cámaras fotográficas han ido incorporado numerosos avances tecnológicos.
Algunos pueden ser aprovechables, pero otros no creo que alguien alguna vez los use.
Así como hace unos veinte años hablábamos de autofocus con motor ultrasónico, medición matricial- segmentada-evaluativa o flash TTL, hoy tenemos cámaras que detectan caras e identifican el nombre de la persona, saben el lugar donde se sacó la foto, y hasta pueden por sí mismas tomar la decisión de sacar la foto al detectar una sonrisa, o con la complicidad del fotógrafo ante un guiño de éste.
No, no exagero. Incluso permiten editar la foto y agregarle efectos cual Photoshop, subirla a internet y publicarla automáticamente.
Ante el comentario acerca de una cámara que permite enfocar después de sacar la foto, alguien preguntó ¿Y el fotógrafo dónde queda?
El fotógrafo queda donde siempre, detrás de una cámara, sacando fotos. Claro, la cámara ahora dispondrá de cuchumil funciones, que, o bien podrá utilizar alguna para beneficio de la imagen, o bien podrá utilizarla en modo manual y saldrá a sacar fotos como si fuese una rudimentaria Pentax K1000.
Añadir comentario